No siempre las exploraciones terminan bien; exploradores culichis son atacados a balazos
El escenario que muestran, a veces parcialmente iluminado por las lámparas, te hace pensar que es muy probable que Los Primos Urbex anden en terrenos con características muy similares a los que usa el crimen organizado para cometer sus ilícitos, para esconder droga, para torturar o para realizar sus transacciones.
Viene otro vehículo, ahora detrás de ellos. La indicación es la misma: No pasa nada.
Julián saluda con un sonido muy similar a quien intenta de silbar con la boca totalmente seca, sin saliva.
En el fondo hay luces y pese al zoom no da más que una imagen que te hace imaginar que hay personas cocinando droga.
Luego todo empeoró, porque Omar acaba de ver cómo hay dos personas que vienen corriendo hacia ellos.
Julián, que no pudo sacarse una espina de su teni, tiene que contener el dolor en cada zancada, mientras buscan dónde esconderse.
El miedo los lleva a adentrarse en la oscuridad, pese a que hay indicios de que personas han visitado el lugar por ahí. La lámpara muestra sólo un círculo visible de una silla, los restos de una fogata y basura, más allá unos hilos de arroyo que son el mismísimo río Culiacán, pero adelgazado por el terreno.
El escape, entre sonidos de motocicletas, voces por radios y disparos a lo lejos, no es algo que hagan por primera vez.
Balas, por acercarse demasiado
Julián Jiménez, 31 años, y quien es originario de Culiacán, comenzó antes de la pandemia en el mundo de los exploradores urbanos, las transmisiones en vivo y los canales de YouTube.
Se repuso de una carrera trunca para aprender edición y hasta una manera singular de conducir los productos audiovisuales que ofrecen Los Primos Urbex.
Le acompaña, desde que se independizaron de Urbex MX, Omar González, de 36 años, otro culichi que tiene título de ingeniería industrial y de sistemas, que luego se aburrió de las ventas y terminó realizando exploraciones urbanas en busca de evidencia de casos paranormales.
Pero la adrenalina los ha llevado más allá, sobre todo aquí en Culiacán, que muchos pensarán que era cuestión de tiempo: hace un par de semanas Omar bajó malherido por el rozón de un balazo que alguien le disparó entre la oscuridad.
Hoy, después de tres años de experiencia, Julián y Omar han reportado hallazgos como restos de armas de fuego, un silenciador, accesorios tácticos y hasta una granada sin estallar.
También restos animales asesinados en lo que parecen ser rituales, evidencia de santería y hasta un cráneo humano dentro de una hielera abandonada en el río.
Cómo nació el proyecto de Los Primos Urbex
Julián es el que tiene mayor experiencia en las redes, pero hacía otro tipo de contenido, más bien eran canales o fan pages dedicadas a bromas o sketches.
“Llegó el punto de que yo quería estar en redes que aprendí a editar, aprendí a hacer muchas cosas y me dije: ¿sabes qué?, me voy a poner a producir, en vez de salir a cámara, porque no soy muy fan de salir a cámara, y sí, un amigo me contactó con un muchacho que hacía esto”, recordó.
“Me encargué de la redes y me daba un porcentaje, hasta que un día le dije: ¿que puedo ir contigo?, me dijo que sí y le agarré gusto.
El Killer, con quien colaboraba, decidió cerrar su canal.
“Cuando decidió parar, le dije: ¿oye wey, crees que yo puedo hacer un canal?, y me dijo que sí”, explicó, “le dije a otro amigo, ¿sabes qué wey?, tengo otro proyecto, porque yo le ayudaba también en sus redes, pero él hacía también bromas, así que me dijo: sí wey, a darle, hicimos una página anterior a esta y pues le dimos un año y la verdad sí nos fue muy bien”.
Esa es la que se llamaba Urbex MX.
A lo largo de un año les funciona, pero luego decidieron tomar caminos diferentes.
“Todo el tiempo yo lo miraba (en las redes), y aunque somos familia casi no nos hablábamos”, dice Omar, quien está casado con una prima de Julián.
“Fuimos a viajes juntos, y no había tanta convivencia”.
Omar recuerda que desde niño siempre le gustó el tema de lo paranormal y los espantos. El cómo la oscuridad siempre ha estado presente en el terror.
Se considera, además, una persona sensible, que puede sentir presencias.
“Estaba chiquito y yo andaba con una radio, de esas que se movían las estaciones con perilla, y ese era el único radio de la casa que agarraba una estación, porque teníamos un modular y un estéreo, escuchaba La Mano Peluda, y desde chiquito siempre traía la curiosidad, con ese tema, con las personas mayores”, señaló.
Cuando vio que Julián cambió de socios, luego de colaboradores y al final de temática, decidió llamarle, alentado por su esposa.
Primero iba como invitado.
Era el primer en aceptar los retos y se proponía para el día siguiente.
“Cuando íbamos los tres, como yo siempre he sido más curioso, ando buscando, viendo, qué se aparece, qué hay”, aseguró.
A lo largo de tres años han sumado cientos de videos de la mayor parte del país como Mazatlán, Tepic, Guadalajara, Guanajuato, San Luis Potosí, Ciudad de México, Monterrey, Tijuana, Mexicali, y les ha tocado explorar cosas tan extraordinarias como las ruinas de un avión abandonado que se estrelló.
Se han encontrado un silenciador, una granada, partes de fornituras, un paquete que parecía droga, mangueras que indicaban laboratorios de drogas cerca, una rata destazada, evidencia de santería.
“Encontramos una hielera, que la encontramos en el río, y estaba toda encintada, como que tenía mucho ya ahí, y nos ganó la curiosidad, la abrimos y tenia como una muñeca, pero roja, con el pelo todo feo, todo mochado. Era brujería, pero lo más impresionante era que tenía el cráneo de una persona”, recuerda Julián.
“Lo reportamos a la policía, pero quién sabe qué pasaría. Olía horrible, apestaba machín, como que estaba concentrado, quién sabe qué otra cosa le echarían; ya nos íbamos, no sé por qué nos regresamos otra vez y la vimos”.
Otro caso fue que hallaron el cadáver de un bebé en una maleta.
Exploraciones peligrosas
En su huida, tanto Julián como Omar tenían que enfrentarse a los peligros del monte, pero en la oscuridad.
Después de haber dejado atrás a quienes los perseguían, ahora tenían enfrente, también en medio de la oscuridad y luego de un kilómetro de paso apresurado y carreras, pudieron divisar a otras personas reunidas. Creyeron que podían ser de los mismos, pero prefirieron pasarlos de largo, ignorarlos.
Al llegar al puente que los llevaría a la civilización tuvieron que atravesar de nuevo el río.
En algún momento pensaron haber visto un caimán, otro de los peligros.
“Nuestras exploraciones son peligrosas, no cualquiera va a los lugares a donde nos metemos”, dice Julián con seriedad.
“Es una adrenalina que no te puedo explicar, cuando sabes que en cualquier momento puede pasar algo, que cada paso que das es algo que no sabes ni qué va a pasar, a mí es lo que me gusta mucho”.
“Sí, se emociona mucho uno”, agregó Omar.
Julián asegura que es importante ofrecer algo diferente.
“... los otros van y dicen que grabaron a una bruja, y nosotros no, nosotros vamos a cementerios y nada, nada, escuchamos cosas, pero nada más”, dijo.
Omar aclara que tampoco son de los que hacen rituales o invocaciones.
“Nada eso, no lo hacemos porque uno: no le sabemos, dos, sabemos que no es un juego y muchas veces al hacer eso, aunque no sepas, puedes hacer o decir algo, puedes abrir un portal y ¿cómo le vas a hacer, si no sabes?”, explicó.
Sin embargo aclararon que sí les han ocurrido cosas o han escuchado ruidos inexplicables, que no han podido grabar.
A ambos se les preguntó que si por qué buscan lugares en donde es posible que haya miembros del crimen organizado.
“Tú sabes que están por todos lados, están cuidando”, señaló Julián.
- Pero ¿ustedes no van a eso, o sí?
No.
- Se los pregunto por las características de los lugares a donde van, aunque en Culiacán es cualquier parte que esté sola. Por ejemplo, le dieron el balazo a Omar, ¿por qué pasó?
Lo que podemos decir es que nos acercamos mucho a una zona donde no deberíamos acercarnos. Últimamente había habido muchos policías, dicen ellos que se sintieron un poco más amenazados y nos empezaron a tirar.
Es que tú ves una luz, y ves una gigante grande, donde nadie se mete nunca, nosotros escuchamos balazos desde antes, como que nos estaban tirando advertencias.
Cuando Julián respondió esta última pregunta, tocó un punto que cualquiera de sus seguidores pudo constatar si vieron los videos inmediatos tras el incidente con Omar en el monte: Julián regresó a hablar con los agresores.
El video que se titula “Voy a reunirme con quienes nos d1sp4raron” inicia con Julián recogiendo su equipo para grabar, luego una voz que le cuestiona con cierta autoridad qué es lo que trae en las manos, cerciorándose de que no fuera un arma, un fusil. En 33:39 minutos, Julián explica mientras graba su recorrido de vuelta lo que pasó en la reunión.
Hay otros videos que explican cómo otro grupo de personas armadas golpeó a un compañero que los acompañaba en una exploración en la zona rural del norte del municipio, cómo han escapado de punteros y hasta de vehículos haciendo recorridos, acciones evidentes de que los buscaban.
Una actividad en auge, pero que tiende a morir
Julián y Omar aseguran que sólo en Culiacán hay unos 20 generadores de contenido que se dedican a la exploración urbana.
Ya sea a través de YouTube, Facebook o TikTok, los generadores de este tipo de contenido ganan dinero a través de las reproducciones y acciones como likes, compartidas u otro tipo de interacción.
Sin embargo, cada plataforma tiene sus reglas, y en el caso de YouTube y Facebook mantienen reglas muy estrictas para detalles tan comunes como el lenguaje altisonante o soez y la visibilización de hechos violentos o sus consecuencias.
Si alguno de los usuarios de la plataforma rompe alguna regla, la contabilidad se puede suspender y con ello la producción de dinero, además de hacerse acreedores a sanciones, como no monetizar tus productos por varias semanas o meses.
“Yo creo que esto es momentáneo, no lo veo yo a un largo plazo. Una, porque la mayoría lo hace por dinero, lo hace por dinero y ahorita, últimamente, de 10 exploraciones que hacemos, siete están monetizadas total. Te las monetizan como hasta los días, pero ya que se perdió todo el alcance de esa transmisión, entonces ya económicamente, no está redituando”, opinó.
“Como ahorita, nosotros, no estamos cobrando un solo peso, y estamos dándole porque nos gusta, hay mucha competencia, si se le puede decir así, que va a notar esto y va a dejar de hacerlo”.
Omar explicó que hay muchos exploradores con los que coincidían, pero ya dejaron de hacerlo porque los desmonetizaron.
“Hace poco uno me dijo que le habían reactivado a uno la monetización, pero estaba renegando, porque no tenía el mismo alcance y su canal había perdido fuerza”, explicó.
Sin embargo, los primos están convencidos de que sus decisiones intrépidas y temerarias puede ofrecer un producto muy original y la permanencia por un buen tiempo en el auge de los consumidores de las exploraciones urbanas en internet.
“Yo siempre he dicho, para todos salen el sol y nosotros decimos si no nos ven en vivo, no pasa nada, porque sabemos que esto que hacemos nosotros no es nada fácil, hay gente que a lo mejor no lo hace tan peligroso como nosotros, pero es algo que se está exponiendo”, recalcó Julián.