Gasta Sinaloa $182.6 millones en desayunos escolares... para aulas vacías

El 20 de marzo de 2020 la educación en México tuvo que adaptarse a un modelo a distancia y desde casa, pues la pandemia por coronavirus y el alza de contagios obligó a cerrar los centros educativos por casi dos años.

Las escuelas quedaron vacías, pero los apoyos alimentarios y sociales tuvieron que continuar.

Algunos de estos programas, como lo es el de Desayunos Escolares Fríos, históricamente se entregaban en las escuelas, directamente a los niños y niñas beneficiados, sin embargo, esto ya no fue posible.

Sin diseñar una estrategia que garantizara una distribución total de los alimentos, ni prevenir dificultades en el reparto de paquetes durante el confinamiento, el Sistema para el Desarrollo Institucional de la Familia de Sinaloa compró 102 millones de productos para el Programa de Desayunos Fríos.

La dependencia estatal hizo al menos cinco convenios con Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), organismo público descentralizado creado por decreto del Ejecutivo Federal en 2019, encargado de dar precios de garantía a productores y recientemente señalado por la Auditoría Superior de la Federación.

El volumen de los artículos comprados fue el mismo que en años previos y, según las actas, fueron entregados en los almacenes y las facturas fueron pagadas, pero al verificar la recepción en las escuelas, en algunos municipios no los recibieron durante toda la pandemia, o de forma esporádica.

Aunque también hubo escuelas donde las entregas fueron en tiempo y forma, ni siquiera la autoridad supo si la totalidad de productos llegaron a las manos de los alumnos, como habitualmente ocurría con las escuelas abiertas.

Concepción Zazueta Castro, directora de DIF Sinaloa durante el inicio de la pandemia y actual Diputada local por el PRI, explicó que mantuvieron los convenios e hicieron el mismo volumen de compra por determinación de autoridades federales.

“Nosotros hacíamos un convenio con los DIF, existía en cada DIF municipal un padrón, esos padrones los pedíamos y ellos los entregaban, entonces manteníamos el mismo padrón de apoyo y los seguíamos surtiendo”, declaró.

- Pero, ¿no fue una alerta el hecho de que empezara la pandemia y las clases virtuales? ¿No tomaron decisiones con base en ello? ¿De que estaban cerrados?

- No, pero sí la gente seguía ahí. O sea, las personas estaban, nosotros teníamos supervisión del DIF nacional y el mismo padrón, y seguían supervisando que nosotros entregáramos esos apoyos, por eso hacíamos la misma compra.

- ¿No fue decisión a nivel federal o a nivel municipal que se siguiera con esa misma compra? ¿Fue obedeciendo convenios?

- Lo que pasa es que el DIF nacional nos pedía ese padrón, entonces el padrón lo enviamos nosotros, en base al padrón que existía nosotros estábamos haciendo las compras aun estando la pandemia y aun no habiendo clases, ¿por qué? Porque estaban identificadas las niñas y los niños que eran beneficiados.

LAS COMPRAS

El pago total por al menos cinco convenios ascendió a 182 millones 611 mil pesos.

El primero fue el número CE-COL-320-2020, firmado el 24 de marzo de 2020 con un monto previsto de 8 millones 381 mil pesos por la compra de fruta y verdura fresca hasta el 31 de diciembre de ese año. Este fue el único convenio que “solo se surtió el mes de marzo de 2020, por cierre de escuelas por la pandemia de Covid-19”, advierte el documento de pago.

Sin embargo, el mes siguiente, en abril de 2020, cuando los estudiantes ya estaban en confinamiento, el DIF de Sinaloa hizo otro convenio, el CE/COL/386/2020, para la compra de mini galleta integral sabor vainilla, polvorón sabor naranja, fruta deshidratada y cereal de trigo, con vigencia hasta diciembre, por un monto de 37 millones 592 mil pesos y que fueron pagados según consta en las facturas. El más oneroso, con número CCV/221/2021, fue por 107 millones de pesos, con vigencia del 8 de marzo al 31 de diciembre de 2020, por la adquisición de los mismos insumos de desayunos, más bricks de leche que sumaron 29 millones 218 mil productos.

DESAYUNOS Y CUOTAS

Una porción de desayuno frío está compuesta por un brick de leche de 250 mililitros, una galleta o cereal de trigo, y en ocasiones fruta seca.

En Sinaloa regularmente estas dotaciones son empaquetadas en grupos de 20 porciones, que corresponden a un mes del programa para cada estudiante.

Cada cartón con contenido mensual es vendido a 20 pesos a cada niño y niña, este dinero es recolectado por la administración de los centros educativos y entregado en efectivo a personal de DIF municipal que en ocasiones pasa a recogerlo, y en otras los docentes tienen que llevarlo a las instalaciones de la paramunicipal.

De acuerdo a diferentes testimonios, es una practica común que las escuelas dispongan de una parte de estas ventas para atender necesidades de los planteles.

“Nosotros sí teníamos una cuota de recuperación pero ya los municipios yo no sé si tenían ese convenio con las escuelas, ahí sí desconozco, la verdad no sé cómo lo operaban. Si lo hacían o no lo hacían pues no me consta ese tema”, explicó Zazueta Castro.

- ¿Y la cuota de recuperación para qué sería?

- Nosotros teníamos una cuota de recuperación que con eso mismo volvíamos a volver a comprar y a seguirles apoyando de manera mensual.

- Me imagino que no tiene datos de cuál fue la cantidad que se recuperó con esas cuotas.

- No, mi reina. Ya no estoy allá. No tengo ese dato preciso. Te mentiría, la verdad.

LAS ENTREGAS

Empleados de siete almacenes municipales aseguraron que los productos llegaron de manera habitual, salvo retrasos de un par de semanas en algunas ocasiones, y con el mismo volumen que antes de la pandemia.

Sin embargo, en el municipio de Salvador Alvarado, al inicio del confinamiento, los maestros no querían hacerse cargo de los productos con las escuelas cerradas, hasta que el DIF presionó a los supervisores de zona para convencer a los directores de recibirlos.

En Ahome, incluso, entregaron en los domicilios de los profesores, relatan. Aunque las compras se hicieron de forma habitual, en cinco escuelas de Guasave no recibieron desayunos ni una sola vez entre 2020 y 2021. Así lo narraron maestros de las primarias Fernando Montes de Oca, Agustín Ramírez, 21 de Febrero y Cinco de Mayo.

En el preescolar Francisco Gabilondo Soler de Culiacán, la directora Tania Beltrán aseguró que a veces hubo retrasos en las entregas y les entregaban lo acumulado en algunas ocasiones, pero en otras solo recibían lo correspondiente al bimestre.

Mientras que los desayunos que “sobraban” porque los padres no iban a recogerlos, los vendían a personas externas para no desperdiciarlos.

“Nosotros cuando veíamos que había pasado una semana y la gente no vino es cuando les vendemos hasta de 4 (cartones) a la gente que lo puede comprar y a los que no hasta se los regalamos”, dijo la directora.

En la primaria Bicentenario de Culiacán solo se entregaron cada tres meses, aunque la entrega habitual era bimestral, informó la directora Carmen Núñez, y el preescolar Belisario Domínguez solo recibió cada seis meses, dijo la directora Gisela Machado.

Otras 10 escuelas consultadas de Mazatlán, Culiacán, Navolato y Ahome, aseguran haber recibido desayunos durante 2020 y 2021 sin contratiempos cada dos meses y todas las familias los recogieron en las escuelas, citándolos en diferentes horarios.

De acuerdo a Zazueta Castro, los DIF municipales debían garantizar una correcta entrega de los desayunos y sí se recibieron denuncias por parte de escuelas a las que no les llegaban los paquetes.

- Me dice que los paquetes de desayunos eran administrados por los municipios, ¿tiene información si los paquetes le llegaban en su totalidad a los alumnos?

- Como te comentaba, nuestro convenio era con el DIF municipal y la operación del programa era responsabilidad de cada DIF, de que se llevaran a cabo. Nosotros pocas veces tuvimos un reclamo por parte de una escuela de que no le llegaba o de algún padre de familia, y como te comento, hacemos como un convenio de colaboración del DIF con el municipio y ellos eran los encargados de la logística.

- Y en dado caso de ustedes recibir una queja, ¿ustedes se coordinaban con el DIF municipal o cual era el mecanismo?

- Exactamente, con el DIF municipal.

- ¿Recuerda casos específicos de porqué no llegaron desayunos en algún momento, o cómo se solucionó?

- No, pero realmente nosotros... ellos nos avisaban a nosotros, nosotros le hablábamos a los DIF municipales ‘oye, me hablaron de tal escuela, ¿qué está pasando? ¿por qué no les llega?’ y ellos inmediatamente atendían. Hay una buena relación, y aunque estuvieran las escuelas cerradas los directores de las escuelas juntaban a los papás y ahí se entregaba el apoyo, que eso se hizo en pandemia.

- Tenemos el caso específico de escuelas en Guasave, Diputada, donde nos dicen que no recibieron los desayunos. No sé si tenga alguna queja como me comenta, o algún reporte, ¿qué pudo haber pasado en este municipio?

- No sé, eran muchísimas escuelas.

Para este reportaje se buscó entrevista con los DIF de Culiacán, Mazatlán y Guasave: en Culiacán no se concretó una entrevista con la Directora de la paramunicipal, en Mazatlán la sugerencia que hizo el equipo de comunicación social fue que en caso de dudas sobre el programa de Desayunos Fríos se solicitara la información a través de Plataforma Nacional de Transparencia, y en el caso de Guasave no hubo respuesta.