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Las recomendaciones alimentarias muestran oportunidades para el campo de México

Las recomendaciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) difieren de los patrones de consumo actuales, lo que abriría nuevas potenciales oportunidades de exportación a los productores de México y de Sinaloa en particular.

Según un reporte del Servicio de Investigación Económica del USDA, los patrones de alimentación de los consumidores estadounidenses difieren de las recomendaciones federales para muchas categorías de alimentos, tanto así que hay grandes volúmenes de producto que potencialmente podría incrementarse para abatir esos déficits, pero eso implicaría cambios significativos en el consumo de la población.

Los investigadores del USDA, el Servicio de Investigación Económica (ERS) y la Universidad de Georgia examinaron los patrones de dieta en función de la densidad (cantidades de alimentos consumidos por cada 1000 calorías) utilizando los últimos datos de la encuesta nacional de consumo de alimentos disponibles recopilados en 2017-18. Compararon las densidades de consumo promedio de 17 categorías de alimentos con lo que se necesitaría para cumplir con las recomendaciones de las Guías Alimentarias para los estadounidenses, asumiendo una ingesta de 2,000 calorías.

Las densidades de consumo total promedio para 11 categorías de alimentos cayeron más del 20 por ciento fuera de los niveles recomendados, con granos integrales más del 70 por ciento por debajo de la cantidad recomendada. Los granos refinados, por otro lado, tuvieron una densidad de consumo de más del 85 por ciento por encima del nivel recomendado. Las densidades de 6 categorías de alimentos estuvieron dentro del 20 por ciento del rango recomendado.

En general, los alimentos comprados en tiendas de abarrotes, supermercados y minoristas para preparación en el hogar, tenían densidades de consumo más acordes con las recomendaciones dietéticas que los alimentos obtenidos de fuentes comerciales fuera del hogar (principalmente restaurantes y establecimientos de comida rápida).

Sin embargo, el estudio también encontró que, los restaurantes y los lugares de comida rápida se han vuelto cada vez más importantes en la dieta de los consumidores. Entre 1977 y 2018, la proporción de energía alimentaria proveniente de la comida rápida aumentó del 5.9 al 16.3 por ciento, y la participación de los restaurantes se duplicó con creces, del 3.3 al 7.8 por ciento. Esto es relevante porque se encontró que los alimentos de restaurantes y lugares de comida rápida fueron más bajos en varios nutrientes por ejemplo de fibra, calcio, hierro, frutas, productos lácteos, cereales integrales, frutos secos, semillas y productos de soya, y más grasas saturadas, sodio y granos refinados.

Dentro de las categorías que ofrecen áreas de oportunidad se encuentran todos los vegetales, particularmente aquellos vegetales verdes, pero en general todos los vegetales están por debajo de lo recomendado para una ingesta diaria. Tanto para el consumo dentro del hogar, como aquel fuera del hogar, que como se comenta es lo que se consume en restaurantes y otros establecimientos de comida rápida. Por lo que hay una amplia oportunidad para incrementar los volúmenes de vegetales comercializados tanto a los minoristas y supermercados como a los distribuidores que surten a los establecimientos de comida preparada.

Otra categoría que esta desatendida tanto en el consumo en el hogar como en los establecimientos de comida preparada son las frutas, aunque en menor medida que los vegetales, por lo que se visualizan importantes oportunidades de abastecer esa potencial demanda, si es que los hábitos de consumo se modifican hacía dietas más saludables.

Este reporte indica que puede haber oportunidades de incrementar las exportaciones de frutas y verduras frescas, congeladas, secas y semiprocesadas, esas que necesitan incrementar en las dietas de los consumidores de Norteamérica, pero para lograrlo es necesario incrementar la disponibilidad de alimentos, tanto en su oferta como en los precios accesibles, además de que se invierta en la promoción y en el cambio de habito de consumo. Estos hábitos puede que se modifiquen a raíz de la pandemia de Covid 19, donde las personas que tenían enfermedades relacionadas con problemas en la alimentación como la hipertensión o la diabetes tuvieron mayores riesgos de morir a causa del virus.

También los gobiernos se verán en la necesidad de hacer inversiones en la modificación de patrones de consumo ante el incremento de los costos del sector salud, impactando por la epidemia de enfermedades que pudieran prevenirse con una alimentación más saludable y equilibrada, por lo que esperamos que esta confluencia de tendencias, puedan llevar una mayor demanda para los alimentos en los que México es altamente competitivo, ya lo hemos visto con tomate, luego y el aguacate y ahora las berries, por lo que este sector todavía pudiera crecer de manera importante en el futuro.

Este reporte se extrajo del informe ERS Calidad dietética por fuente de alimentos y datos demográficos en los Estados Unidos, 1977–2018, publicado en marzo de 2023.

Fuente: https://www.ers.usda.gov/data-products/chart-gallery/gallery/chart-detail/?chartId=106562