En Culiacán, Jovline, joven de Haití, cumplió su sueño de estudiar la universidad
El sueño de poder cursar la universidad siempre fue más grande que los obstáculos que pudieron presentarse ante Jovline Lafrance, que con el apoyo de su familia y la fe en Dios, hoy vive todo aquello que una vez imaginó.
La joven originaria de Miragoâne, Haití, actualmente cursa el primer año de la Licenciatura en Administración de Empresas, en la Universidad Autónoma de Sinaloa, en la ciudad de Culiacán; sin embargo, antes de llegar hasta ese punto, Jovline tuvo que lidiar con omisiones del Gobierno de su País, el sistema burocrático de la Embajada de México y Cuba y otras situaciones que en su momento fueron causa de estrés y frustraciones.
Además es una emprendedora, tiene su propio negocio de bisutería y objetos hechos con resina, que oferta en línea y en todo tipo de bazares que se realizan en la ciudad, aún con la violencia que ha perjudicado por casi cinco meses a Culiacán y Sinaloa, Jovline no se ha detenido, busca las formas de innovar su emprendimiento y hacer nuevas creaciones.
A sus 24 años, recuerda que fue después de la preparatoria, en 2019, cuando se fue a vivir a República Dominicana, con su tía, para tratar de estudiar una carrera universitaria en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, ya que en su País no podía hacerlo, debido a una crisis de seguridad generalizada en Puerto Príncipe, capital de Haití, en donde están las grandes universidades.
“Es muy difícil la vida en la capital, precisamente en la capital del País, pero afecta a todo el País”.
En 2019, Haití fue sede de disturbios sociopolíticos y protestas que tenían el objetivo de desterrar al Gobierno y al finado Presidente Jovenel Moïse.
De acuerdo con la organización Amnistía Internacional, entre el 16 de septiembre y el 17 de octubre del 2019, las manifestaciones masivas dejaron 35 muertos, por la brutalidad de las protestas y la confrontación con el Ejército.
A la par de la creciente violencia perpetrada por numerosos grupos criminales, por la que la Organización Internacional para las Migraciones ha contabilizado más de 310 mil personas desplazadas internamente , desde diciembre de 2023 hasta enero de 2024.
En República Dominicana, Jovline aprendió español en un curso en la escuela de idiomas de la UASD durante un año; sin embargo, en ese tiempo llegó la pandemia por Covid-19 y con ello, cambiaron los requisitos para que jóvenes de Haití pudieran entrar a universidades del País vecino, por lo que pasó tres años sin poder estudiar.
“Comenté eso con mi hermano que estaba aquí en México estudiando, entonces él dijo ‘ya basta, están pasando los años y no puedes entrar a una universidad, así que vamos a cambiar de plan, no el objetivo, el plan’, y de eso en mayo del 2023 regresé a mi País para empezar el proceso de obtener una visa de estudiante mexicana para venir acá a estudiar”.
A través de un contacto de su hermano, la joven haitiana pudo realizar su preinscripción en dos universidades en Sinaloa, la UAS y la Universidad Tecnológica de Culiacán, pues uno de los requisitos para tramitar la visa era una carta física de la escuela a la que ingresaría.
Menciona que obtener la visa mexicana fue sencillo, la obtuvo el 4 de julio del mismo año, lo difícil fue todo lo demás, al enfrentarse con una serie de retos, que en general quedaban fuera de su control, como el tener que transitar por otro País, al no haber vuelos directos de Haití a México.
Como ya estaba viviendo en República Dominicana, informó que viajaría desde ahí hacia México, pero no contaba con que un día después de obtener la visa mexicana, vencería la visa de la isla.
“Así que yo tenía que volver a pedir otra visa para República Dominicana, eso fue difícil porque tuvo que quedarme dos meses para conseguir esa visa y la visa de estudiante mexicana era para seis meses”.
Cuando por fin renovó el trámite, el 7 de septiembre de 2023, ese mismo día compraron su boleto de avión para salir del País, pero al llegar a migración, tomaron su pasaporte y le dijeron que no era suyo el pasaporte, ya que al escanearlo aparecía la fotografía de alguien más.
“Luego me dijeron que me pusiera de ladito, digo ‘¿por qué?’, y luego me llamaron para decirme que el pasaporte no es mío y digo ‘¿cómo que no es mio?’, ellos dijeron ‘mira, aparece la cara de otra persona, y con información también, eso no era verdad, digo, ‘¿cómo puede ser?’ Porque no es que yo mandé a alguien a hacer mi pasaporte, fui yo, con mi papá a hacerlo, en mi País”.
Al borde las lágrimas, recuerda cómo después de ese momento, fue mandada de regreso a Haití, sin pasaporte, quedando impotente y preguntando a Dios porque le tenía que pasar eso a ella.
“Una cosa importante es que mis papás, mi familia nunca me han dejado sola en esos momentos, yo considero a mi familia como un regalo de Dios, la verdad, porque he pasado por tantas cosas y ellos siempre han estado a mi lado”.
Tuvo que tramitar otra vez su pasaporte, y solicitar otra carta a la UAS en diciembre de 2023, para volver a tramitar la visa mexicana, y nuevamente se la dieron, sólo que en esa nueva ocasión dijeron que el tránsito sería por Cuba y no por República Dominicana, por lo que también tuvo que tramitar una visa cubana.
Pasaron dos meses y no tenía ninguna respuesta de la Embajada de Cuba en Haití hasta que fue personalmente a la instalaciones y le dieron su cita para dentro de un mes; en ese lapso de tiempo, la inseguridad de su País empeoró, ya que el 2 de marzo de 2024, 3 mil 696 presos de la cárcel más grande de Puerto Príncipe se fugaron.
De modo que un día antes de su cita, programada para el 7 del mismo mes, le dijeron que la Embajada cerró y aún así Jovline llegó a su cita e insistió hasta que un señor la atendió.
“Entrando, él me dijo ‘tienes mucha suerte’ y yo le digo ‘pues, es la voluntad de Dios’, porque escribieron a todas las personas que tenían cita ese día para decirles ‘no vengan’, pero a mí no me mandaron ningún mensaje”.
Después de casi quedarse sin cita, tuvo que regresar en ocho días para recoger el documento, pero por la violencia, todos los vuelos desde Puerto Príncipe estaban cancelados y al tiempo un amigo le dijo que en Cabo Haitiano sí había vuelos, por lo que se fue para allá, para viajar desde ahí a Providenciales, una isla perteneciente a las Islas Turcas y Caicos, y luego viajar a Cuba.
Ese mismo día voló con rumbo a Monterrey y después a la Ciudad de México, hasta finalmente llegar a Culiacán el pasado 22 de abril de 2024.
“He aprendido que cuando quieres algo, pase lo que pase hay que luchar, sigue luchando hasta conseguirlo, porque pueden pasar días, meses, años, pero si no te detienes, un día lo vas a conseguir por seguro”.
“Tengo mi historia como ejemplo, porque hace cinco años yo estaba luchando por entrar a una universidad, viviendo tres años en República Dominicana no pude conseguir esa oportunidad, pero al llegar aquí, en dos meses, lo tuve”.
Jovline hizo el examen de admisión en ambas universidades y al final optó por la UAS, donde ha conocido a gente buena y vive en un constante aprendizaje, que complementa con clases de baile y su negocio Jove´s Handmande, donde vende aretes, pulseras, collares, llaveros y demás artículos que hace con sus propias manos.
Para ponerse en contacto con Jovline y comprar sus productos, puede mandarle un mensaje por Instagram a @joves_handmade o el número de Whatsapp 6673490332.