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Tradición

Honran en Culiacán a la Virgen de Guadalupe desde la medianoche

Los asistentes al Templo de La Lomita, los primeros en acudieron, lo hicieron en condiciones de tranquilidad

Cumpliendo con la tradición de cada año, familias y personas de varias partes del Estado de Sinaloa recorren varios kilómetros para llegar a celebrar a la Virgen de Guadalupe en el templo religioso de La Lomita, en el Centro de Culiacán, en la que es y siempre ha sido su hogar.

Este año no podía ser la excepción para fomentar un momento de paz y gratitud aún en tiempos de violencia como los que se han vivido en días recientes, por lo que varias familias se unieron a la celebración.

La iglesia de La Lomita abrió sus instalaciones para realizar un evento festivo previo al homenaje de la Virgen de Guadalupe.

Entre devoción y júbilo, la gente mostraba respeto al momento de entrar por las puertas principales del templo.

Algunos venían con su vestimenta tradicional a la celebración, otros ofrecían una vela en su honor.

El espacio de la iglesia fue más que suficiente para brindar asiento a todas las personas que acudieron a vivir un momento de paz y serenidad con la acción de orar y postrarse ante la Madre de todo México.

Durante la tarde y noche, se podía apreciar con facilidad que el motivo era más que especial por esta ocasión, una sensación de que, aún en momentos difíciles, el pueblo de Sinaloa era capaz de encender una llama de esperanza ante la celebración peregrina.

La fiesta procedió por las afueras del templo con la implementación de múltiples puestos de alimentos que se establecieron alrededor del lugar para quienes forman parte de esta celebración.

La diversión tampoco podía faltar, con las instalaciones de varios juegos mecánicos en el que los infantes podían montarse para disfrutar unos minutos de adrenalina y diversión.

La intervención de elementos de seguridad no podía ausentarse alrededor de las instalaciones, pues la intervención de los agentes policiales fue de un trabajo de vigilancia para promover la protección hacia todas las familias presentes.

El recorrido se expandía por las calles inclinadas que circulan alrededor de la iglesia, con la presencia de varios puestos de venta de alimentos, juguetes y decoraciones alegóricas al motivo de celebración.

Fue alrededor de las 12 de la noche cuando toda la gente de alrededor se dirigió hacia el interior del templo para sumarse a la celebración, donde hubo quienes se mantuvieron de pie debido a lo lleno del recinto.

Entre aplausos y ovaciones, las familias y peregrinos empezaron a cantar “Las Mañanitas” a la Virgen del Tepeyac, sin olvidar “La Guadalupana”, que cerró con broche de oro el día de celebración.

Los devotos demostraron la emoción de compartir el momento, aún cuando los hechos de violencia han generado incertidumbre en la sociedad.