Evita que los niños sufran golpes o agotamientos por calor
CULIACÁN._ Ante las altas temperaturas registradas, bebés, niñas y niños son los más afectados, ya que no pueden regular su temperatura corporal de la misma manera que las personas adultas y su cuerpo se calienta de tres a cinco veces más rápido, explicó el urgenciólogo pediatra, Edgardo Tostado Morales.
Como los infantes no pueden regular su temperatura, pueden sufrir golpes de calor y deshidratación.
“El golpe de calor es la forma más grave de enfermedad por calor, se reconoce por una temperatura corporal elevada y un estado mental anormal: confusión, agitación, convulsiones, etcétera”, indicó el médico.
“El agotamiento por calor puede tener o no temperatura corporal elevada. Los principales síntomas del agotamiento por calor incluyen dolor de cabeza, desmayo, sed, mareos, náuseas, vómitos, pulso y frecuencia cardíaca rápida, piel fría y húmeda”.
Generalmente la persona que sufre agotamiento por calor está sudorosa, pero tiene la capacidad de comportarse y responder preguntas de manera adecuada, detalló Tostado Morales.
Como prevención, recomendó que antes de realizar actividades físicas al aire libre, las niñas y niños deben beber agua libremente y no deben tener sed; también la ropa tiene que cubrir la mayor parte de su piel, ser liviana, de color claro y de preferencia de algodón para facilitar a evaporación del sudor.
“Las prácticas y los juegos que se realizan con el calor deben acortarse y deben existir descansos. Es necesario que tengan agua disponible y tomar tiempo para beber cada 20 minutos mientras están activos en el calor”, comentó el médico.
Sugirió además que las blusas y camisas sudadas deben ser reemplazadas por ropa seca lo más rápido posible.
En caso que los infantes presenten síntomas por agotamiento o golpe de calor, deben suspender la actividad y pasar rápidamente a un entorno con menos calor si se siente mareados, cansados o con náuseas.
“Es necesario alejarlos de la exposición directa al sol, evitar el contacto con superficies calientes, rociarle un poco de agua y agitar algún objeto para proporcionarle aire. Si el niño tiene un comportamiento normal, responde adecuadamente y puede beber, hay que ofrecerle líquidos fríos”, enfatizó el urgenciólogo pediatra.
Recalcó que si la niña o el niño parece enfermo, está inconsciente o no responde normalmente a sus preguntas, los adultos deben hacer todo lo anterior y llamar al 911 de inmediato.