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Gestión

Presentan guía para combatir la corrupción en órganos internos

El manual de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Estatal y Municipal Anticorrupción plantea el óptimo ejercicio de la función pública para preparar al personal y evitar faltas administrativas

La Secretaría Ejecutiva del Sistema Estatal y Municipal Anticorrupción presentó la guía para la Gestión de Riesgos de Corrupción a fin de combatir actos ilícitos.

El material pedagógico de socialización y divulgación es un manual metodológico de gestión en la detección, prevención y atención de acciones que puedan dañar los intereses como los recursos de diversos Órganos Internos de Control del centro de Sinaloa.

El integrante del Sistema Estatal y Municipal Anticorrupción, Felipe de Jesús Peraza Garay expuso la guía que plantea un ejercicio óptimo de la función pública.

Según Peraza Garay, el programa tiene el objetivo de facilitar la información para el personal de los organismos para evitar incurrir en una falta administrativa, ya sea por omisión o conocimiento.

La titular del Órgano Interno de Control municipal, María Esther Bazúa Ramírez, aseguró estar interesada en apoyar a los organismos mejorando las tareas y el monitoreo de las políticas públicas enfocadas al combate de la corrupción.

“La guía para la Gestión de Riesgos de Corrupción es un documento en el cual haremos compromisos cada uno de nosotros para conocer la metodología de esta guía y además el socializarla con todas las autoridades municipales y estatales que corresponda de acuerdo a cada una de sus funciones”, detalló la funcionaria.

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Dentro del proceso general para la gestión del riesgo de corrupción se contemplan cinco pasos.

En el paso uno de planeación se pide establecer el contexto interno y externo a nivel estratégico, organizacional, cultural y social, entre otros factores, en los cuales tendrá lugar el desarrollo de los procesos institucionales y, que podrían impactar en la gestión de los riesgos de corrupción.

En el paso dos de identificar riesgos se contempla buscar el qué, por qué, dónde, cuándo y cómo los eventos de corrupción podrían afectar el logro de la misión y los objetivos de la organización.

En el paso tres de evaluación de riesgos o análisis de riesgos consiste en evaluar los riesgos de corrupción en términos de consecuencia y probabilidad, real o potencial, en el contexto organizacional existente. Las consecuencia y probabilidad se combinan para producir un nivel estimado de riesgo, que se denomina calificación del riesgo.

“Se trata de comparar los niveles estimados de riesgo de corrupción contra los criterios preestablecidos y considerar el balance entre beneficios potenciales y resultados adversos. Lo anterior posibilita que se ordenen los riesgos de corrupción y se enfoquen los esfuerzos de acuerdo con las prioridades de gestión”, se lee en el documento.

En el paso cuatro de tratamiento de los riesgos se deben desarrollar e implementar estrategias y planes de acción específicos, de costo-beneficio adecuado, para prevenir o mitigar el impacto de los riesgos de corrupción significativos. Aquí se debe monitorear periódicamente el desempeño del sistema de administración de riesgos de corrupción y procurar la detección de cambios que pudieran afectar la efectividad de los controles implementados.

Por último, en el seguimiento de los riesgos se lleva a cabo el seguimiento y monitoreo de los riesgos que permite revisar el avance, el nivel de cumplimiento y los resultados de la implementación de cada una de las estrategias o controles definidos para seguimiento la atención de los riesgos de corrupción.

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