Sin miedo a la pandemia del Covid, la devoción por la Virgen de La Candelaria aglomera a cientos de feligreses en Quilá
Aunque sin juegos mecánicos ni música de banda, Quilá celebró a como pudo el regreso de los festejos por el Día de la Virgen de la Candelaria.
Por ello la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Culiacán implementó un operativo alrededor de la plazuela y la iglesia insignia de la sindicatura, tanto de prevención como de seguridad vial, apoyados por elementos de Protección Civil Municipal.
“Nada qué ver con el otro año, pariente. A esta hora estaba sonando la banda”, señaló uno de los feligreses que esperaba a que terminara la misa de las 12:00.
A diferencia del año pasado, que se cancelaron loa festejos, las autoridades sí permitieron que se celebraran misas, que fueron programadas a las 07:00, 10:00, 12:00 y 18:00 horas.
Ricardo, un herrero de 64 años, hizo el viaje desde San Ignacio, junto a su esposa Blanca Esthela, de 59 años.
“Tenemos como unos cuatro años que venimos de allá del municipio de San Ignacio”, contó Ricardo.
Ambos viajan para pedir el favor a la virgen que cuide de dos de sus hijos que se fueron a trabajar a los Estados Unidos.
El año pasado, recordó Ricardo, se quedaron con las ganas de entrar al templo, porque nadie les avisó que los festejos se cancelaron.
“Ahorita sí pudimos entrar. No pues, nosotros a lo que nos gusta es venir con ella (la Virgen), la verdad, a comer un raspado, a echarnos una botanita”, dijo Ricardo.
“Nos venimos desde las siete de la mañana y entramos a la misa de la 10; pedimos que nos cuide a nuestros hijos que están allá en el otro lado. Y tengo uno que tiene ocho años y tengo otro que tiene cinco años”, explicó Blanca Esthela.
Ana Silvia, de 28 años, llegó desde Culiacán, acompañada de su hermana y una comadre, como parte de una tradición que comenzó cuando uno de sus hermanos enfermó y su papá comenzó a buscar apoyo espiritual.
“Traigo un arreglo floral. Mi papá es trailero y pedimos que vaya y venga todos sus viajes con bien. Cada año venimos desde que estábamos chiquitos, es costumbre, sí es una costumbre”, platicó.
El año pasado, recordó, no fueron a visitarla en su día, pero si regresaron otros días después.
“Porque nosotros venimos más o menos una vez al mes”, agregó.
“Mi papá es muy devoto de la virgen, y empezó a pedir porque yo tenía un hermano que estaba enfermo, y desde que estaba chiquito empezaron a pedir de que cada año que él siguiera con nosotros tenían la tradición de ir a La Lomita, aquí, con San Judas Tadeo, y pues cada vez que mi papá sale de viaje, venimos a traerle una ofrenda”.
En el caso de Jesús, un mecánico de 64 años que llegó esta mañana desde La Cruz de Elota, acompañado de su esposa y su hermana, la de hoy fue su primera visita.
“Le voy a decir la verdad, yo no había venido”, aseguró. “Es la primera vez que vengo”.
“Pues está tranquilón, para mí, como me han platicado que antes se ponía, había más, desde más, más gente, más... ahora está muy tranquilo”.
Jesús visitó hoy la virgen de La Candelaria porque tiene un pendiente, una manda que me prometió a su suegro cumplírsela desde hace más de 10 años cuando estaba vivo, porque él no pudo cumplir.
“Ahí andaban y al final de cuentas decían que no, según habían dicho que si iban a venir unos cuantos juegos, después dijeron que no, que porque estaba, por lo del covid y eso, para que no hubiera mucha saturación... si están quitando eso, ¿por qué no quitan el Carnaval de Mazatlán, que viene gente de todo el mundo? Aquí, pues viene gente que viene cada año, tras año, tras año, y es una tradición”, lamentó Nidia, de 39 años, quien es originaria de Quilá.
“De perdida hubo la misa, carrera no sé si haya habido, la cabalgata de cada año, las peregrinaciones también hubo este año, el año pasado creo que tampoco hubo”.
A Nidia se le preguntó lo que siente por ver cómo vuelve la fiesta al pueblo, después de un año de prohibición.
“Pues ya de perdida se ve algo”, dijo.
Luego recordó que la noche anterior hubo música de banda.
¿Qué significa para ustedes esta fiesta?
Pues mucho, porque lo que... atrae mucho a la gente, al turismo más que nada.
¿Y hay mucha vente muy devota?
Sí, que se vienen caminando de varias partes y así.
Nidia señala que espera que para la noche haya música de banda.
“De perdida la gente se motiva viendo a la banda y ahí anda bailando”, dijo.
También recordó que hace unos 15 días, ella y otros cuatro miembros de su familia estaban en cama, infectados por coronavirus.
“Éramos cinco, traíamos gripa, tos, dolor de cabeza, dolor de garganta, pero pues nomás”, dijo.
Los festejos también incluyeron una cabalgata que comenzó desde El Salado.
