José Urquidy pidió le pusieran el ‘Corrido de Mazatlán’ para el Juego 2 de la Serie Mundial
HOUSTON._ En la victoria del miércoles en el segundo juego de la Serie Mundial que los Astros de Houston ganaron 7-2 a Bravos de Atlanta, el derecho mazatleco José Urquidy llegó a un hito inédito para lanzadores mexicanos en Series Mundiales.
Tras lanzar 5.0 brillantes entradas de seis hits, dos carreras, siete ponches y sin bases por bolas, Urquidy se adjudicó su segunda victoria de por vida en Clásicos de Otoño, luego de ser el pítcher ganador en el Juego 4 de la edición del 2019.
Pero no sólo consiguió la victoria para el libro de marcas sino que también reivindicó por todo lo alto sus orígenes de su tierra natal de Mazatlán al conseguir que la música típica de su tierra sonase a través del sistema de audio de todo el estadio.
Urquidy, de 26 años, antes del inicio del partido se fue al control de sonido y video de los Astros y pidió que se escuchara “El Corrido de Mazatlán” como su música de calentamiento en lugar de “La Casita”, la canción que había estado usando.
“Mazatlán, mucha gente viene a verme”, declaró Urquidy sobre su ciudad natal mexicana, “y querían escuchar esa música”.
Precisamente, a ritmo de “corrido” también trabajo desde el montículo para darle a sus seguidores una actuación que recordaran por mucho tiempo, convirtiéndose en el primer lanzador mexicano con dos victorias en el “Clásico de Otoño”.
“Significa mucho”, dijo el derecho estelar mexicano después de ponchar a siete en cinco entradas en la victoria de Houston que les permitió empatar a uno la serie.
“Esto es algo en lo que he trabajado mucho tiempo, cuando era niño, cuando jugaba en México. Estoy viviendo el sueño”, declaró el egresado de la Liga Quintero Castañeda. “Sabía que podía hacer bien las cosas, tenía confianza y también todos los compañeros”.
Urquidy, en todo momento que estuvo en el montículo, lució tranquilo y sereno una noche después de que su compañero de rotación, el zurdo dominicano Framber Valdez fuera castigado con dureza desde el inicio.
“Sé que hay mucha gente mexicana que en las gradas esta noche, que están ahí apoyándome”, señaló Urquidy. “Me hace sentir aún más motivado y concentrado saber que tengo que hacer un buen trabajo, y me enorgullece representar al país de donde soy”.
Urquidy recibió al jardinero boricua Eddie Rosario, de los Bravos, con strikes abriendo el juego. Cinco de ellos seguidos.
A veces Urquidy piensa que lanza demasiados strikes.
“Primero trabajo, obviamente, para tratar de adelantarme en el conteo e intentar llegar a dos strikes”, comentó Urquidy. “Siento que cuando mi cuerpo está en ritmo, marchó y lanzó todo bien hacia el receptor, a veces puede ser difícil para mí hacer lanzamientos fuera de la zona”.
Urquidy se recuperó de su derrota del Juego 3 en Boston ante los Medias Rojas en la Serie de Campeonato de la Liga Americana, cuando solo consiguió cinco outs en la derrota por paliza de 12-3 el 18 de octubre.
Abrió 15 de 21 bateadores de los Bravos con strikes. Permitió dos carreras y seis imparables sin bases por bolas, lanzando 55 de 74 lanzamientos que fueron colocados en la zona del strike.
“Tuvimos que vigilarlo de cerca porque realmente todavía se está poniendo en forma porque estuvo fuera mucho tiempo entre aperturas”, comentó el manejador de los Astros, Dusty Baker. “Así que sabíamos que teníamos que vigilarlo entre 75 y 80 lanzamientos”.
Urquidy mezcló 38 rectas, 16 cambios (obteniendo cinco golpes y fallos), 12 controles deslizantes y ocho bolas curvas. Permitió el jonrón del empate del receptor Travis d’Arnaud en la segunda entrada y el sencillo productor con dos outs del primer base Freddie Freeman en la quinta.
“Estaba localizando sus lanzamientos, manteniéndonos fuera de balance”, comentó d’Arnaud. “Sabíamos que iba a ser un lanzador strike, y salió y lanzó un gran juego”.
La victoria de Urquidy en la Serie hace dos años fue en Nacionales de Washington Park. En Minute Maid Park, se sintió más como en casa.
“Es realmente especial para mí”, dijo. “Significa mucho y me hace muy feliz, sólo poder escuchar la música que me ponen”.
Esta no fue otra que la del tradicional “corrido” mexicano que al igual que Urquidy ya forma parte de la historia del beisbol de las Grandes Ligas en la Serie Mundial al ser participe de una victoria que le dio vida a los Astros en su lucha por conseguir el segundo título del Clásico de Otoño.