Invita Padre Joel a preparar el camino a Dios con la conversión del corazón en Navidad
CULIACÁN._ Además de las decoraciones, los pinos, luces y ornamentos, hay que preparar el camino de Dios con el renacimiento espiritual, soltando malas prácticas e ideas, y adoptando esperanzas, dijo el Padre Joel Chaira Córdova.
A una semana de celebrar el nacimiento de Jesús, el párroco del Templo de Nuestra Señora de Guadalupe en Culiacán, señaló que las personas suelen prepararse con decoraciones externas, pero recomendó trabajar en el interior para recibir favorablemente las fiestas decembrinas.
“Este fervor popular de poner arbolitos de Navidad, adornos en nuestras casas, ornamentar nuestras calles, que no solamente se queda en lo exterior preparemos el camino al señor con la conversión del corazón, muriendo el hombre viejo con sus errores, fallas y limitaciones, haciendo el hombre nuevo con sus valores, principios, esperanzas, proyectos”, invitó.
El Párroco dijo que una parte importante del renacimiento espiritual es la cambio de acciones e intenciones, con las cuales podemos hacer la diferencia entre el bienestar y malestar de las personas, sea uno mismo o terceros.
“Cuidemos en todo momento el alcance de nuestras palabras, nuestras palabras construyen o destruyen, sanan o enferman, pueden ser un bálsamo o un espada de dos filos, pero seguramente si Dios está con nosotros y nosotros con él, seguramente saldrán palabras buenas que multipliquen esperanza, alegría y paz a los demás”.
Indicó que llevan tiempo preparándose para recibir a feligreses y creyentes que celebran una de las de has más importantes del catolicismo en las sagradas para reforzar la fe y preparar Cristo en una de las fechas más importantes del catolicismo.
“Invitamos a la gente nosotros a la confesión, invitamos a las obras de misericordia en bien nuestros hermanos necesitados”, llamó.
Además, la experiencia de acudir a la parroquia, mejor conocida como La Lomita, es una experiencia maravillosa para el que la visita, pues es una belleza arquitectónica y tiene una vista espectacular, comentó.
“El santuario, en sí, es bello, es hermoso y la vista panorámica que te ofrece desde esta perspectiva de nuestra ciudad también, es muy hermoso Culiacán, y más hermoso se hace todavía con el calor humano, la calidez, en la alegría de las personas”.
