Jesús Ernesto disfruta tocar el violín porque le gusta la reacción que tienen las personas
Del otro lado de la acera de la calle Álvaro Obregón, frente Catedral Basílica de Nuestra Señora del Rosario, está Jesús Ernesto Valverde Hernández, un músico que por pasión toca su violín para el deleite de quienes pasan por ahí.
“Tengo más de diez años desde que empecé a estudiar y originalmente empecé tocando nada más por pasatiempo, lo hacía para practicar”, recordó.
El violinista contó que al principio, no sabía que la música se estudiaba, por lo que entró a estudiar en la Universidad Autónoma de Sinaloa, para aprender más sobre su gusto.
Valverde Hernández comentó que durante la pandemia fue un periodo en el que dejaba y retomaba el violín, pues al principio solo era por diversión.
“Fue en una de esas ocasiones en las que estaba tocando, que una persona me abordó y para preguntarme si hacía servicio. Realmente no se me había cruzado por la mente y ese fue el motivo por el cual empecé”, dijo.
“Toco en las calles porque me gusta la reacción que tienen las personas. Hay personas que les gusta escuchar, que les relaja, que le llama la atención, los niños cuando voltean y les llama la atención el instrumento”, mencionó.
Señaló que también es para promocionar sus servicios, por si alguien pudiera interesarse en él, pero que le interesa más que los culiacanenses conozcan más de música.
“Yo disfruto tocar en el centro. Al principio cuando inicias, sí da un poco de pena, pero ya al ver las respuestas de las personas, ya desaparece esa sensación de duda, de vergüenza”, expresó.
“Visito varios puntos donde sé que va a haber personas o depende de mi rutina, dónde voy a andar o qué actividades tenga. Como plazas comerciales como Soriana Zapata, Soriana Barrancos, aquí en el centro y también suelo ponerme en el puente blanco, cerca de Forum”, indicó el músico.