En medio de la urgencia y bajo el sol, aguardan por recibir agua en pipas en Culiacán
CULIACÁN._ En la colonia Guadalupe Victoria, al igual que en otras 188 localidades al sur de Culiacán, van tres días consecutivos sin servicio de agua potable y los vecinos resisten bajo los rayos del sol en mediodía, con más de 40 grados de sensación térmica, pero una urgencia que les mantiene aguardando la llegada de las pipas distribuidoras.
Uno de los puntos de atención establecidos por la Junta de Agua Potable y Alcantarillado fue sobre la calle Fernando B. Hijar, casi esquina con la avenida Revolución, donde Candelario, vecino de la Guadalupe Victoria, tiene la misión de conseguir agua para tres hogares, en los que habitan 10 personas.
“Ayer fuimos a La Campiña, donde llenan las pipas y ahí llenamos... yo vivo por esta calle (Fernando B. Hijar), vinimos a ver si efectivamente llenamos más rápido pero tenemos más de media hora y no llega la pipa, entonces seguimos esperando”, dijo.
Para cuando Candelario se asomó al punto de distribución, pasadas las 12:00 horas, la pipa no estaba porque fue a recoger más agua para regresar a repartirla, así que no le quedó de otra más que aguantarse el clima extremo bajo la sombra de un árbol pequeño.
“El agua la usamos pues cuando menos para lo más necesario, pues por la escasez que tenemos ahorita”, habló mientras señalaba su camioneta, en donde transportaba los garrafones, tambos y bidones para llevarle agua a sus familiares.
Pese a que muchos hogares cuentan con tinacos para reservar cantidades considerables de agua, no termina de ser suficiente para cubrir las necesidades básicas del día a día, como el caso de Érika, madre de dos pequeños que cuyo almacén de agua se vació rápidamente y ahora espera a que la surtan en pipas.
“Nosotros tenemos tinaco y no nos habíamos dado cuenta que no había agua, hasta que se nos terminó el domingo y ya ayer (lunes) amanecimos sin agua, desde ayer estoy acarreando”, dijo mientras sostenía uno de los tres bidones que llevaba.
Mientras sus retoños toman clases, ella se queda esperando varias calles lejos de su casa en la colonia 21 de marzo, soportando el calor, “echándose aire” con un pedazo de cartón, para conseguir agua con la cual salir del apuro las próximas horas.
“Como tengo dos tambos de esos (bidones de 20 litros) allá en las casas llenos, pues dije, si ya se van a terminar, vine por los demás, pero pues sí está cabrón”, expresó.
Érika contó que si ya es difícil conseguir agua en estos momentos, es aún menos accesible comprar un recipiente para guardar la que les lleva las pipas, pues un garrafón que normalmente valdría 100 pesos se han vendido hasta en 300.
En medio de la necesidad, los vecinos también se quejan de que la atención de las pipas ha dejado que desear, pues una vez que se retiran para rellenar la unidad, pueden tardar de una hora hasta hora y media en volver para abastecer los 10 mil litros que almacenan las unidades.
Cada que se estaciona una pipa sobre las calles, comienzan caravanas con hasta 10 vehículos de los que descienden adultos, jóvenes y niños cargando todas las cubetas, galones, bidones e incluso tambos que sus brazos les permitan para llevar agua a sus casas.
La Japac, por mientras, continúa publicando boletines informando la continuación de obras, a la vez que anunció que el restablecimiento del servicio sería hasta el jueves, si las reparaciones no presentan más complicaciones.