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Comercio

Ley Seca podría generar pérdidas hasta 60% en restaurantes y comercios, señala especialista

A su vez, recalcó que esta decisión provoca pánico entre los consumidores, quienes empiezan a comprar alcohol desde dos días anteriores a las elecciones, creando un mercado negro y aumentando el riesgo de consumo de productos no regulados

La suspensión de venta de bebidas alcohólicas durante la jornada electoral del próximo 2 de junio, podría generar una pérdida económica significativa para el sector empresarial de entre un 40 y 60 por ciento, de acuerdo a los reportes de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, señaló la especialista en mercadotecnia, Ligia del Carmen Cosío Cabanillas.

La investigadora de la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Autónoma de Sinaloa expuso que la implementación de la llamada “Ley Seca” ha sido criticada por no haber un impacto negativo relacionado con el consumo de alcohol en esas fechas.

En Sinaloa, a través de un comunicado de prensa, Gobierno del Estado informó que la llamada Ley Seca es en cumplimiento con lo establecido en las leyes electorales, tanto federal como estatal y será a partir de las 20:00 horas del sábado 1 de junio que se suspenderá la venta de bebidas alcohólicas.

En excepción a esa medida, los establecimientos con giro comercial de restaurantes ubicados en la zona turística y centro histórico de Mazatlán les permitirán vender alcohol en un horario desde las 09:00 horas hasta las 24:00 horas, pero únicamente acompañadas estas bebidas de alimentos.

En contraste con lo esperado, señaló la especialista, la restricción genera que las personas busquen alcohol adulterado o recurran a los “aguajes”, induciendo un comportamiento de psicología inversa, donde la prohibición incita a la población a buscar formas alternativas de adquirir las bebidas.

Esta situación, explicó, no solo pone en riesgo la salud pública, sino que también afecta directamente a los trabajadores del sector servicios, como meseros y meseras, quienes experimentan una reducción en sus ingresos debido a la disminución de las “propinas voluntarias”, ya que los clientes tienden a gastar menos.

“Este fenómeno también provoca pánico entre los consumidores, quienes empiezan a comprar alcohol desde dos días anteriores a las elecciones, creando un mercado negro y aumentando el riesgo de consumo de productos no regulados”, expresó.

Otro aspecto a destacar, continuó, es el cambio en el comportamiento de la población en áreas rurales, ya que las personas optan por almacenar alcohol en sus hogares y consumirlo en privado, situación que afecta tanto a las ventas de pequeños negocios locales, y altera la dinámica social y comunitaria.

Por ello, subrayó que, la Ley Seca en el curso de los comicios, lejos de cumplir su propósito original, muestra tener repercusiones económicas, laborales y sociales negativas.