En menos de un año, la UAS tiene a 3 titulares de Rectoría, y se rehúsan a nombrar un nuevo Rector
En un lapso de 353 días, la Universidad Autónoma de Sinaloa ha tenido a tres personas diferentes al frente de su Rectoría. Desde el 17 de octubre, último día en funciones del Rector titular, Jesús Madueña Molina, hasta este 4 de octubre, fecha en Robespierre Lizárraga Otero fue separado del cargo como encargado del Despacho de Rectoría.
La noche del 17 de octubre, el Juez de Control local, Carlos Alberto Herrera, impuso la medida cautelar de “suspensión temporal en el ejercicio del cargo” a Jesús Madueña, a solicitud de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa, para que no obstaculizara una investigación penal en su contra por la presunta compra irregular de productos derivados del maíz por 45.5 millones de pesos.
El argumento de la Fiscalía en aquella ocasión consistió en que Madueña, junto con un grupo de funcionarios de alto nivel de la UAS, obstruían la investigación al no responder solicitudes de información en las que pedían declaraciones patrimoniales, copias de contratos celebrados con proveedores; además, advirtieron que al ser directivos de alto rango, podrían intervenir en entrevistas a testigos claves.
Desde entonces, a Maudeña Molina le han aplicado la misma medida cautelar en otros siete procesos judiciales por presuntos actos de corrupción; al tratarse de procedimientos separados, que pueden tener destinos diferentes, el hecho de que ya esté separado de funciones en un juicio, no impide que le apliquen la medida en otros.
Al día siguiente de su primera separación del cargo, el 18 de octubre del 2023, Robespierre Lizárraga Otero pasó de ser Secretario General, a tomar las riendas de la institución bajo la figura de encargado del Despacho de Rectoría.
La vacante de Lizárraga Otero en la Secretaría General, fue cubierta por Candelario Ortiz Bueno, ex director general de escuelas preparatorias.
“Las faltas temporales del Rector Titular que no excedan de cuarenta días hábiles serán cubiertas por el Secretario General de la institución; las mayores a dicho término pero menores de ochenta días hábiles, por un Rector Interino; y si las faltas exceden este último término, el H. Consejo Universitario designará un Rector Sustituto, que concluirá el periodo en los términos que fije el Estatuto General”, establece el artículo 35 de la Ley Orgánica de la UAS.
El periodo de 40 días venció el 13 de diciembre del 2023, pero el Consejo Universitario omitió la Ley Orgánica y ratificó a Lizárraga Otero como encargado del Despacho.
Conforme a la Ley Orgánica universitaria, y con base en la Ley Federal del Trabajo, la UAS debió nombrar a un Rector sustituto el 12 de febrero del 2024, ya que en ese lapso solo se consideran inhábiles el 20 de noviembre y el 1 de enero. Pero tampoco lo hicieron.
En una respuesta de la UAS a Noroeste, vía acceso a la información, el propio Consejo Universitario acordó omitir su propia Ley Orgánica, ya que consideraron a Jesús Madueña como un “perseguido político”.
“En virtud del rechazo que ha realizado, y por estar ante un caso atípico de violación al principio de autogobierno de la Universidad Autónoma de Sinaloa, no corran dichos plazos, hasta en tanto las autoridades judiciales competentes, resuelven la controversia que ha indignado a este H. Consejo Universitario”, se lee en el documento.
Este 4 de octubre, Robespierre Lizárraga fue citado a comparecer para la revisión de sus medidas cautelares en un proceso que se le sigue por abuso de autoridad, por presuntamente impedir que la Auditoría Superior del Estado revisara las finanzas de la UAS en 2023, cuando él fungía como abogado general.
El mismo Juez que separó a Madueña, Carlos Alberto Herrera, y con el mismo fundamento, acerca de que puede interferir en el proceso de investigación, decidió separarlo del cargo de “Rector suplente”.
-Robespierre: “¿De qué cargo?”
-“Entendemos que es como encargado del Despacho”.
-Robespierre: “No, ¿qué dijo el Juez? Estabas ahí, ¿qué dijo?”
El abogado universitario, Milton Ayala Vega, denunció que en la Ley Orgánica de la UAS no existe la figura de Rector suplente, por lo que era ilegal separar del cargo al encargado del Despacho.
Ante la separación de Robespierre, el segundo Secretario General de la UAS, Candelario Ortiz, asumió la titularidad de la Rectoría, bajo la misma figura de encargado del Despacho.
Madueña y Robespierre, separados pero en nómina
Pese a durar casi un año alejado de sus funciones al frente de la Rectoría, Jesús Madueña Molina continúa en la nómina de la UAS, y todas sus prestaciones laborales, como sueldos, permanecen intactas.
Debido a su condición de “perseguido político” avalada por el Consejo Universitario, la UAS aplicó la cláusula 37 de su Contrato Colectivo del Trabajo para Madueña Molina.
“En los casos de que algún trabajador se encuentre sujeto a proceso penal que a juicio de las partes contratantes sea de naturaleza o por razones políticas, que le impida cumplir con la relación individual de trabajo, la Institución no suspenderá ésta y continuará pagándole los salarios con todos los aumentos y mejoras que se presenten. Lo mismo se observará en caso de sentencia ejecutoria en un proceso que tenga esta naturaleza, a juicio de la Institución y del Sindicato, que imponga pena de prisión al trabajador”, señala el CCT.
Desde entonces, según la Plataforma Nacional de Transparencia, el Rector titular de la institución, aún sin ejercer el cargo, percibe 223 mil 77.68 pesos brutos al mes.
Por su parte, Robespierre Lizárraga sigue en nómina como Secretario General de la casa de estudios, cargo por el que cobra 93 mil 903.53 pesos según la PNT; además, la plataforma indica que todavía en 2024 percibe 12 mil 614.80 pesos de la dirección de asuntos jurídicos.
En cambio, el nuevo encargado del Despacho de la Rectoría, Candelario Ortiz Bueno, percibe 130 mil 152.55 de la Secretaría General, más 9 mil 461.10 como “Director C” de la Dirección de Escuelas Preparatorias.
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