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"VOCES DESDE NOTICIERO NOROESTE"

"José Pilar recibe una oportunidad de vida y él nos cuenta su historia"

"Después de recibir un hígado nuevo, de José Pilar Rochín espera vivir muchos años promoviendo la cultura de la donación"

Han pasado 15 años, pero el ingeniero José Pilar Rochín recuerda como si hubiera sido ayer el día que recibió la noticia. Le quedaba un mes de vida y era urgente recibir un hígado nuevo.

Fue a partir de una colitis ulcerativa crónica inespecífica, asociada con colangitis esclerosante primaria, que su hígado prácticamente colapsó. Ingresó a una lista de espera para recibir un órgano. Pasaron 11 meses y su salud mermaba cada vez más. De pronto, una noticia que devastaría a su familia. Los días de José Pilar estaban contados.

"Me dijeron que requería un hígado ya, que me quedaba un mes de vida. Parece que fue ayer. Ese suceso me mejoró la vida", comentó en entrevista reciente con Noticiero Noroeste.

--¿Cómo recibió la noticia?

--Bien, estaba seguro de que saldría adelante en ese mes. Dije que eso no me quitaba el sueño, que tenía confianza y seguridad en mí mismo.

Y así fue. Se encontraba a un mes de cumplir un año en lista de espera cuando le informaron que había un donador. Se trataba de un joven de 18 años de edad, Eric, quien perdió la vida luego de haber recibido un golpe en la cabeza mientras practicaba futbol americano.

Los médicos del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición "Salvador Zubirán", emprendieron una ardua labor, pues el donante debía ser compatible con el receptor en grupo sanguíneo y estatura. Eric medía 1.90 y José Pilar 1.85.

"Él era cinco centímetros más alto que yo. El órgano era un poco más grande. A la hora de trasplantarlo, estuvieron trabajando mucho los médicos. Fueron ocho horas de cirugía", recordó.

Eric no sólo salvó la vida de José Pilar, cuatro de sus órganos viven en otras cuatro personas.

Como receptor de hígado, José Pilar enfrentaría mayores riesgos, pues se trata del órgano que presenta mayor riesgo en cuanto a presentar patologías, complicaciones, rechazo del órgano o incluso recurrencia de la enfermedad. No fue el caso. José Pilar planea vivir al menos 20 años más y celebrar un centenario de vida.

 

Plasma su experiencia en un libro

 

La segunda oportunidad de vida de José Pilar quedó plasmada en un libro "El siete vidas", cuyo único tiraje ha llegado a familiares y amigos cercanos del hombre que venció la adversidad.

"Escribí el libro un año ocho meses después de la cirugía. Es una aportación para mucha gente que no sabe qué puertas tocar. Lo escribimos en un año, con el editor José Caro Medina. Lo presentamos en el Auditorio de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán el 16 de diciembre de 2004".

Este libro, añadió, proclama la vida después de la vida y plantea soluciones para problemas de alto riesgo.

Comenta que a sus casi 80 años de edad disfruta la vida, aunque con restricciones y cuidados.

"La cerveza sólo la bebía de joven, pero ahora la veo y le lloro", comentó entre risas.

Ahora José Pilar agradece a Dios, a la vida, a su esposa María Leyzaola de Rochín, y a todos los que lo acompañaron en el camino.

"Mi familia siempre se solidarizó conmigo. De mi distinguida esposa recibí excelente apoyo y desvelos durante y después de mi trasplante. Ella es la artífice de mi nueva vida. Le agradezco su entrega incondicional. Mis hijos, mi yerno, mis nietos; todos me apoyaron mucho", expresó.

En entrevista invitó a la sociedad a hacer conciencia sobre la donación de órganos, pues, dijo, en el país existen más de 25 mil pacientes en lista de espera.

"Hago un llamado a la sociedad sinaloense y en general a la sociedad mexicana para que donen su sórganos y tejidos para que dejen huella sembrando vida en su paso por esta tierra. Los órganos valen más cuando comparten la vida, que éstos no se desperdicien, son vidas latentes que desean dar vida después de la vida", invitó.

 

ASÍ LO DIJO

"Hago un llamado a la sociedad sinaloense y en general a la sociedad mexicana para que donen su sórganos y tejidos para que dejen huella sembrando vida en su paso por esta tierra.

"Los órganos valen más cuando comparten la vida, que éstos no se desperdicien, son vidas latentes que desean dar vida después de la vida".

José Pilar Rochín

Ingeniero