"Festejan en La Ladrillera perdón para sinaloenses en Malasia"

En la familia González Villarreal ya no hay dolor, sólo alegría porque el sultán de Johor, en Malasia, conmutó la pena de muerte contra José Regino, Luis Alfonso y Simón, originarios de Culiacán, detenidos por narcotráfico en ese país en 2008.

Carmen Villarreal Espinoza, madre de José Regino, Luis Alfonso y Simón, mencionó que el jueves se enteró de la noticia de que sus hijos no irían a la horca y desde ese momento, está muy contenta.

"Yo estaba pidiendo mucho por ellos, para que Dios los ayudara y que no les hicieran lo que les querían hacer", explicó la señora.

Culichis detenidos en Malasia no serán colgados, al perdonarlos el sultán de ese país

Los hermanos sinaloenses, con domicilio en la colonia Loma de Rodriguera, en Culiacán, fueron detenidos en 2008 en posesión de 29 mil 460 kilogramos de mentafetaminas, así como un laboratorio clandestino; en 2012, fueron sentenciados a morir en la horca.

Los culichis siempre insistieron en que únicamente trabajaban como personal de limpieza y desconocían que se procesaba droga en la fábrica.

El tráfico de drogas en Malasia se castiga con sentencia de muerte mediante la horca.

En 2015, la Corte Federal de Malasia desechó las apelaciones de los mexicanos y ratificó la sentencia de muerte. En abril de ese mismo año, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México rechazó y lamentó la decisión de la justicia malaya.

A través de un comunicado, la Cancillería mexicana informó que los mexicanos fueron detenidos por la Policía Real de Malasia el 4 de marzo de 2008 en la ciudad de Johor, Bahru, acusados de tráfico, producción y distribución de narcóticos.

A lo largo de todos estos años, la Cancillería y su embajada en Malasia han brindado protección y asistencia consular a los connacionales y sus familiares, expuso en su comunicado.

En febrero de 2007, recordó Carmen Villarreal, sus hijos le dijeron que saldrían del país, sin embargo, para el 10 de mayo, Día de las Madres, estarían con ella en Culiacán. No dijeron a dónde irían.

"Ellos se fueron, no sabíamos a dónde iban, hasta que hablaron que los habían detenido, nunca habíamos oído mentar Malasia, hasta que escuchamos que allá estaban", señaló Carmen.

Aun cuando a sus hijos los habían sentenciado a la horca, siempre confió que no les llegaría ese final, y ahora otra esperanza mantiene: volverlos a ver, debido que desde que dejaron Culiacán, no ha estado con ellos, únicamente dos hermanas.

"Tengo mucha fé, que ellos van a venir", expresó.

Como sus hijos nunca le han hecho daño a nadie, gracias a Dios, a ellos tampoco les hicieron daño, comentó.

Hace un par de días recibió una carta de ellos, donde le pedían no perder la fe.

"Ellos me dijeron, amá, tenga mucha fe, nosotros tenemos mucha fe que Dios nos va a ayudar en este proceso en el que estamos y todo lo que usted pida, Dios la va a escuchar", agregó.

Consuelo tuvo 15 hijos, de los cuales 4 murieron, de los once que tiene, ocho son hombres y tres mujeres. Dentro de esos once, están José Regino, Luis Alfonso y Simón.

Desde los seis años, su esposo llevaba a sus hijos a la ladrillera, para que vieran lo duro que era ese trabajo.

Cuando se fueron a Malasia, Simón dejó a una niña y niño; Luis, a dos niños; y José Regino, a una niña, que ahorita tiene 14 años. Carmen mencionó que sus nietos se alegraron cuando se enteraron que sus padres no irían a la horca.

"Ahorita no hay dolor, ahorita, la verdad, más que nada, hay alegría", expuso Leticia, hermana de José Regino, Luis Alfnso y Simón.