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Grandes Ligas

Arozarena más en casa ahora con Seattle tras su llegada en el 2024

Arozarena dijo que se sentía mucho más en casa en Seattle, un sentimiento que ha reafirmado esta primavera

PEORIA._ El nuevo atuendo fue el tema de conversación en el campamento de los Marineros de Seattle cuando el cubano Randy Arozarena llegó la semana pasada, tanto así que sus compañeros dominicanos Julio Rodríguez y Víctor Robles decidieron unirse a la tendencia.

Arozarena luce un tono rubio platinado, mientras que Rodríguez y Robles optaron por un tono naranja, creando un estilo colectivo que emana confianza en un trío que los Marineros creen que puede ser de los más dinámicos de la Liga Americana.

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“Éstos son muchachos que juegan con mucha emoción, con mucho amor por el juego, y eso me ha ayudado a adaptarme a [jugar aquí]”, explicó Arozarena. “Y éstos son compañeros; hablamos entre nosotros sin importar la situación del juego, así que la comunicación siempre está ahí. Es un grupo divertido para jugar.

“Nos gusta bromear. Se puede sentir que hay grandes vibras, y eso se debe a que realmente nos hemos convertido en grandes amigos”.

La pretemporada se trata de encontrar diversión dentro de la rutina de seis semanas, pero este gesto en particular ayudó mucho a que Arozarena se sintiera más en casa en su primera temporada completa en Seattle.

Adquirido en un cambio de alto perfil en la fecha límite la temporada pasada, el oriundo de La Habana reconoció que la transición fue desafiante al principio. Había pasado casi toda su carrera con los Rays, con quienes estuvo en partes de cinco campañas. Además, vive en el área de Tampa durante el invierno y Seattle es el destino más lejano en el circuito de MLB.

Eso no necesariamente afectó su desempeño, ya que Arozarena bateó .231/.356/.377 (.733 de OPS) con cinco jonrones, 14 dobles y 23 impulsadas en 54 juegos con los Marineros, registrando 1.0 victoria por encima del reemplazo (WAR) según Baseball-Reference y un OPS+ de 118 (el promedio de la liga es de 100).

Pero aun así, hubo un periodo de adaptación.

“Fue un gran cambio para mí”, confesó Arozarena.

Ningún momento encapsuló mejor el apoyo de sus nuevos compañeros que el del pasado 15 de septiembre, cuando fue golpeado por un lanzamiento del relevista dominicano de los Rangers, Gerson Garabito, y los dugouts estuvieron a punto de vaciarse. En su turno anterior, Arozarena había conectado un cuadrangular descomunal – que selló su temporada 20-20 – y lanzó su bate hacia la raya de la primera base en celebración antes de dar un trote extendido por las bases, lo que provocó palabras del receptor de Texas, Jonah Heim.

Sin embargo, mientras el dugout de los Marineros saltaba al escalón superior, listo para defender a Arozarena, el cañonero levantó una mano en señal de calma para evitar que la situación escalara.

“Significó mucho”, dijo Arozarena. “Tener a tus compañeros listos para defenderte en ese momento fue algo muy importante. Y para mí también es importante poder retribuir, demostrarles el mismo cariño, pero el hecho de que me mostraran su apoyo en ese momento fue significativo”.

Al final de la temporada, Arozarena dijo que se sentía mucho más en casa en Seattle, un sentimiento que ha reafirmado esta primavera.

Ha estado pasando tiempo con Rodríguez y Robles regularmente fuera del estadio y es parte de varias promociones de mercadeo de los Marineros para la venidera campaña. El equipo espera que Arozarena sea un impulso para una ofensiva que tuvo pocas incorporaciones en una temporada baja relativamente tranquila.

Arozarena busca su quinta campaña consecutiva con al menos 20 jonrones y 20 bases robadas, y con la forma en que los Marineros planean jugar – especialmente con más agresividad en las bases – sigue siendo un objetivo personal clave. El año pasado también fue el primero en el que no jugó en la postemporada, dejándole una sensación de haber quedado fuera del escenario donde ha protagonizado algunos de los momentos más memorables de MLB en los últimos tiempos.

“Se nota que realmente quieren ganar, quieren pelear y quieren volver a los playoffs”, dijo Arozarena.

Cuando los Marineros adquirieron a Arozarena, lo hicieron con la certeza de que el jardinero podía quedarse por un tiempo. Ganará 11.3 millones de dólares esta temporada y aún tiene un año más de elegibilidad para arbitraje antes de convertirse en agente libre en el 2027.

Si éste será su hogar hasta entonces, parece haber encontrado su lugar.

(Con información de MLB)