La Policía Estatal está infiltrada por el Cártel de Sinaloa
La Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa tiene a una persona infiltrada del Cártel de Sinaloa, de acuerdo con documentos obtenidos por los hacktivistas de Guacamaya.
Apenas el 22 de agosto se hizo la intervención telefónica de un hombre llamado Valerio, a quien se identificó como “operador relevante y blanco de acceso a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, hijo del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.
“Mencionó a Jesús (a) “Bocho”, que (a) “Catano” y/o “Tano”, cuenta con una persona de confianza, quién se encuentra al lado de Cristóbal Castañeda Camarillo, Secretario de Seguridad Pública del Estado de Sinaloa, el cual le envía información inmediatamente cuando sucede alguna situación relevante”, se lee en uno de los correos que forman parte de la mayor filtración de información en la historia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
El Cártel de Sinaloa está dominado por Guzmán Salazar, según establecen distintos documentos de la Sedena que se encuentran en la filtración.
Ese hombre obtuvo información a través de Valerio, que supuso que tras la detención de Heibar Josue Tapia, aprehendido el 22 de agosto por la Sedena, tras una serie de operativos y descubrir que era un hijo del delincuente José Guadalupe Tapia Quintero y lugarteniente de Ismael Zambada García, ‘El Mayo’.
La Sedena implementó un operativo especial para evitar una acción violenta.
“Derivado de lo anterior y del intercambio de información entre autoridades federales, se determinó integrar una fuerza conjunta para realizar actividades operativas en la colonia Bachigualato del municipio de Culiacán, con la finalidad de reducir la posibilidad de una acción violenta en la ciudad”, se lee en un comunicado de la Sedena firmado el 22 de agosto.
Ese operativo no fue improvisado, sino parte de trabajos de inteligencia en el que detectaron conversaciones de Valerio sobre que consideraron “...hacer un desmadre...” debido a la captura, “destacando que el detenido es gente de los Sombrerudos (gente de Ismael Zambada García)”, según se lee en los archivos de la Sedena.
Esa acción violenta no ocurrió porque los grupos criminales desconocieron la ubicación de Heibar Josué Tapia, que cuando fue detenido se aseguraron también ocho bolsas con 6 mil 099 comprimidos de fentanilo, un arma de fuego tipo fusil de uso exclusivo, 47 cartuchos para arma de fuego, seis teléfonos celulares y una camioneta.
Sin embargo, la Secretaría de Seguridad Pública “envió 8 rifles y 15 equipos por si pretendían reaccionar”, según los mensajes de Valerio en distintas llamadas.
“En eventos relevantes, tomar en consideración que con el Secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, se encuentra infiltrado un integrante o persona a fin del Cártel de Pacífico quien les envía información de las actividades que realizan autoridades Municipales, Estatales y Federales, lo cual, permite reaccionar al citado Cártel de manera inmediata”, se lee en los correos que forman parte de la filtración más importante en la historia de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Investigación coordinada con Revista Espejo, de Sinaloa
Lee aquí las entregas previas: