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La seguridad alimentaria siguiendo una agenda pendiente en el mundo

Según el reporte del Banco Mundial enfocado en la seguridad alimentaria mundial, las tendencias de los precios mundiales de los productos básicos agrícolas desde la última actualización del 11 de abril de 2024 se han mantenido estables, ya que los índices de precios de la agricultura y los cereales cerraron en un 1 por ciento más, y el índice de precios de exportación cerró un 3 por ciento más.

Entre los cereales, los precios del maíz y el trigo cerraron con un alza del 2 por ciento, mientras que el del arroz cerró con una caída del 1 por ciento. Año tras año, los precios del maíz son un 34 por ciento más bajos y los precios del trigo son un 17 por ciento más bajos. Los precios del arroz, por el contrario, son un 24 por ciento más altos. Sin embargo, si se compara con lo que sucedía antes de la pandemia, en enero de 2020, los precios del maíz son un 15 por ciento más altos, los precios del trigo son un 3 por ciento más altos y los precios del arroz son un 47 por ciento más altos.

La inflación de los precios de los alimentos (medida como la variación interanual del componente alimentario del índice de precios al consumidor de un país) sigue siendo alta. La información del último mes entre diciembre de 2023 y marzo de 2024 para el cual se dispone de datos sobre la inflación de los precios de los alimentos muestra una inflación alta en muchos países de ingresos bajos y medianos, con una inflación superior al 5 por ciento en el 57 por ciento de los países de ingresos bajos (no cambio desde la última actualización del 11 de abril de 2024), el 64 por ciento de los países de ingresos medianos bajos (sin cambios), el 33 por ciento de los países de ingresos medianos altos y el 13 por ciento de los países de ingresos altos.

En términos reales, la inflación de los precios de los alimentos superó la inflación general (medida como variación interanual del IPC general) en el 49 por ciento de los 166 países para los cuales se dispone de índices del IPC de alimentos y del IPC general. Los países con la mayor inflación en los alimentos con respecto a la inflación general fueron Zimbabue, Argentina, Palestina, Vietnam y Egipto. En el caso de nuestro país, la inflación de los alimentos ha sido la que últimamente se ha mantenido más elevada, impulsando en la inflación ligeramente arriba en el inicio del año.

Particularmente se han tenido problemas en el sur de África, bajo una grave sequía desde finales de 2023, exacerbada por la actual fenómeno de “El Niño”. Esto ha provocado una caída de las cosechas, ha provocado declaraciones de desastre en Malawi, Zambia y Zimbabue y en los países afectados de toda la región como Sudáfrica.

Los efectos adversos de El Niño sobre las precipitaciones y las condiciones de los cultivos en el sur de África han sido considerables. La escasez de lluvias desde finales de enero hasta mediados de marzo ha secado los suelos, ha disparado las temperaturas diurnas y ha devastado los cultivos en toda la región. En febrero y marzo se produjeron algunas de las condiciones más secas jamás registradas, lo que exacerbó la situación. La falta de lluvias oportunas y adecuadas, especialmente cruciales para los cultivos de maíz de secano, ha dado lugar a informes de daños irreversibles a los cultivos en varios países.

Aunque el impacto de la sequía ha sido generalizado, las principales regiones productoras, como Sudáfrica y el sur de Malawi, se han visto menos afectadas, aunque se estima que los rendimientos del maíz de Sudáfrica están un 17 por ciento por debajo de las expectativas, y se esperan reducciones significativas en la producción de maíz amarillo utilizado para consumo animal y maíz blanco para consumo humano.

Sudáfrica, el principal exportador de maíz de la región, enfrenta importantes desafíos debido a la sequía. Se prevé que las exportaciones de maíz disminuirán sustancialmente, lo que generará preocupaciones sobre la satisfacción de las necesidades de otros países del sur de África. Es posible que los países importadores como Zimbabue necesiten explorar alternativas más allá de la región para cumplir sus requerimientos.

Por lo que este año no habrá posibilidad de que la reducción esperada en la producción de maíz blanco sea compensada con las importaciones de Sudáfrica, como ocurrió el año pasado, pero incluso puede haber oportunidades de exportar en caso de que se presenten excedentes y los diferenciales de precio permitan las exportaciones a esa región, como ya ocurrió en otros años.

Por lo que el panorama para este año es de oferta abundante de maíz amarillo, pero muy limitada de maíz blanco, lo que esta generando un diferencial en el precio que no se veía desde el año 2016, cuando Sudáfrica sufrió de una sequía similar a la de este año. Esta escasez, también puede afectar los precios de los alimentos nacionales, que como ya comentamos han estado presionando la inflación general y particularmente afectan a las familias de menores recursos, que son precisamente las que invierten una mayor cantidad de sus ingresos en la compra de alimentos.

Fuente: https://www.worldbank.org/en/topic/agriculture/brief/food-security-update