Miranda aspira a jugar los 162 partidos... donde Mellizos lo quiera
FORT MYERS._ La mayor incógnita en torno a José Miranda es qué posición jugará en el 2025. Hasta esta semana, el mánager de los Mellizos de Minnesota, Rocco Baldelli, no ha tomado decisión alguna.
Minnesota ha visto al puertorriqueño Miranda jugar en las esquinas del cuadro interior, pero la antesala le pertenece a Royce Lewis y Ty France parece ser el favorito para ser el intermedista del equipo para el Día Inaugural. Miranda podría desempeñarse como bateador designado. Cuando está en su mejor momento en el plato, es capaz de impulsar carreras.

“[Miranda] es un jugador del que necesitamos grandes aportes en distintos momentos del año”, expresó Baldelli. “Está en el grupo de varios muchachos que tenemos. No se puede decir con exactitud qué se le pedirá que haga, así que tendrá que estar preparado. Esa preparación es en términos de habilidades, pero es un desafío mental más que cualquier otra cosa”.
A Miranda no le importa dónde juegue. Su único deseo es disputar los 162 partidos de la campaña.
“Me han dicho que jugaré algo de primera, algo de tercera, obviamente”, comentó Miranda. “Sólo quiero estar en la alineación todos los días. Sé que soy un jugador capaz de jugar a diario. Conozco el tipo de bateador que puedo ser. [Los Mellizos] son los que arman la alineación. Les dije que estoy listo para jugar donde sea. Mi meta es jugar los 162. Ésa es mi mentalidad”.
Miranda, quien disputó 121 juegos en el 2024, comenzó la temporada pasada en Triple-A St. Paul, pero tras regresar a las Grandes Ligas el 7 de abril, jugó a un nivel estelar. Al cierre de la primera mitad, Miranda registraba una destacada línea ofensiva de .325/.366/.522 con 43 remolcadas.
El momento más destacado de su primera mitad llegó a inicios de julio. Desde su sencillo en el octavo episodio el 3 de julio contra los Tigres hasta su sencillo en la cuarta entrada el 6 de julio ante los Astros, Miranda conectó de hit en 12 turnos consecutivos, igualando el récord de Grandes Ligas que comparte ahora con Johnny Kling (1902), Pinky Higgins (1938) y Walt Dropo (1952).
“Me preparé súper bien para la temporada y estaba haciendo daño en el plato”, afirmó Miranda. “Me estaba enfocando en qué lanzamientos batear. Se trataba de mantener mi tiempo y mi ritmo. Intentaba no salir de mi zona. Fue una primera mitad bien buena”.
Pero la buena racha de Miranda llegó a su fin cuando sufrió una distensión en la parte inferior de la espalda tres días antes del receso del Juego de Estrellas. Fue colocado en la lista de lesionados el 14 de julio y permaneció fuera de acción casi dos semanas, lo que afectó su consistencia en el plato tras su regreso a la acción.
Después de la pausa, Miranda tuvo una línea ofensiva de .212/.242/.301 con seis carreras impulsadas. Los problemas en la espalda influyeron en su bajón ofensivo, y su mecánica en la caja de bateo perdió sincronización cuando volvió a las Grandes Ligas.
“Durante la segunda mitad, mis movimientos [en la caja de bateo] no se sentían igual por la espalda. Yo lo sabía”, reconoció Miranda. “No sentía dolor, pero mi [mecánica] en el plato no era la misma que en la primera mitad. Y cuando no te sientes igual, obviamente las cosas cambian. Antes de los juegos, notaba que algo no estaba bien. Sólo tienes que seguir confiando en ti mismo, jugar fuerte e intentar ayudar al equipo a ganar”.
Miranda pasó la última temporada muerta tratando de recuperar el swing que lo convirtió en el JMV de los Mellizos en la primera mitad. Está convencido de que lo ha encontrado. En lo que va de la primavera, lleva de 5-2 con un par de sencillos.
“Al final del día, he puesto los números para jugar a diario”, afirmó Miranda. “Eso es lo más importante”.
(Con información de MLB)