Sinaloa registra la peor escasez en los últimos 30 años; presas almacenan el 13% de su capacidad
Con el 13.1 por ciento de su capacidad, las presas de Sinaloa registraron este 13 de febrero la peor escasez de agua en los últimos 30 años, desde 1996.
El registro de 2025 superó al que hubo en 2003, que en este mismo periodo apenas contaba con el 18.3 por ciento de almacenamiento en promedio.
La Comisión Nacional del Agua reportó que las 13 presas que tiene Sinaloa almacenan 2 mil 846.9 millones de metros cúbicos de agua.
La presa Santa María, que pertenece a Rosario y Escuinapa, conserva la mayor cantidad de agua, con 499.9 millones de metros cúbicos, que representa el 61.6 por ciento de su capacidad.
A esa, le sigue la Miguel Hidalgo y Costilla, que suministra a los municipios de Ahome y El Fuerte, tiene 489.8 millones de metros cúbicos, es decir, el 14.8 por ciento de lo que puede acumular.
Otras de las presas con el mayor volumen de agua es la Gustavo Díaz Ordaz, que abastece a Guasave y el municipio de Sinaloa, ahí almacenan 367.8 millones de metros cúbicos de agua, que representa el 22.7 por ciento de la presa.
Mientras tanto, la Adolfo López Mateos, que provee a diversos municipios como Culiacán, Navolato, Mocorito, Angostura y Salvador Alvarado, apenas cuenta con el 8.6 por ciento de su capacidad, tiene 266.9 millones de metros cúbicos de agua.
Desde el 2023, Sinaloa ha padecido temporadas de lluvia anormales, por fenómenos meteorológicos como el de El Niño y La Niña, que afectan a las corrientes marítimas.
A partir de ello, los productores agrícolas tuvieron que reducir las hectáreas sembradas en el estado y optar por cultivos que requieran menor cantidad de agua que el maíz blanco, como el frijol, sorgo y garbanzo.
Anteriormente, el presidente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa, Marte Nicolás Vega Román, detalló que para el ciclo agrícola 2024-2025, los productores dejaron de sembrar el 70 por ciento del maíz, de las 500 mil hectáreas que se siembran en un ciclo normal.
Además, ha habido afectaciones para los pescadores, que por segundo año consecutivo tuvieron que ‘autovedarse’ en municipios como Rosario, ya que las pocas lluvias y el cierre del paso al río Presidio aumentaron los índices de salinidad del sistema lagunar Huizache-Caimanero.
Una situación que no permitió un óptimo desarrollo del camarón, ya que las tallas y tamaños no alcanzaron los parámetros comerciales y era poco.
