Niños podrían tener más energía con alimentación saludable, señala especialista
A partir del sábado 29 de marzo, la venta de alimentos ultraprocesados quedó prohibida en escuelas primarias, secundarias y preparatorias en México, como parte del programa del Gobierno Federal “Vive saludable, vive feliz”.
Con esta estrategia que promueve un estilo de vida saludable, las cooperativas de las escuelas ya no pueden vender alimentos y bebidas con sellos de advertencia de la Secretaría de Salud, pizza, leches saborizadas, pasteles, jugos de caja, refrescos, o bebidas gasificadas.
Al respecto, Dominic Tirado, nutrióloga con estudios en psiconutrición y salud intestinal, indicó que ante el cambio, uno de los efectos a corto plazo es el descontento de los estudiantes y padres de familia.

“Una resistencia inicial, es esta resistencia al cambio, que hasta cierto punto es normal, porque venimos de una cultura donde estamos muy acostumbrados al consumo de productos ultraprocesados”.
Resaltó que era importante que hubiera una medida tan radical en el País, con el aumento de enfermedades crónicas en menores de edad, relacionadas con el alto consumo de alimentos altos en grasas y azúcares.
Según la Secretaría de Salud del Gobierno de México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del 2020, reveló que en ese entonces, el 74.1 por ciento de los adultos en el País tenía sobrepeso u obesidad, con mayor prevalencia en el grupo de edad entre los 30 a 59 años.

Como una manera de reforzar la educación nutricional, la especialista llamó a que las familias y las instituciones tengan el acompañamiento de nutriólogos, para recibir la orientación necesaria.
“A mediano plazo, una vez que no haya productos ultraprocesados todo el tiempo y que haya opciones más naturales, más completas, más balanceadas, habrá una modificación en los hábitos de alimentación... le aporta otros nutrientes que anteriormente no le aportaba” explicó.
Con la modificación en los hábitos, Dominic aseguró que los niños y adolescentes podrían tener más energía y por lo tanto, un mayor rendimiento en sus actividades, aunque también podría haber repercusiones en la conducta alimentaria.
“La prohibición, ¿qué nos trae?, más ganas de comerlo, la prohibición nos trae otros problemitas, no es lo mismo que educar, no es nada más quitar las cosas, sino que también, si lo vamos a hacer, saber en qué momento, bajo qué contexto y que cantidades hacerlo”.
Consideró que de tener resultados positivos “Vive saludable, vive feliz”, en México habría una reducción en los casos de enfermedades de origen metabólico, como la resistencia a la insulina, altos niveles de colesterol y diabetes.
Por lo que recomendó que para el almuerzo, los estudiantes consuman yogures naturales, quesos, galletas de arroz, frutas, verduras o frutos secos como almendras y cacahuates.
Por otra parte, Ana Cristina que atiende la cooperativa de una escuela primaria en Culiacán, indicó que tuvo que hacer una investigación para saber qué alimentos podría vender, ante la prohibición de comida chatarra.
Consideró que con el tiempo los niños podrían adaptarse a la medida; sin embargo, en la actualidad, se resisten a consumir alimentos saludables.
“Es un poco difícil, ya que los niños todavía no lo aceptan, desde su casa ya traen hábitos, que a lo mejor comen otra comida, entonces, están muy renuentes, de un alumnado de 300 niños, a lo mejor 100 niños o menos, se acercan a comprar ahorita”.
Anteriormente, en la cooperativa de Ana Cristina los infantes podían comprar sandwiches de crema de avellanas, de pan blanco y otros platillos que no eran de pan integral.