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Pepenadores en Culiacán no tienen para comer debido a la violencia desatada en el Estado

Los trabajadores que recolectan materiales entre la basura del relleno sanitario municipal trabajan al día, y desde que inició la crisis de seguridad en Sinaloa no han podido trabajar como acostumbraban pues no les están comprando los materiales. El comedor comunitario que les atiende necesita donaciones para continuar sus funciones

Trabajadores informales del relleno sanitario de Culiacán que laboran como pepenadores están enfrentando crisis económicas debido a la violencia que registra la capital sinaloense, pues al trabajar al día sus recursos se han visto limitados.

Desde que comenzó la crisis de seguridad el 9 de septiembre los trabajadores han recolectado menos materiales, y los pocos que recolectan no han sido comprados pues se pausaron las actividades comerciales de quienes se encargan de hacer negocios con ellos.

“Desde el día martes se paró las compras porque aparte no estuvo cayendo casi basura porque los recolectores no estaban pasando por las casas entonces era menos basura la que caía. Está complicada la cosa, ellos viven al día”, menciona Esmeralda Quiñones, activista cercana al grupo de trabajadores de la pepena.

“Al no tener dinero para comprarles el material mucha gente deja de juntarlo por el temor de que ahí mismo se revuelva o se pierda, o lleguen personas también a robar porque también vienen personas a robarles”.

Un pepenador es un trabajador informal del relleno sanitario que recolecta materiales de entre los desechos sólidos para venderlos, tales como aluminio, plástico, papel y cartón. Los pepenadores y pepenadoras no tienen un salario, y su sueldo se basa en la cantidad de materiales que logren recolectar y vender durante la jornada.

Algunos no logran tener ahorros, por lo que tienen que trabajar a diario para garantizar el alimento en sus hogares.

Pero desde que comenzó la situación de violencia que atraviesa Sinaloa en relación a una pugna de grupos del crimen organizado se suspendió la compra y venta de materiales recolectados.

Esmeralda opera desde hace meses un comedor comunitario, un espacio instalado a unos metros de las faldas de las montañas de basura que constituyen el relleno sanitario y en la periferia de la colonia ampliación Bicentenario en el que sirve comida por una cuota mínima de recuperación para los pepenadores y sus familias que perdieron la jornada laboral principalmente por enfermedad.

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Con la crisis de seguridad y la situación económica que viven las personas que trabajan en la pepena el comedor ha tenido que operar al máximo de su capacidad, lo que ha ido mermando la comida almacenada.

“Y aunque las cosas vuelvan a la normalidad no se va a recuperar lo que se perdió, los días sin trabajar donde la gente se tuvo que endeudar, donde la gente no pagó deudas atrasadas, y pues en el comedor hoy tuvimos que empeñar algo para acompletar las comidas ya que nada más tenemos legumbres y sopas, pero nos faltan purés, nos faltan muchísimas cosas, tortillas, comprar agua. Hoy casi no estamos cobrando cuota de recuperación porque sabemos que la gente no tiene”, menciona Esmeralda.

Por esta situación la activista solicita a las personas que deseen apoyar a la comunidad de pepenadores de Culiacán se acerquen para donaciones en especie.

“Si alguien nos puede ayudar con alguna donación de alimento que tenga en su casa sería muy bien recibido, aunque sabemos de antemano que las personas la están pasando mal, que están batallando, y más porque la mayoría de las personas viven al día, entonces las personas que más lo necesitan la están pasando mal y no somos la única situación en Culiacán, Sinaloa, pero ojalá las cosas cambien, que mejoren”, dice.

El comedor comunitario abastece al día con alimentos calientes a más de 150 personas.

Para ayudar

El número telefónico de Esmeralda Quiñones es el 667 658 1633