En criminalidad no hay asesinos solitarios, ni asesinatos aislados: Guillermo Trejo
CULIACÁN._ Identificar las estructuras criminales por fracciones es uno de los primeros pasos para la construcción de paz porque las condiciones son distintas en cada región, es el llamado del catedrático de la Universidad de Notre Dame, Guillermo Trejo, en la conferencia “¿Cómo construir paz en la zona gris de la criminalidad?”, impartida en Culiacán, en el marco del 50 Aniversario de Noroeste.
El profesor en Ciencia Política explicó las intersecciones de la zona gris, los actores que la componen y las consecuencias de las incursiones militares en las regiones, donde son clave las acciones que son iniciadas principalmente por las víctimas, pero en las que pueden participar diferentes gremios para la construcción de paz.
Detalló que, como parte de este proceso, también debe entenderse la criminalidad a un nivel macro.
“Es decir, no son asesinos solitarios, ni asesinatos aislados; son estructuras creando múltiples salidas, interrelacionadas en una región en donde se asesinan a líderes locales y se desaparecen personas”, detalló Trejo.
“Entendamos esa lógica más macro, mucho más estructural, más que individual”, enfatizó.
Informó que en el caso de las estructuras criminales de la zona gris, no solo hay que entenderlas, sino que deben implementarse acciones para desmantelarlas.
“Es muy difícil construir paz si no se desmantelan esas estructuras criminales”, aclaró el Doctor Guillermo Trejo.
La zona gris es un sector de intersección donde están involucrados delincuentes y actores del Estado, y es así que se compone el crimen organizado.
Una de las consecuencias de esta interseccionalidad es que en la guerra contra el narco que fue iniciada en los últimos dos años de Gobierno del ex Presidente Vicente Fox Quezada, y continuada por sus sucesores Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, los resultados del crimen fueron más crudos debido a que era el Estado luchando contra una parte del Estado involucrada en el crimen organizado, explicó el especialista.
Aclaró que fueron militares luchando contra sus pares que habían desertado y conformaron el grupo criminal Los Zetas; y lo mismo ocurría con policías contra ex policías.
Sin embargo, enfatizó, aunque haya agentes del Estado participantes en la zona gris, no es una generalización, sino que hay que entender que es una estructura mucho más compleja de lo que se piensa.
“No es todo el Ejército, no es toda la Policía, no es tampoco ‘ah, el Alcalde debe estar...’, no, no, no, hay que ir con mucho cuidado”, recalcó.
Además los crímenes que convergen en la zona gris también han evolucionado en diversas economías ilícitas en los últimos 12 años, así como la proliferación de organizaciones criminales.
“Estado contra cárteles y organizaciones criminales y conflictos territoriales entre cárteles y organizaciones criminales”, explicó.
La construcción de paz también necesita justicia, comentó Trejo, pero en enfoques diferenciales porque no es igual un capo que aquellos delincuentes abajo o en la mitad de la estructura criminal.
“Enjuiciar y sentenciar, ahí sí, actores a nivel macro: políticos, jefes militares, policiales, al nivel más alto; es decir, enjuiciar y sentenciar”, dijo.
Pero no solo es enjuiciar, sino también negociar o impulsar el diálogo con actores a nivel medio a cambio de obtener información para localizar a las personas desaparecidas, por ejemplo, afirmó el catedrático.
“Yo sé que esto es muy complejo y se tiene que dialogar en los distintos contextos, en las distintas localidades”, admitió.
Adicional a los enjuiciamientos, el Estado también debe ver por la reintegración de los criminales a nivel micro, lo cual también es complicado, en particular a los jóvenes de pandillas, agregó.
Informó que muchos jóvenes viven en situaciones familiares de mucho abuso y se van a las pandillas a ejercer violencia como una salida ante la vergüenza que sienten por las vejaciones y las violaciones de las que fueron víctimas en sus propias familias.
Otro de los puntos que abordó el académico es la incursión militar y sus consecuencias en delitos como el ataque a la prensa o asesinato a párrocos.
“Cuando el Ejército entra, por múltiples razones, pone en peligro a muchos actores, entre ellos los periodistas”, informó, “(para) controlar los flujos de información en conflictos bélicos, gobernanza criminal, y graves violaciones de Derechos Humanos”.
HABLAR DE PAZ DESPUÉS DE LO QUE HEMOS VIVIDO EN SINALOA
El Director General de Noroeste, Adrián López Ortiz, señaló que es necesario empezar a reflexionar y pensar en dónde estamos como sociedad en términos de paz, seguridad, violencia, drogas.
“Que es algo que vivimos todos los días, sufrimos todos los días”, comentó.
“De pronto perdemos la perspectiva o somos incapaces de nombrar lo que vivimos o de ponerle nombre a las violencias que vivimos y en la medida que esas violencias cambian, también somos incapaces de ponerles nombre”, alertó.
Señaló que si la ciudadanía es incapaz de nombrar dichas violencias, también se vuelve incapaz de contenerlas o responderlas en el largo plazo.
“Creo que después del Jueves Negro del 2019, yo tenía muchas dudas de que fuéramos a vivir un segundo porque creí que ahí habíamos aprendido algunas cosas, pero lo que hicimos en realidad fue olvidar”, dijo.
Recalcó que el segundo evento en 2023, fue mucho más grande en cooptación del espacio público, libertades, fue a escala estatal y regional, así como un día de duración.
“Al final fue un toque de queda que vimos desde afuera”, explicó.
“Y estoy convencido que si ahora no hacemos algo relevante, pues vamos a vivir un tercero, un cuarto, y no sabemos cómo van a salir”.
frases
“Es muy difícil construir paz si no se desmantelan esas estructuras criminales”.
Guillermo Trejo
Catedrático de la Universidad de Notre Dame
“Creo que después del Jueves Negro del 2019, yo tenía muchas dudas de que fuéramos a vivir un segundo porque creí que ahí habíamos aprendido algunas cosas, pero lo que hicimos en realidad fue olvidar”.
Adrián López Ortiz
Director General de Noroeste