Productores agrícolas de Sinaloa hacen oír sus reclamos en Culiacán
Aun con el anuncio de la manifestación, no se prevía la magnitud de agricultores que se movilizarían a Culiacán para exigir precios de garantía de siete mil pesos y ocho mil pesos la tonelada para el maíz y el trigo, respectivamente.
Desde temprano el Centro de Comando, Control, Comunicaciones, Cómputo e Inteligencia, C4i, advirtió a través de su cuenta de Twitter las movilizaciones de productores en diversas carreteras de la entidad, quienes se trasladaron en vehículos particulares y tractores.
El primer contingente en llegar a Culiacán fue el de agricultores de Navolato, quienes arribaron a la zona del aeropuerto aproximadamente a las 11:00 horas, ahí hicieron una pausa para esperar a más productores, y minutos después partieron con rumbo al Palacio de Gobierno.
Pese a ser una manifestación de exigencia, el ambiente parecía un tanto festivo, un desfile que no solo mostró iniciativa por el objetivo, sino el músculo de unos sectores económicos más prominentes del estado.
Los productores a bordo de camionetas, carros y tractores, saludaron a la cámara de Noroeste en las dos transmisiones en vivo que se realizaron, gritaron consignas, hicieron gestos, y enfatizaron la exigencia del precio de garantía en los productos.
Una hora después empezaron a llegar los primeros agricultores a la unidad administrativa.
Al mismo tiempo el C4i continuaba la narración de las avanzadas desde diversas zonas del estado, unas fueron captadas a la altura de la sindicatura de Quilá, en Culiacán; otras en su paso por Guamúchil, Salvador Alvarado; y también por la carretera Culiacán-Navolato.
En total aproximadamente 280 tractores, 250 vehículos particulares entre carros tipo sedán y camionetas, así como ocho camiones de carga, tomaron la avenida Insurgentes a un costado del Palacio de Gobierno, esto apoyado por un operativo de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal.
Durante dos horas retumbó música de banda en bocinas que ya esperaban a los productores en el patio central del Palacio de Gobierno, en simultáneo, trabajadores armaron un templete al pie de una escalinata donde el Gobernador Rubén Rocha Moya daría información sobre la negociación que hizo en Ciudad de México. Muchos esperaban buenas noticias.
La música fue cambiada por consignas dichas en micrófono, reclamos, críticas y denuncias de los principales problemas del gremio agrícola, las cuales fueron interrumpidas por la llegada de Rocha Moya directo del aeropuerto al templete que ya lo estaba esperando.
SE LE SECÓ LA BOCA A ROCHA MOYA
Durante 16 minutos el Gobernador dio una explicación redundante y detallada de las propuestas que hizo meses atrás. Se le secó la boca y le pidió a una de sus asistentes que lo apoyara.
“Dame agua, dame agua”, ordenó.
Rocha Moya es de discursos largos, no solo para los anuncios, sino en general en sus eventos, pero esta vez la paciencia de los presentes se agotaba.
Entre la multitud se escucharon algunos gritos que reclamaban al mandatario estatal ‘ir al grano’, lo que irritó al Gobernador que contestó de mala gana.
“¿Cuánto tiempo hicieron para llegar aquí? Yo necesito explicarles a ustedes porque no me gusta la politiquería, no me gusta que les vayan a decir ‘nombre, qué hacen’, no, me interesa que sepan qué estoy haciendo”, refirió.
“Y si aguantan, aguanten porque tenemos que darle la continuidad hasta aquí”.
Aseguró que en la reunión cerrada planteó exactamente lo que los documentos de los productores decían, pero sus espaldas uno de los representantes agrícolas señaló que no era cierto, haciendo señas con la mano.
“¿Quién dice que no?”, retó el Gobernador.
Esto provocó que algunos productores en el público exigieran que fuera bajado del templete el agricultor opositor a la versión de Rocha Moya, mientras que otros aplaudieron el gesto de negación y que le fuera otorgada la palabra.
“Mire, nosotros la verdad al momento que se hizo la asamblea no nos dejaron entrar, pero nosotros proponíamos que se pagara a siete mil pesos el total de toneladas que se van a producir en el estado de Sinaloa y ocho mil las del trigo”, dijo el productor.
“Y en esa postura estamos, estamos de su lado ¿eh?”.
Ante el reclamo, se caldeó el humor del Gobernador.
“Sí, mire, olvídense de eso”, expresó Rocha Moya generando reflichas de reclamos entre los agricultores.
Los minutos continuaron, y el Gobernador no llegaba al precio de los granos; enumeró una serie de medidas que propuso y que fueron aceptadas, pero nunca llegó el anuncio que esperaban los productores.
Cuando anunció que el Gobierno Federal comprará un millón de toneladas de entrada, y un millón de toneladas de salida, provocó los reclamos de los asistentes.
“Bueno, eso, eso ustedes...el resto, oíganme, el resto debe de comprarlo el mercado”, justificó Rocha Moya.
Las rechiflas continuaron cuando los productores se percataron que el Gobernador no logró el objetivo, establecer precios de garantía superiores a los siete mil pesos por tonelada en el caso del maíz, y ocho mil pesos la tonelada de trigo.
“Esa es la información que yo puedo darles”, comentó el Gobernador.
Tras una hora de reunión en la que escuchó mensajes de apoyo, resignación y reclamos de líderes agrícolas, Rocha Moya se despidió, provocando nuevamente chiflidos.
“Muchas gracias, compañeros, muchas gracias y disculpen ustedes...no ya, ya...no, ya, ya”.
Al terminar, el Gobernador fue abordado por la prensa a quienes respondió que no hay una negativa definitiva de la Federación de otorgar el precio que exigen los productores, y guardó silencio unos momentos cuando se le cuestionó si retirará del cargo a José Jaime Montes Salas, tras las quejas de los productores por su desempeño como Secretario de Agricultura.
“El Presidente respondió a todos los planteamientos que hicimos, lo que ocurre es que esos planteamientos en este momento no nos están haciendo reaccionar al mercado, y lo que necesitamos hacer eso, pero no hay respondido en negativa”, explicó.
Posteriormente el Gobernador fue escoltado por guardias vestidos de civil, hasta su camioneta para retirarse del lugar.
Al mismo tiempo que Rocha Moya abandonó el Palacio de Gobierno, cabizbajos, productores se subieron a sus vehículos y tractores para emprender la retirada hacia sus comunidades.
A su paso dejaron basura de los productos consumidos durante las horas de plantón, y otros repartieron sándwiches y refrescos que prepararon para la jornada.