|
Donación

Hay miedo y desinformación sobre la donación de órganos, pero no es como lo pintan, afirma Melissa Verdugo

En el Día Nacional de la Donación y Trasplante de Órganos, Melissa comparte su historia de éxito y el proceso que tuvo que pasar para recibir un trasplante de riñón. Invita a la población a informarse sobre la donación de órganos y a romper con los tabúes de los trasplantes

CULIACÁN._ Sufrir una enfermedad crónica y necesitar un trasplante de órgano es un camino muy oscuro y hay mucho miedo y desinformación en los pacientes y familiares que provoca que se resistan a donar y recibir un trasplante, dice Melissa Verdugo, quien relata su historia y el camino que tuvo que pasar para recibir un trasplante de riñón.

“Hay momentos muy oscuros en el proceso de una enfermedad (...) a mi me diagnosticaron a los 17 (años), a los 17 me dijeron que tenía insuficiencia renal crónica y que necesitaba un trasplante”, dijo.

“La depresión se hace presente, todas las inseguridades que sientes de saber que no tienes la salud para hacer muchas cosas, estudiar, trabajar, salir, viajar, relacionarte, ir a una fiesta, lo que es una vida normal, no lo puedes tener y eso te hace como retraerte y tu mismo excluirte”.

Con el diagnostico de insuficiencia renal crónica Melissa Verdugo inició el proceso de diálisis peritonial en su hogar, conectada a una maquina alrededor de seis horas al día, Melissa pasó los siguientes cinco años de su vida entre citas médicas, exámenes clínicos y chequeos de rutina.

Aunque recibió buena atención de los médicos y enfermeras, el sistema de salud no cuenta con una red de apoyo o atención psicológica para los pacientes que pasan por esta situación, por lo que es muy común que sufran depresión en silencio, a demás de que la información es poco clara y no hay un esfuerzo de las autoridades por desmentir los mitos que rondan el trasplante de órganos, dice.

“En el hospital ellos cumplen con apoyarte en la cirugía, en el medicamento, en las citas, todo eso, pero hay mucha desinformación, no hay el apoyo necesario a los pacientes y las familias de los pacientes para motivar y que se incremente la donación”, comentó.

“Yo tenía mucho miedo por todo lo que te dicen, que te tienes que cuidar el doble, te vas a enfermar mucho porque se te baja el sistema inmunológico, no vas a poder hacer tu vida, obviamente las implicaciones del riesgo de la misma cirugía”.

$!Hay miedo y desinformación sobre la donación de órganos, pero no es como lo pintan, afirma Melissa Verdugo

A los 23 años Melissa inició las hemodiálisis, un proceso médico mucho más agresivo. Con ello su dieta alimenticia fue más rigurosa, dejo de consumir alimentos con sal, azúcar, procesados o embutidos.

Fue en ese momento cuando decidió investigar y preguntar sobre su enfermedad, se dio cuenta de que su salud estaba en sus manos y en la actitud que pusiera ante la vida. Inició una carrera universitaria e ingresó a la lista de espera para recibir un trasplante de riñón y se fijó un objetivo que le dio fuerza en los momentos difíciles.

“Estuve investigando y me di cuenta de que mucha gente hace lo que puede dentro de lo que le permite su situación, entonces dije voy a estudiar una carrera, así con la enfermedad, entonces me metí a la universidad, ya estando ahí se me abrió otro panorama, (...) entendí que depende de ti el ver por tu salud y el ver por que tú logres las cosas”, relató.

Sin embargo, el proceso del trasplante, las citas medicas, los estudios, las hemodiálisis y el proceso emocional de aceptación no es un camino de rosas, hay incertidumbre, desinformación y miedo, aunado a los mitos que otros pacientes difunden.

“Cuando estaba en la hemodiálisis era deprimente el saber que no podía yo hacer más, estar en hemodiálisis en un tratamiento te imposibilita, te vas haciendo a la idea de que: estoy enfermo y ya no puedo hacer nada. El trasplante es para que retomes tu vida tus actividades, tus cosas, tus sueños y hay gente grande que dice: yo ya no quiero nada, así me voy a dormir”, explicó.

“Está la creencia de que tienes que hacer muchas cosas después del trasplante para sobrevivir, yo pensaba todo lo que me decían, que sí me hacia el trasplante iba a quedar peor, de que en la cama, pero no, mi salud mejoró”.

Después de cuatro años en la lista de espera para recibir un riñón y mas de 10 años de haber sido diagnosticada con insuficiencia renal crónica, Melissa recibió el trasplante de riñón el 8 de enero de este año.

$!Hay miedo y desinformación sobre la donación de órganos, pero no es como lo pintan, afirma Melissa Verdugo

“A mi cuerpo no le servía una parte y cuando me pusieron el riñón ya funcionando todo bien me sentía muy energética, como más despierta, más activa, hago ejercicio, voy a caminar, mejoró mi sueño, mejoró mi pie, mi cabello, las uñas, mejoró la hipertensión, todas las enfermedades derivadas de la insuficiencia, tomo menos medicamentos ahora. Suena muy cliché pero mi calidad de vida, la forma en la que vivo mejoró”.

Actualmente Melissa tiene citas medicas cada mes con distintos especialistas que evalúan el correcto funcionamiento del nuevo órgano, aún persiste el miedo a que su cuerpo rechace el trasplante, pero es algo que no la paraliza.

“Tengo el miedo constante de si pierdo el riñón, si pierdo lo ganado, pero es parte dé, he estado aprendiendo a que ese miedo no me detenga”, confesó.

“Dicen los médicos que todavía estoy enferma, como que no se quita ese diagnostico de la insuficiencia, pero tengo el trasplante, a mí me gusta considerar que ya no estoy enferma, ahí difieren los médicos, pero no vamos a entrar en debate”.

A principios de este mes Melissa Verdugo recibió el titulo universitario de la licenciatura en Sociología, ahora que ha superado su enfermedad planea retomar sus sueños y mantener una vida sana.

Hoy en el Día Nacional de la Donación y Trasplante de Órganos, Melissa comparte su historia de éxito e invita a la población a informarse sobre la donación de órganos, y agradece a su familia y amigos que estuvieron a su lado en los momentos más difíciles de su enfermedad.

“Yo me siento muy afortunada y muy agradecida de toda la gente que me ha apoyado, desde que me enfermé creo que lo más importante ha sido tener el apoyo de gente que cree que puedes lograr las cosas y saber que hay alguien ahí a un lado, tu familia, tus amigos, que no te ven como un inadaptado”, concluyó.