Janet se aboca al activismo en memoria de su pequeña hija
CULIACÁN._ Janet Aguilar eligió convertir el dolor de perder a su primogénita en ayuda a las causas sociales que trastocan a madres con pequeños internados en el Hospital Pediátrico de Sinaloa.
Desde 2017, cuando su bebé dejó de existir físicamente, su vida adquirió un significado distinto que la dirigió a convocar colectas de ropa, medicamento, pañales y juguetes para niños y niñas que padecen circunstancias similares a las de su hija en algún momento.
“El motivo por el cual yo lo hago es porque desgraciadamente yo perdí una hija en el 2016, entonces me tocó vivir muy de cerca las necesidades de esos papás con sus niños enfermos y aparte con el problema de que pues no tienen para pañales, ropa, medicamento y demás cosas”, manifiesta.
Además, su trabajo como activista la llevó a conocer de cerca a las madres de los infantes que indirectamente hallaron en ella confianza para vaciar sus dudas y animarse a compartir sus sentimientos.
“Desafortunadamente perdí a mi hija mayor pero tengo a mis otros dos hijos, y ahora que ando con esto de las causas, ahora tengo como más oportunidad de estar cerca de madres que desafortunadamente están pasando o pasaron por lo mismo que yo”, expresa.
“Compartimos el sentimiento de madre con madre y la verdad para mí es muy satisfactorio poderlas ayudar, poderlas escuchar, a veces es lo que necesitan.
“Suelen acercarse mucho a mí para decirme cómo se sienten, o preguntarme yo cómo le hice a la fecha para seguirme manteniendo de pie, qué me motiva a hacer todo lo que hago. Lógicamente es en memoria de mi hija, que ahora sí que ella fue la que me convirtió en madre por primera vez”.
Janet sostiene que a pesar de los años no olvida el dolor de perder a su hija, sin embargo, cada día decide sobreponerse a la tempestad, motivándose con las enseñanzas que a su corta edad, su pequeña le ofreció.
“Es muy doloroso lo que a nosotras como madres de hijos que pues ya no están con nosotras. La verdad es un dolor que no tiene punto de comparación, pero yo justamente lo hago por ella, por mi hija”.
Comenta que la maternidad resulta muy complicada para aquellas mujeres con hijos e hijas con condiciones de salud, por eso cada vez que puede les reitera animosamente que no sientan culpa de lo que sucede, que reconozcan que son las mejores madres para ellos y, a su vez, ellos los mejores hijos que pudieron tener.
“Les digo ‘Quédate con los recuerdos de tu hijo o hija, quédate con todo lo bueno que tú hiciste, lo que tu hijo duró aquí contigo en la Tierra, tú hiciste lo mejor, tú fuiste la mejor madre, él fue el mejor hijo, no sientas culpa’”.
El tiempo le ha ayudado a reconocer que lo que queda después de todo es anclarte de manera positiva a los recuerdos de tus hijos y hacer de eso una motivación habitual para seguir la vida como madre.
“Esas cosas es algo que nosotras no podemos mandar, ni pedir, ni exigir. Hazlo por tu hijo, hazlo por la gente que tienes, hay mamás que sí tienen hijos para seguir, hay otras que no. Siempre tienes que encontrar como anclarte a algo porque si no ahí se te va a ir la vida”, agrega.