La Escopetarra, instrumento creado con un fusil desactivado con el que se busca la construcción de paz
El 7 de febrero de 2003 en Bogotá, Colombia, el grupo de artistas que conformaban el Batallón Artístico de Reacción Inmediata acudió al club social El Nogal, donde horas antes un atentado terrorista acabó con la vida de 36 personas.
El Batallón, conformado por activistas y artistas, solía acudir a los lugares donde ocurrían hechos violentos en Colombia para acompañar a las víctimas, y mediante la música generar resistencia de manera pacífica.
Al comenzar la protesta, el activista y cantautor César López fue sometido por un militar que trataba de impedirle el paso al lugar. El agente del ejército rompió la guitarra del activista, pero le inspiró para la invención de un instrumento que tiempo después sería reconocido por la Organización de las Naciones Unidas como un elemento promotor de la paz, La Escopetarra.
“Colombia atravesó momentos muy difíciles, además de que llevamos 60 años de violencias, un País que reporta 40 muertes violentas al día. Creí que se debía hacer algo y creamos en el año 2002 el Batallón Artístico de Reacción Inmediata, un colectivo de artistas que cuando pasaba algo, atentados, una lesión a la comunidad, nos convocamos justo en el lugar de los hechos. Estábamos aprendiendo a hacer resistencia en tiempo real”, recuerda César López.
La Escopetarra es una guitarra completamente funcional, fabricada con la estructura de un fusil AK-47 real que fue desactivado.
“Me llama la atención que ambas herramientas se portaban de la misma manera aunque sirvieran para dos fines distintos, para dos cosas tan opuestas”.
La Escopetarra, explica el artista, es un instrumento que nos recuerda el dolor que viven las sociedades que han sobrevivido a violencias.
“Es un arma inhabilitada para darle paso a una guitarra que ahora vive sobre ella, que usa la estructura y permite tocar, cantar y sanar”, comparte.
“El símbolo, a primera vista, puede ser un símbolo para quienes no están tan familiarizados con el conflicto armado como tal les llame la atención la presencia del arma, pero en realidad lo que sugiere filosóficamente es cómo un arma se desactiva y muere para vivir la presencia del arte”.
Cuando presenció la imagen de aquel soldado sosteniendo un arma de la misma manera en la que un artista sostiene su guitarra, César López recordó intervenciones europeas en las que se transforman elementos asociados con la guerra para convertirse en arte.
“Si un ejercicio creativo pudo intervenir la transformación de esto que generaba muerte, que servía para matar, estamos hablando de potencialidades muy altas de los seres humanos que nos permite construir sociedades más pacíficas”, expone.
El próximo domingo 16 de octubre, a las 18:00 horas, César López encabezará un concierto por la paz organizado por Suma Sociedad Unida, Institución de Asistencia Privada, que tiene como objetivo la construcción de paz y participación ciudadana.
El concierto será en el Teatro Griego ubicado al interior del Parque Culiacán, antes Parque 87.
Con la presentación del concierto, en redes sociales surgieron comentarios de usuarios que criticaban la apariencia de La Escopetarra pues podría interpretarse como apología a la violencia.
“Ese tipo de comentarios merecen todo el respeto y atención. Para nada son comentarios que pasen de largo o que no sean tomados en cuenta”, defiende López.
“En sociedades como la colombiana o la mexicana, que han tenido tanto dolor y tanta violencia, hayamos generado incluso la imposibilidad de ver el ejercicio de la transformación: que nuestra mirada quede anclada en el fusil. Esto tiene mucho que ver con la afectación colectiva que tenemos como sociedad ante el fenómeno de la violencia”.
Destaca que La Escopetarra es un instrumento para ser interpretado, pues puede definirse como una pieza artística.
“Este instrumento, como lo hace el arte, tiene la intención de interpretarse, no de gustar. El arte no está hecho para agradar, está hecho para retar, e incomodar. Si alguna persona se ha sentido incómoda viendo la Escopetarra creo que estamos moviendo la incomodidad de la gente en una dirección que yo creo que es positiva”, concluye.
César López es oficialmente un Mensajero no Violento de las Naciones Unidas y un Emisario de la Conciencia para Amnistía Internacional
