La magia de ‘Narnia’, un paraíso en medio de Imala

Un camino detrás la plazuela de Imala, conduce a una comunidad llamada La Cofradía, pero que ha sido bautizada con el nombre de ‘Narnia’, el trayecto para llegar es un sendero de tierra suelta.

El polvo se levanta por los carros que pasan uno tras otro, todos quieren llegar a conocer el ‘paraíso’, algunos de los visitantes desde tempranas horas arribaron en su bicicleta, otros realizan el recorrido a pie, pero todos buscan llegar al mismo sitio.

Los kilómetros que se tienen que recorrer son largos y cansados, pero el paisaje y la panorámica que te regala el lugar lo vale completamente.

El verde lo inunda todo, las pequeñas llanuras en el valle muestran una imagen como sacada de una película, los montículos son escalados por los visitantes que buscan el mejor lugar para tomarse una foto.

Pareciera un edén en medio de la nada, las plantas que nacen al ras el suelo tienen unas pequeñas flores blancas, que se mueven con el poco viento que sopla.

Aunque es un lugar con una belleza increíble, ante de las lluvias no se encontraba así, cuando la sequía golpeaba fuerte su suelo se encontraba cuarteado, lo verde era inexistente y los animales no tenían agua para tomar.

El paisaje era desolador, apenas llegaron las primeras lluvia y se pudo recuperar, aunque este lugar no es nuevo, es ahora que se encuentra en boga y que personas de distintos lados van y lo visitan.

Ahora que se encuentra recuperado, es que en la naturaleza se pueden observar los carros que pasan por encima del pastizal, motos, cuatrimotos, raisers, y otros llegan a ‘Narnia’ e invaden la naturaleza.

Familias enteras llevan todo lo necesario para pasar el día ahí y comer, se instalan bajo alguna carpa o sombrilla mientras disfrutan del paisaje y la vista, el lugar por ser domingo se encuentra lleno, todos contemplan lo magnífico del espectáculo que brinda la naturaleza.

Pero hay quienes también son conscientes, como un grupo de amigas que de regreso a casa cargaban bolsas llenas de la basura que a lo largo del camino fueron recolectando, para dejar un poco limpio este lugara que es para todos.

En el camino los pobladores instalaron algunos puestos como de raspados y comida para los visitantes, en las casas que quedan en medio del camino, sus habitantes se sientan en sus porches y observan con asombro la gran cantidad de personas que se dirigen al lugar.

El sitio está para disponible para todos, pero también está a la espera de ser cuidado y protegido, ya que es un paraíso en el que antes de los humanos, lo habitan especies animales y ahora comparten con la gente este paraíso perteneciente a la comunidad de Imala.