FOTOS: ¿Recuerdas cómo era el Centro de Ciencias?, esto es lo que se perdió con su remodelación
El oscilar del péndulo de Foucault se detuvo, los grandes vitrales que dejaban entrar luz natural al espacio conocido como Centro de Ciencias se quitó, y se guardó al igual que parte del mobiliario.
Lo que se había construido con una planificación precisa y con el fin de fomentar la formación educativa en la ciencia y la tecnología, fue derribado por unas máquinas y convertido en escombros.
Los restos del Centros de Ciencias, que fue construido en el año 1992, fueron retirados como basura para construir encima un espacio más pequeño y sin rastro alguno de lo que alguna vez fuera el recinto de la ciencia.
En su lugar, ahora existe un espacio moderno con tendencia a la virtualidad, contemplativo, pero poco interactivo, y reducido a unas cuantas piezas de exposición y pequeñas áreas de experimentación.
No hay auditorio, ni biblioteca, los laboratorios y talleres quedaron en el olvido.
El Gobierno de Quirino Ordaz Coppel se fue y dejó una inversión de 150 millones de pesos, en un nuevo espacio que ha sido criticado por trabajadores y usuarios.
Con la llegada del nuevo Gobierno estatal, se dieron algunas señales que indican que se piensa retomar la esencia del Centro de Ciencias, primero volvió el logo que se había realizado en 1992 y que fue identidad de este espacio durante muchos años.
Además, Carlos Karam Quiñones, director del Centro de Ciencias anunció que se retomaría un modelo interactivo y que se contrarrestaría el monopolio de la virtualidad.
Recuperando talleres, laboratorios y piezas emblemáticas, así como su función principal que era la promoción de la ciencia.
“Nosotros queremos que haya más museografía presencial, que los niños lleguen, toquen, rían, experimenten y no puro museo virtual como está actualmente, muy respetable, no lo vamos a desechar, está hecho con recursos públicos, lo vamos a mantener y lo vamos a mejorar”.
Para esto, dijo, se van buscar alternativas, porque el nuevo espacio que comprende el Centro de Ciencias no alcanza.
“Estamos buscando alternativas, por lo pronto tenemos tres alternativas, seguramente va a ser provisional o definitivamente una extensión geográfica física del Centro de Ciencias donde van a colocarse los laboratorios y los talleres”, comentó.
Sus inicios
La primera piedra para la construcción se instaló el 13 de septiembre de 1991, con un presupuesto de 21 mil millones de pesos de aquellos años, el Centro de Ciencias tal y como se conocía antes fue inaugurado el 12 de junio.
En los trabajos de construcción participó el doctor en Geofísica Juan Espinosa Luna, conocido por sus reportes del clima, fue quien recién egresado como ingeniero civil, participó en la construcción del Centro de Ciencias y recuerda con cariño y añoranza aquel proyecto tan especial.
“Mi primer trabajo como ingeniero civil fue la construcción, es un cariño muy especial que le guardo, fue mi primer trabajo oficial, y me tocó todo, desde el inicio, desde el desmonte, la cimentación, la construcción, y de hecho me tocó hacer varios cálculos estructurales porque venían los planos sin esos detalles, pero bueno finalmente ahí aplicamos lo que aprendimos en la Universidad Autónoma de Sinaloa”, comentó.
Destaca que el edificio antiguo estaba muy bien diseñado con una estructura que podía durar fácil de 50 a 70 años o más.
“Es una pena que lo hayan tumbado, porque era un edificio que era para muchísimos años”.
En cuanto al interior y las áreas que se tenían, dijo que ya después como investigador le tocó trabajar en los laboratorios, que eran de suma importancia para los estudiantes, aunque en aquella época era lo más novedoso, poco a poco fueron quedando atrás.
“Pero realmente eran súper importantes las prácticas, me tocó inclusive atender algunas prácticas y realizar algunas investigaciones”, dijo.
Recordó que fue ahí donde se creó la primera red sísmica sinaloense y que se tenía a nivel nacional.
“Triste, la verdad, ¿qué pasó?, se me hizo sorprendentemente triste, porque no esperaba; uno: el tamaño, dos: el contenido sí hay unas cosas que son buenas y creo que deberían de sostenerse, pero creo que hay otras cosas que hay que implementar a lo que se tenía anteriormente “.
“Porque, claro hay que adaptarnos a las nuevas condiciones, nuevos avances tecnológicos, pero hay cosas que eran un icono, simplemente el péndulo de Foucault , era lo que todos mirábamos cuando entrábamos, causaba curiosidad, y aparte los hermosos vitrales que se tenían, y la verdad sí fue muy impactante y desagradable ver lo que hay ahora”, expresó.
Remodelación
Después de 26 años de su construcción, el Gobierno de Quirino Ordaz Coppel en enero de 2018 anunció los trabajos de remodelación, con una primera inversión de 20 millones de pesos de un total de 150 millones de pesos.
Bajo la dirección general de Luis Arturo León Tavera, el Centro de Ciencias empezó su transformación, la cual se vio concluida hasta enero de 2020 y renombrado como Museo Materia.
De acuerdo con información publicada por Mapasin, el proyecto arquitectónico de la renovación es diseñado por Alberto Kalach, reconocido arquitecto con numerosos premios internacionales.
Este se compondría de un museo, el péndulo, meteorito, una torre de 12 niveles y planetario –auditorio elaborado por TAX Taller de Arquitectura X del arquitecto Alberto Kalach en colaboración con el arquitecto Juan Palomar.
Y el museo estaba obligado a proporcionar a los usuarios las mejores condiciones físicas posibles para generar comunicación, facilitar la sociabilidad y estimular una experiencia holística de alta calidad.
La propuesta comprendía dividir los espacios: Meteorito como protagonista, zona de laboratorios y oficinas (torre 12 niveles), planetario con estacionamiento, nave-museo de exhibición y péndulo. Y se proponía cada uno de los espacios como independientes de manera que permita realizar el proyecto por etapas.
Los resultados fueron lejanos al proyecto, el espacio interior fue reducido y las nuevas adecuaciones no fueron bien recibidas por los trabajadores.
El ahora llamado Museo Materia cuenta con un espacio exterior para video mapping.
En el interior: un cubo negro 8k para realidad virtual, esfera de led más grande de México que transmite contenidos sobre el cambio climático, laboratorio de fabricación digital público y una zona llamada STEAM, espacio donde se mezcla ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas, además de exposiciones rotatorias.
Edgardo Molina Sauceda, delegado sindical del Centro de Ciencias de Sinaloa, con 21 años laborando dentro de este espacio, recordó a este espacio como un museo interactivo.
Detalló que contenía salas temáticas como: ciencias de la tierra, mecánica, electricidad, matemáticas, ciencias de la vida, ecología, eras geológicas.
Señaló que también se contaba con un área infantil, sala de lectura, biblioteca, videoteca, auditorio, planetario, el péndulo de Foucault y el péndulo de Bacubirito. Adicionalmente había 10 laboratorios, cada uno con una superficie de 144 metros cuadrados con equipamiento y cuatro talleres.
“Era un museo único en su caso, único a nivel Latinoamérica, en cuanto a superficie e infraestructura no era necesario esa demolición”, dijo.
“De un 80 a 90 por ciento del inmobiliario lo destruyeron, lo donaron, lo vendieron inclusive como fierro viejo, entonces es un daño muy grande el que se hizo”.
En cuanto a infraestructura, dijo, se tiene ahora un 35 a 38 por ciento de lo que se llegó a tener.
A partir de estos cambios, se han presentado distintas protestas por parte de los trabajadores, ya que sus áreas de trabajo fueron desaparecidas, además de denunciar otros asuntos.
Por lo que se está a la espera de que lo podría realizar el Gobierno actual y qué tanto podría traerse de vuelta la esencia principal de este sitio, que era como su nombre lo dice, un Centro de Ciencias.