Madres buscadoras sospechan que ya no solo hay desaparición de personas, sino también secuestros en Sinaloa
Las personas desaparecidas durante la crisis de seguridad que enfrenta Sinaloa podrían no solo ser víctimas de desaparición, sino también víctimas de secuestro.
María Isabel Cruz Bernal, lideresa del grupo Sabuesos Guerreras, apuntó que hay casos en los que se pide dinero a las familias víctimas de desaparecidos pero que esto no garantiza que sean liberados con vida.
“Yo ya hasta dudo que sea la delincuencia (organizada) que esté desapareciendo a los jóvenes, más bien creo que son los aprovechados que los levantan y están pidiendo su rescate, y creo que hay mucho aprovechado en ese tema”, dijo.
Señaló que los montos con los que son extorsionados los familiares van desde los 150 mil a los 180 mil pesos, pero que sus familiares no han aparecido.
“Han familias que lo han pagado, pero su familiar todavía no aparece”, expuso.
Desde el pasado 9 de septiembre inició una crisis de seguridad en Sinaloa que ha dejado al menos 159 desaparecidos y 129 personas fallecidas, de acuerdo a datos de la Fiscalía General de Estado.
La crisis inició con un enfrentamiento en Culiacán entre dos grupos, ahora rivales, dentro del crimen organizado.
Para Cruz Bernal la pugna entre ambas facciones empezó con la desaparición forzada de personas desde el mes de agosto, pues los perfiles de los desaparecidos apuntaba a hombres adultos, y el perfil promedio de las víctimas son hombres jóvenes.
“En los últimos días (de agosto) se levantaron a personas mayores en las colonias en las que están siendo las desapariciones, entre 45 y 60 años. Como que ellos eran los jefes de las plazas y ellos pusieron a todos los jóvenes, porque ya de ahí se vino el levantadero de jóvenes”, dijo.
También señaló que desde el Servicio Médico Forense se han registrado cobros irregulares por parte de los funcionarios a las familias víctimas de desaparición.
“Los investigadores están haciendo de las suyas para que haya más investigación y eso nos preocupa también. Tengo familias que han llegado a nosotros con esa (denuncia). No nos dan cantidades pero me dicen ‘oiga, es que me están cobrando el ADN, es una prueba muy cara’. Tengo una familia que me dijo que les estaban cobrando 150 mil en Mazatlán por un ADN, entonces sí es preocupante eso”, acusó.