|
Ecología

Observación de aves en Culiacán, una actividad en crecimiento

En las zonas urbanas de la ciudad, el colectivo Charas Sinaloa, nombre inspirado en un ave endémica de la entidad, desde hace dos años lleva un registro de 150 especies, detectadas en diferentes puntos de interés dentro de Culiacán
21/03/2021 19:14

El amor por la botánica y los ecosistemas hizo que naciera en David Lara Bojórquez un gusto por la observación de aves, al detectar las interacciones de plantas con animales y su comportamiento mutualista, quedó sorprendido y fue en ese momento en que investigó más acerca de esto.

Su curiosidad creció cuando al observar una flor de Ocotillo a la que se le acercaban diferentes colibríes, notó que estas aves tenían una relación muy cercana, tanto así que esta especie adapta su pico a la forma de la flor para así lograr el síndrome de polinización.

$!Chipe de Townsend, ave migratoria que llega a Culiacán.
Chipe de Townsend, ave migratoria que llega a Culiacán. ( )

Después de esta inquietud es que nace el colectivo Charas Sinaloa, en cual sus miembros desde hace dos años han llevado a cabo actividades de observación de la naturaleza, especialmente aves.

“Este tipo de interacciones que ve uno en el monte, es lo que hace que la chispa de la duda y de todo este tipo de cosas se prenda y quiera uno seguir aprendiendo sobre esto”, dijo.

Al ir realizando estas actividades poco a poco, el colectivo fue reconociendo las aves que se encontraban en un sitio que frecuentaban mucho, como lo es la zona Cerritos que está colindante al fraccionamiento de Santa Fe.

$!Chara Sinaloense en pleno vuelo.
Chara Sinaloense en pleno vuelo. ( )

Encontramos un lugar detrás de Cerritos, que es un lugar alto donde podemos observar las copas y pues solamente íbamos a caminar, pero empezamos a ver comportamiento de aves de diferentes especies y nos empezó a llamar la atención y así fue como en realidad empezamos a ponerle más atención a este tipo de animalitos”, comentó.

Todo inició con una curiosidad y buscando información en internet es que llegaron a páginas o herramientas con las cuales se puede realizar registro de avistamientos de aves en diferentes puntos de interés dentro de la mancha urbana.

“Nos dimos cuenta que existen herramientas con las cuales se pueden identificar las especies, además puedes llevar un registro de las especies que observamos, entonces así comenzamos”, comentó.

$!Monjita americana y Playero alzacolita.
Monjita americana y Playero alzacolita. ( )

En la plataforma ebird.org, se tienen detectados como sitios de interés cuatro espacios dentro de Culiacán y su zona urbana: Roca Colorada Parque Natural Cerritos con 100 especies observadas, Parque Las Riberas con 124, Jardín Botánico con 148 y Parque Ecológico Culiacán con 49.

En la página de acuerdo a fechas, se encuentran registros específicamente en el Jardín Botánico en mayo de 1972, el conteo fue subido con el nombre de un usuario identificado como Steve West.

En ese entonces se registraban especies como: Cuervo sinaloense, Garcilla bueyera, Cormorán biguá, Charrancito americano y Paloma bravía, las cuales se mostraban en más cantidad.

$!El biólogo, Eduardo Quintero y David Lara miembro del Colectivo Charas Sinaloa, realizando observación de aves.
El biólogo, Eduardo Quintero y David Lara miembro del Colectivo Charas Sinaloa, realizando observación de aves. ( )

Luego los registros en el Jardín Botánico se ven retomados hasta el año 2016 y 2017, donde comienzan a la par con el Parque Las Riberas, para después sumarse en los años 2019 y 2020, Roca Colorada Parque Natural Cerritos y el Parque Ecológico Culiacán como sitios de interés con listas de especies.

David explicó que este es un trabajo de mucha paciencia, que ellos combinaron el gusto por la fotografía de naturaleza con la observación de aves y así con herramientas como binoculares es que empezaron con un trabajo de registro de aves.

Con la captura de imágenes de estas aves se pudo llevar a cabo la identificación de las especies de las aves y así se pudo realizar el registro.

“Así como un mero hobbie es como empieza Charas Sinaloa, entonces así a través del tiempo en ese mismo sitio, generamos un sitio de interés que así se le llama a la locación que creamos en ebird que es la plataforma en la que trabajamos y así es como poco a poco hemos ido nutriendo estos listados nuestros personales y así es como en realidad nace el interés”, comentó.

De acuerdo al registro y trabajo que han realizado, David Lara señaló que así fue que cada año notaban cambios de las especies que se observaban ya que de acuerdo a las temporadas influía mucho en las aves que aparecían.

“A partir de esto, nos dimos cuenta que existen aves migratorias que viene y van, dependiendo del invierno y la primavera, a partir de ahí es que dijimos si llevamos un registro fin con fin, semana con semana, nos podemos dar cuenta cuáles son los cambios de especies, tanto de ese sitio en específico o como el parque Las Riberas”, señaló.

Especies de aves

Dentro de su registro personal, David Lara, detalló que tiene alrededor de 150 especies diferentes detectadas en distintos puntos de interés, en Sinaloa detalló se podría tener un aproximado de 500 especies de aves.

Lo que se busca con todo este trabajo es la conservación del medio ambiente y las áreas donde viven estas aves, también se pretende formar una guía de aves donde se detalle su importancia en los ecosistemas.

En la plataforma hay especies que sobresalen más de acuerdo a que en el listado tienen un mayor número de conteo o que se han visto más por las personas que suben los datos y se dedican a la observación de aves.

En Roca Colorada Parque Natural Cerritos, las especies que mayor número se tienen son: Chara de Beechey, Golondrina aserrada, Camachuelo mejicano, Urraca carinegra y Zopilote negro.

En otro de los sitios como el Parque Las Riberas, las especies que mayor presencia tienen son: Zanate mexicano, Chingolo arlequín, Garcilla bueyera, Golondrina, Garceta grande, Gorrión común y Focha americana, son de las principales.

También en Jardín Botánico, otro de los sitios de interés se tiene detectadas en mayor cantidad aves como: Cuervo sinaloense, Gorrión común, Zenaida aliblanca, Cormorán biguá, Semillero Torcaz y Garcilla bueyera.

En los trabajos de campo que se han realizado durante estos dos años, el colectivo se encontró con la curiosidad de que existía población de una especie en específico que es la Chara Sinaloense, de la cual tomaron su identidad debido a que es una especie endémica.

“Es de la región no se distribuye en otra parte de México, más que precisamente en el noroeste del país, especialmente en Sinaloa, esta especie es una de las que consideramos porque se encuentra en peligro de extinción, es una de esas especies importantes y nos dimos cuenta que existía y empezamos a tomar consciencia de que es importante conservar los espacios para que estas especies puedan sobrevivir”, comentó.

Detalló que esta ave es característica por sus colores, aparte de que tiene una gran belleza, en el caso de esta especie dijo, es dispersora de ciertos frutos y un elemento clave dentro del ecosistema.

“Al ser especies en peligro de extinción cualquier cambio mínimo que pudiera suceder dentro de un ecosistema puede hacer que esta desaparezca, el hecho de que desaparezca de un punto prioritario es importante, de que haya la posibilidad de que no la volvamos a ver en ese sitio”, expresó.

La flora, dijo influye mucho en el tipo de especies ya que de ahí surgen los alimentos para las diferentes especies, explicó y puso de ejemplo el perico frente naranja que tiene un relación muy íntima con lo que los son los copales o las brucelas, por lo que esta especie está más presente donde existe este tipo de vegetación.

Modo de trabajo

En cuanto a los métodos que se utilizan para realizar las jornadas de registro dijo, existen dos: de desplazamiento y con punto de observación.

“Aquí en Las Riberas solemos hacer el punto con desplazamiento que es partir de un punto a otro... vamos haciendo listas en una plataforma que se llama ebird.org y vamos registrando las especies que vamos viendo en el camino, tanto número y tipo de especies que logramos ver y así hacemos ese levantamiento”.

“Pero por otro lado, también está el método estacionario, en el que delimitamos un punto de observación, esto por ejemplo lo realizamos en Cerritos, en este método solo llegamos a un punto en específico y realizamos listas de 15 minutos, para poder ser más precisos con nuestras observaciones y ahí sino nos movemos para poder ser más precisos hacia nuestros alrededores para detallar la cantidad de aves que lleguen al punto”.

Riesgos de las especies

Los principales factores dañinos que pueden tener las aves dijo, son los cambios de uso de suelo de los ecosistemas, la intervención de los humanos, explicó que esto hace que se vayan perdiendo la vegetación de distintos sitios en conjunto con la perturbación antropogénica y también los depredadores naturales que capturan otras aves, pero esto último detalló, es un proceso natural.

Detalló que la aves también son muy susceptibles al cambio climático, dijo que situaciones donde se presenten veranos extremos o los inviernos se prolonguen pueden afectar al desarrollo de las aves, en el sentido de las aves migratorias, ellas vienen a recibir un mejor clima aquí en los trópicos, así que este tipo de cambios sí pueden engañarlas un poco y generar ciertos problemas, explicó.

David Lara detalló que algo que les llama mucho la atención cuando empezaron a detectar que llegaban aves migratorias a la ciudad, fueron la variedad de Chipes, las cuales son aves muy pequeñas que vienen de Norteamérica, muchas son muy coloridas y hermosas, dijo.

Un caso muy curioso, fue el hallazgo de un búho virginiano migratorio, el cual es muy difícil de observar en Sinaloa, detalló que en esa ocasión se encontraron un nido y a un pareja de estas aves, hecho que les provocó mucha mucha felicidad.

Para David esto es poner un granito de arena para extender los conocimientos, ya que de profesión no es biólogo o especialista en estos temas, pero esto es algo que le ha llamado la atención y ha ido desarrollando con mucha pasión y amor por la naturaleza.