Rescatar y encontrarle un hogar, una misión que ha dado mejor vida a perros en Culiacán
Cuando salía a caminar con mi abuela, ella siempre me decía: “cada perrito que veas en la calle tú júntalo y llévatelo a la casa”, expresa Amy Gil, al relatar cómo inició su amor por estos animales que la han acompañado durante sus 24 años de vida.
“Mi abuela siempre me dijo, cada perrito que veas en la calle tú júntalo y llévatelo a la casa, entonces yo siempre me quedé con eso, entonces cuando ella falleció, yo dije, yo voy a seguir con lo que me enseñó”.
“Mi abuela, mi nana, siempre fue una persona muy hogareña, siempre tuvo desde que yo tengo uso de razón muchísimos gatos y perros, una de las cosas que siempre me acuerdo de ella, es de que ella se levantaba todos los días y nos íbamos a caminar, cuando íbamos a los dichosos tianguis, caminábamos trayectos grandes, yo soy la nieta más grande, yo siempre estuve con ella”, comenta.
“Y cuando me encontraba un perrito, me decía agárralo y yo lo cargaba a como podía, y me decía vamos a llevárnoslo a la casa, y antes no era tanto de llevarlo al veterinario, de las consultas, ella lo que sabía era lo que su mamá le había enseñado, ella lo ponía en práctica”.
Para los amantes de los perros, siempre hay uno que es especial o te marca, para Amy, en este caso fue Boby, quien en un principio así lo llamaba debido a que pensaba que era macho, pero resultó ser una hembra y embarazada.
“Yo tengo una perrita que me marcó en ese aspecto se llama Boby, yo la encontré en la escuela de medicina, tuvo muchas complicaciones y terminé quedándomela, yo dije, a mí me gusta hacer esto, me gusta recatar, siento una gran satisfacción cuando lo hago, es complicado, pero me gusta hacerlo”, dice.
“Un día se enfermó, yo la llevé a consulta y a mí casa, se recuperó y la volví a regresar a la escuela”.
Amy, relata que Boby era quien la esperaba y se quedaba a las salida de la escuela en el estacionamiento, “y los vigilantes me decían cuando usted se va la perrita se queda ahí y duerme en el estacionamiento esperando a que llegue, y en la mañana ahí estaba muy temprano”, señala.
“Es cuando se me ocurrió formar lo que es Patitas Médicas, patitas, porque son las patitas de los perros y médicas, porque yo estaba en el gremio médico estudiando medicina y empecé ahí”, comentó.
Son cinco años desde que Amy empezó con esta labor de rescate de perros y son más de 400 animales que han sido rescatados, y a quienes se les ha buscado un nuevo hogar.
“La verdad no sé cómo explicarlo, pero me da una satisfacción muy bonita, soy muy llorona, pero cuando juntas a un perrito y lo ves como está en la calle y nadie se compadece de él, la indiferencia, pero cuando tú lo rescatas y le dedicas tu tiempo, tus ganas, tu empeño, esfuerzo, y cuando ya se ven recuperados los perritos son muy agradecidos siempre te agradecen de alguna forma”, comenta.
Por eso cuando ve que alguno de ellos ya se va con una familia y encuentra un hogar es una misión más cumplida.
Amy relata que en este camino de cinco años se han encontrado con muchos perros que han sufrido, y que han sido víctimas de violencia de cualquier tipo.
“Lloran, sufren, te quieren morder a veces del dolor y tú sigues haciendo las curaciones, dándoles medicamento cada dos horas, cuando ya se rehabilitan y vuelven a caminar, y les estás dando terapia y todo eso, con el simple hecho de que les das un nombre y acuden cuando los llamas y te reconocen”, dice.
Cuando llegan las familias hay algunos perros que llaman la atención más que otros, y de primera instancia las personas que buscan adoptar eligen a aquellos con los que se conectan.
“Cuando es una buena familia que les va dar todas las atenciones y cuidados que necesitan, y que en la calle no los van a recibir es cuando me doy cuenta que ya logré mi propósito, de que tenga el amor y los cuidados que se merecen”, señala.
Sobre la situación actual en lo referente al tema de la Ley de Protección de Animales, y sus sanciones, Amy señaló que esto es algo muy polémico, porque en México no se tienen la cultura, ética y ni los valores para que existan sanciones verdaderas respecto a esos casos.
“Yo sí creo firmemente que sí deberían de haber sanciones como multas y encarcelamiento a los agresores de animales”, expresa.
“Hace falta también personal que se dedique al área de investigación del maltrato animal y que realmente tenga como esta pasión y dedicación de tiempo, y esfuerzo que se merece ya que muchas veces la gente no voltea a ver estos casos hasta que no se hacen marchas”, dice.
La perrita Bety
Bety Es una perrita que se rescató un 14 de febrero después de acudir a un llamado por parte de un ciudadano, ella tenía muchas lesiones en su cuerpo y no tenía pelo, tenía sarna y era muy agresiva, las heridas que tenía en su cuerpo eran quemaduras de cigarro.
Fue un proceso largo para su recuperación y que volviera a recobrar la confianza en las personas, al paso de un corto tiempo empezó a poder tener un contacto con los humanos de nueva cuenta.
“Se acercaba lentamente a nosotros, pero no procedía a que las dejáramos tocar, posteriormente se fue acercando más, hasta llegar a un momento en que ya era una perrita totalmente irreconocible, muy juguetona y amorosa”.
La adopción
Una de las maneras en que la asociación Patitas Médicas realiza para poder promover la adopción es la utilización de un carro con jaulas para poder exhibir a los perros que están listos para un nuevo hogar.
Es un carro que adaptó una señora de nombre Lorena, quien también desde esa acción busca apoyar a las diferentes asociaciones que realizan el rescate de animales.
Con esta unidad se realiza un pequeño tour o se estaciona en un punto concurrido, y céntrico de la ciudad para que sean adoptados.
Cynthia, una de las colaboradoras explicó que son diferentes las dinámicas que se realizan para poder recaudar fondos y poder así ayudar a más animales, ya que son muchos los gastos que a veces se pueden llegar a tener.
“Tratamos de recaudar fondos siempre buscamos la manera de tenerlos y siempre buscar la manera de obtenerlos y no estar siempre esperando algo”, dice.