Figuras de la Santa Muerte y artículos para atraer el amor, lo más vendido en tiendas esotéricas de Culiacán
Es común observar locales de cualquier giro comercial en los mercados, desde los de venta de comida, flores y productos para el hogar, hasta aquellos en donde se comercializan productos esotéricos, los cuales suelen ser vistos con morbo por parte de los transeúntes, sin embargo, estos giros concentran una clientela significativa, al ofrecer artículos religiosos y alusivos a seres o energías con las que se puede atraer riquezas.
Cesar Vázquez, propietario de una tienda de artículos de esoterismo, plantas medicinales y productos naturistas en el Mercado de las Flores de Culiacán, informó a Noroeste que los objetos más vendidos son los que hacen alusión a la Santa Muerte y aquellos que sirven para atraer el amor y fortuna.
“Sinceramente, son más las cosas de la Santa Muerte, es la primera, ya la segunda cosa que se vende más son para el amor y el dinero”, dijo.
Precisó que los devotos a la Santa Muerte suelen comprar figuras de cualquier tamaño o color, veladoras e incienso, mientras que las personas que buscan atraer el amor, compran velas aromáticas, perfumes y feromonas.
La gente suele comprar productos para perjudicar a otros
El locatario señaló también existe una alta demanda por productos utilizados para perjudicar a terceros, en el aspecto laboral, sentimental, familiar y de salud.
“Hay veladoras del destierro, del odio, hay aceites negros para rociar a las personas y que les vaya mal, hay sal negra, hay cosas dañinas que vendemos, hay fetiches para hacerle daño a las personas, en particular, para que no esté con la otra persona o que le vaya mal”, explicó.
Afirmó que muchas personas que han resultado dañadas por estos “trabajos negros” también acuden a su local a comprar jabones o polvos para revertir el trabajo, ya que al presentar malestares primero acuden con las santeras o curanderas del mismo mercado, quienes les recomiendan comprar adquirir ciertos artículos para hacer la reversión.
“Viene gente a comprarme cosas para quitarse eso y les dice una persona, una santera o una que echa las cartas, les dice qué es lo que tienen y vienen aquí a comprarlo para revertir las cosas”.
“Hay gente que no puede caminar, hay personas que han llegado que no se pueden mover y con base en lo que le hace a la persona, la curandera, y lo que le vendemos, se ha visto que las personas se han recuperado de estos trabajos”, detalló.
La figura que dejó de vender por las energías que contenía
Cesar comentó que todas las figuras, sean de la Virgen de Guadalupe, Jesús Cristo, San Judas Tadeo, San Miguel Arcángel, Malverde, Buda o la Santa Muerte, etcétera, las recibe preparadas o benditas, en caso de ser alusivas al catolicismo, pero una vez que se venden, todas son rociadas con un perfume para limpiarlas y liberarlas de las malas engerías que quedan almacenadas en ellas por el tacto de los clientes.
Pese a estas limpiezas, mencionó que dejó de vender la estatuilla de un diablo en color negro, pues esta posee de origen una energía muy pesada y por ende, puede representar un riesgo tanto para quien la compra como para terceros.
“No las vendo, no sé, por superstición o por creencias, el que me las vende me las dejó de vender, es algo muy delicado, no las vendemos, es la magia o la energía más alta que hay, si tú crees, jalas las cosas, lo dejé de vender”, reveló.
Las creencias de los vendedores
Por 17 años, Cesar ha administrado dicho establecimiento, el cual le fue heredado por madre, por lo tanto, no le resultó complicado el interesarse por este tipo de giro, pues se dijo un creyente de las figuras y objetos que comercializa.
“Yo creo que sí todos creemos en eso porque lo vendemos y tenemos que tener creencias y fe a esto mismo, yo le tengo fe a lo que vendo, creo en las energías, en la mala vibra, en las envidias, todo eso llega”, expuso.
El vendedor añadió que estas creencias le han generado algunas malas experiencias con los clientes, pues aseguró que estos suelen dejar malas vibras o energías negativas, por lo que ha tenido que encender veladoras o incienso.
“Llega una persona y me deja la mala vibra, me la depositan, en cuanto llega la persona, no cualquier persona, me siento incomodo y comienzo a sacar incienso, agarro una veladora, la prendo y sí siento eso, no uso protecciones, es lo malo de mí que no traigo nada conmigo”, expuso.
Este tipo de tiendas esotéricas también se encuentran en mercados como el Garmendia, Rafael Buelna, Abastos y el de Abastos del Humaya.