Laboratorios clandestinos del crimen organizado afectan al Mar de Cortés
De acuerdo a estimaciones contenidas en la investigación Región Mar de Cortés, de 2012 a 2022 se han derramado 1.6 millones de kilogramos de residuos contaminantes derivado de los laboratorios clandestinos
31/05/2023
La región costera que abarca el Mar de Cortés se ha visto afectada por las actividades del crimen organizado en la zona a niveles de impacto ambiental y de marginación social, derivado de la instalación de narcolaboratorios, el consumo de drogas en los sectores, así como la comercialización de especies marinas en el mercado negro.
Estas problemáticas se han asentado en los campos pesqueros de la zona, afectando un sector históricamente precarizado y vulnerable.
Lo anterior fue revelado en la investigación “Región Mar de Cortés, amenazas sociales y ambientales del crimen organizado”, realizada por el periodista de investigación Francisco Cuamea e impulsada por Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional.
La investigación fue presentada en un evento en el Auditorio Deutsche Bank del Jardín Botánico de Culiacán, en el que se contó con la presencia de especialistas en las áreas de salud, pesca y medio ambiente para comentar los hallazgos de la misma.
“Este reporte básicamente cuenta la historia de la fiesta que ha protagonizado el crimen organizado en los últimos años, nos concentramos en la metanfetamina, y no solamente la fiesta del crimen organizado sino lo que ha dejado en estos 10 años, a lo que le llamamos la huella ambiental y la huella social”, presentó el periodista Francisco Cuamea.
La investigación, que abarca desde el año 2012 al 2022, destaca que apartir del año 2012 los cárteles de droga mexicanos migraron de la comercialización de la marihuana a la producción de drogas sinteticas, y además incursionaron en el mercado negro de especies marinas en peligro de extinción.
Considerando únicamente los narcolaboratorios de metanfetamina detectados por la Secretaría de la Defensa Nacional, que fueron 974 de 2012 a 2022, se habrían derramado 1.6 millones de kilogramos de residuos contaminantes en el territorio del Mar de Cortés.
“Una vez que estos productos entran en contacto con el suelo y van hacia los océanos es muy difícil darle la trazabilidad, estamos teniendo nosotros ríos subterráneos, hablamos de otro problema sumado a los mares”, lamentó el especialista medioambiental Xicoténcatl Vega Picos.
Por otra parte, se expone que desde 2016 el crimen organizado ha penetrado en actividades pesqueras, comercializando especies en peligro de extinción o protegidas, sobre todo en la pesca de totoaba, camarón y langosta.
“De manera similar al control de la producción de marihuana y amapola en las montañas de la Sierra Madre Occidental, los grupos de crimen organizado inicialmente presionaron a los pescadores para que solamente les vendieran sus productos a ellos. Estos les imponían el precio, que solía ser más bajo que los del mercado. Luego comenzaron a comercializar las especies que compraban en las industrias de procesamiento, también imponiendo sus precios con intimidación. No ha habido resistencia”, se establece en el reporte.
A la par del fortalecimiento de las actividades ilícitas relacionadas con el crimen organizado en la región, ha aumentado el deterioro del tejido social en las comunidades pesqueras y se ha acentuado el consumo de estupefacientes en los residentes de las zonas.
“De acuerdo con un análisis de datos de la Secretaría de Marina, las incautaciones de metanfetamina por parte de la Guardia Costera en 2012 se mantuvieron entre los 12 y 16 kilos en las inmediaciones de las comunidades pesqueras de los cinco estados que conforman la región del mar de Cortés. A partir de 2018, la irrupción de la metanfetamina fue más notoria, con incautaciones mayores y de manera sostenida: un incremento del 100 por ciento ese año. En 2019 se incautó 16 veces más cristal respecto al año anterior. En 2020 apenas tuvo una reducción del 9 por ciento, para volver a dispararse cuatro veces más en 2021”, se expone en cifras en un fragmento del reporte escrito de la investigación.
La doctora Martha Alicia Torres Reyes, especialista en el tratamiento de adicciones, lamentó que el consumo de drogas no es un tema que afecte a una única rama de la sociedad, sino que alcanza esferas tales como la educación y la economía.
“No podemos decir hasta aquí es de salud pública, hasta aquí es de educación, hasta aquí es de seguridad, no. Van estrechamente relacionados de manera dinámica. Le tenemos que apostar a una política de salud pública en materia de prevención en el consumo de las drogas”, alertó Torres Reyes.
Por otra parte, José Luis Carrillo Galaz, pescador originario de Yucatán y Presidente de la Confederación de Pescadores Ribereños y Presidente del Consejo de Administración de la Confederación Mexicana de Cooperativas Pesqueras y Acuícolas, lamentó que en los campos pesqueros se han registrado suicidios derivados del consumo de drogas.
“Hemos visto con suma tristeza el crecimiento de actividades ilícitas. El año pasado en Yucatán tuvimos 7 decesos de pescadores, tenemos 12 mil pescadores, y tuvimos 7 decesos. De esos 7 decesos 4 fueron por depresión, fueron suicidios en altamar por la ansiedad que le causó a los pescadores el no tener la droga a disposición”, comentó Carrillo Galaz.
En relación con estos hallazgos la investigación agrega casos de resiliencia comunitaria, entre los que destaca la formación de cooperativas pesqueras en la costa de Navolato, fundadas y administradas. Estos grupos son Las Almejeras de Santa Cruz, las Lobas del Manglar y Las Banas Guerreras.
Por último el reporte recomienda una serie de acciones que deberían implementarse para atender las consecuencias del crimen organizado en la región del Mar de Cortes. Entre estas sugerencias se encuentra la actuación por parte de autoridades federales en materia de delitos medioambientales, la creación de una agenda entre los territorios que comparten el Mar de Cortés, detener el derrame de tóxicos, y la evaluación en materia de salud comunitaria a las zonas afectadas.
Las recomendaciones al Gobierno federal y los gobiernos estatales
Para mitigar el impacto del crimen organizado en los ecosistemas de la región del mar de Cortés se necesita:
■ Actuar proactivamente contra los delitos medioambientales.
■ Crear una agenda común y especializada contra la amenaza.
■ Detener y revertir el derrame de desechos tóxicos que producen los laboratorios de drogas sintéticas, complementando los operativos policiales con especialistas químico-forenses y protocolos de limpieza y descontaminación.
■ Proteger con prioridad la integridad de la población de los campos pesqueros de la región del Mar de Cortés.
■ Realizar un diagnóstico sobre la salud personal y comunitaria en los campos pesqueros de la región, para revertir los daños de los que han sido víctimas.
■ Crear programas de regeneración de especies o zonas de refugio para que, con acompañamiento técnico y financiero, las comunidades pesqueras desarrollen otras actividades económicas y permitan que las especies se regeneren.
■ Quitar mercado al crimen.
■ Generar inteligencia.
■ Activar alerta por narcomenudeo.
■ Fortalecer capacidades institucionales para atacar la oferta.
■ Fortalecer capacidades institucionales para disminuir la demanda.