Álvaro Morata acaba en Granada con la mala racha atlética a domicilio
GRANADA._ El Atlético de Madrid puso fin a una racha de cuatro derrotas seguidas a domicilio en LaLiga al ganar este lunes por 0-1 en el Nuevo Los Cármenes al Granada, que se mantiene penúltimo en la clasificación y lejos de la zona de permanencia.
Un gol de Álvaro Morata en el minuto 54 permitió lograr la victoria a un Atlético de Madrid poco fino en el primer tiempo y mucho más entonado en el segundo ante un Granada valiente e impetuoso pero sin gol.
El Granada empezó mejor el partido y dominó en el primer cuarto de hora, aunque sólo inquietó con un tiro del argentino Lucas Boyé que se marchó desviado.
El Atlético de Madrid fue acaparando la posesión con el paso de los minutos, aunque se mostró lento y errático en la circulación ante un Granada siempre bien situado.
A la media hora se asomaron por primera vez en ataque los visitantes con una jugada individual de Rodrigo Riquelme que acabó con el balón en las manos del meta argentino Augusto Batalla. El tiro al larguero en el ataque posterior del francés Antoine Griezmann estaba anulado por falta previa de Marcos Llorente.
Mejoraron en las postrimerías del descanso los colchoneros y Álvaro Morata buscó el gol de cabeza pero sin puntería, opción contestada en la última de la primera parte por un tiro desviado desde lejos de Gerard Gumbau.
El inicio de segunda parte del Atlético fue otra cosa, ya que se mostró mucho más incisivo y metido para en apenas cinco minutos rozar el gol por mediación del brasileño Samuel Lino y del argentino Rodrigo De Paul, los dos jugadores que entraron desde el banquillo en el descanso.
Las sensaciones se transformaron en gol en el minuto 54 con un remate de Morata tras centro de Griezmann para el 0-1, aunque la jugada fue analizada durante varios minutos en la Sala VAR por un posible fuera de juego del atacante que no existía, según dijo primero el asistente y luego la tecnología.
Con el marcador a favor, Lino perdonó el 0-2 en la siguiente acción ante un acertado Batalla. Después marcó Saúl Ñíguez también de cabeza, aunque esta vez no había dudas de que estaba en fuera de juego y fue anulado.
El Granada trató de irse arriba para igualar la contienda, pero apenas ponía en apuros a un Atlético que vivió muy tranquilo.
Con todo, el esloveno Jan Oblak intervino a tiro del uruguayo Matías Arezo y el belga Alex Witsel tuvo que sacar bajo palos el remate del también uruguayo Bruno Méndez.
Con los locales volcados en busca del empate, con más ímpetu que acierto, Griezmann tuvo la sentencia con un chut que mandó al palo.
En el tiempo añadido, con el Atlético de Madrid sufriendo, Mario Hermoso evitó bajo palos el gol de Matías Arezo que hubiera empatado el partido.