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Historia

María Elena vende helados a los niños que visitan el Zoológico de Culiacán

Hace una década llegó a la zona, ayudando a vender juguetes y fruta con comerciantes locales y ahí se dio cuenta que los mejores clientes son los infantes

CULIACÁN._ María Elena Ceniceros Pérez llegó al Zoológico hace una década, cuando comenzó ayudando al “Tigre”, un vendedor de juguetes que tiene años en la zona, atendiendo a los clientes y a acomodar la mercancía.

Dijo que lo hizo porque quería un trabajo y con el tiempo, se fue adaptando a ver a las personas que pasaban a ver a los animales que estaban del otro lado de la pared.

Después se fue con “La güera”, una mujer de mediana edad que también tenía su fama en el lugar, pues día tras día estaba bajo la sombra de su paraguas naranja y picando la fruta que iba a vender.

“Empecé ayudándole al señor de los globos y de ahí con el Bonice”, dijo María Elena.

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Después de seis años quiso intentar por ella misma, pero en la venta de los helados, ya que se dio percató que las infancias son los mejores clientes. Fue a que le dieran un carrito, uniforme y casualmente, le asignaron el área del zoológico.

Al principio caminaba alrededor de la zona, recorriendo el parque Constitución y sacando el diario, hasta que se fracturó el tobillo hace más del año al caer de unas escaleras. Después la operaron, pero ya no fue la misma.

“Antes andaba por la calle, calle pa’ calle, pero ya que me fracturé el tobillo, ya no”, comentó.

Como ya no pudo recorrer las calles, decidió establecerse en el principio, con el ‘Tigre’ y ‘La güera’ que desde siempre han sido amables con ella.

Siguió atendiendo, pero esta vez con un nuevo compañero, Simón o como el se adjudica “El soldado del amor”.

“Me gusta atender a la gente, a los niños, me motiva estar con los niños”, expresó Ceniceros Pérez.