Ventas ‘tranquilas’ en pescados y mariscos a pesar del inicio de la Cuaresma

Desde las 6 de la mañana, locatarios del mercado Garmendia abren sus puestos de pescados y mariscos.

Los primeros días de la Cuaresma no han sido lo que esperaban, pues todavía esperan que mejoren sustancialmente las ventas.

Patricia Núñez Sánchez, de pescadería Carlos, explica que este año ha sido una Cuaresma tranquila, relajada, sin ventas exponenciales y no se explica el motivo, aunque inquiere podría deberse a la pérdida de tradiciones.

“Una Cuaresma tranquila, relajada, la venta está tranquila no hay una venta exponencial, que por que es Cuaresma, yo creo que ya se van perdiendo las tradiciones y pues las ventas van bajando sobre esos días. Es un día normal, un día tranquilo de venta, como cualquier día”, dice.

En su puesto, se vende lo esencial, lo del día a día que es mojarra, filete de mojarra, lisa, corvinas, camarón y marlín, los precios varían y, según indica, los precios no han subido.

“El filete de mojarra chico viene en 140, la mojarra entera está 80, filete de corvina 140, pescado para ceviche igual 140, y el pargo si viene 130, la corvina en 140 y es lo que más se consume”, indica la locataria.

En contraste, Juan Carlos Beltrán Borrego, de pescadería Beltrán Borrego, señaló que en su negocio más enfocado al marisco y pescado ya fileteado ha subido 5 pesos, por cada quincena, mismo gasto que absorbe aunque sus ventas no presenten mejoras.

“Al inicio de la Cuaresma esperábamos algo mucho mejor, la verdad nos ha quedado muy bajita. Ahorita, esperemos que ya a partir de esta semana a la que sigue mejore pero no, hasta ahorita no hemos visto mejoras sustanciales”, señala.

“Sí subió poco, y sí está subiendo, por ejemplo mi rubro que es el marisco y el pescado, ya fileteado, nos está subiendo 5 pesos, por cada quincena, nos sube 5 pesos y muchas veces los absorbemos, o sea para la ganancia, pero ya después no se va a poder”.

El locatario informa que las ventas incrementan, mínimamente, los días viernes, pero muy poco.

En su local hay camarón chico, mediano y grande cuyos precios varían entre 150, 170 y 200, pero se puede comprar desde 50 pesos.

“Aguantar lo más que se pueda el precio para que nos beneficie a venir para acá a comprar”, dice.