El Día Mundial de la Alimentación ante un incremento en la desnutrición
El 16 de octubre se celebra el Día Mundial de la Alimentación, para resaltar su importancia la FAO presentó un documento, donde resaltan que el derecho a la alimentación es un derecho humano básico consagrado en el derecho internacional. Y aun así, no todas las personas del planeta tienen acceso a los alimentos que necesitan para llevar una vida sana.
De acuerdo con este documento los motivos para la falta de alimentos son numerosos. En este mismo momento, alrededor de 733 millones de personas padecen hambre, principalmente debido a los conflictos, crisis meteorológicas, desigualdades y recesiones económicas.
Continúa mencionando que más de 2,800 millones de personas no pueden permitirse una dieta saludable. Eso significa que aunque estén consumiendo calorías suficientes, puede que no estén obteniendo los nutrientes y la variedad que necesitan para estar sanos. En pocas palabras: Casi la mitad de la población mundial hoy en día no está obteniendo los nutrientes que necesitan para crecer, y en algunos casos para sobrevivir.
Eso significa que aproximadamente la mitad del mundo tiene más probabilidades de enfermar, sufrir una enfermedad crónica o la escasez de energía para llevar una vida activa, todo ello debido a algo tan básico como la falta de acceso a una alimentación adecuada.
Menciona la FAO que el aumento de la producción por sí solo no es la respuesta. Después de todo, en términos absolutos, los productores de alimentos en todo el mundo ya están produciendo suficiente para alimentarnos a todos. La respuesta, en cambio, se encuentra en una acción coordinada y colectiva que garantice que alimentos suficientes, nutritivos e inocuos estén disponibles en todas partes para todas las personas, a un precio asequible. El derecho a la alimentación, entonces, es mucho más que las calorías necesarias para la supervivencia: trata de las dietas saludables, de la variedad y de la habilidad para prosperar.
Recalca el reporte que el plural de “alimentos“ es importante porque la diversidad es esencial para una nutrición adecuada. Es de igual importancia para la salud a largo plazo del medio ambiente con el que contamos para producir estos alimentos y que necesitan la biodiversidad para prosperar. El derecho a la alimentación, entonces, es mucho más que las calorías necesarias para la supervivencia: trata de las dietas saludables, de la variedad y de la habilidad para prosperar.
Resalta el reporte que la malnutrición existe en todos los países y en todas las clases socioeconómicas, ya se trate de desnutrición, carencia de micronutrientes o sobrepeso y obesidad. Es más, en muchas partes del planeta varias formas de malnutrición ocurren al mismo tiempo. En todo el mundo, unos 2,500 millones de adultos y 37 millones de niños menores de cinco años padecen hoy en día sobrepeso. Muchos niños no están creciendo adecuadamente. El 22.3% de niños menores de cinco años son demasiado bajos para su edad, mientras que el 6.8% padece emaciación o están demasiado delgados para su altura. En este caso, también, las dietas juegan un papel clave.
Otro lado negativo de las dietas que contienen demasiados alimentos no saludables de acuerdo con el reporte es que contribuye al aumento de las enfermedades cardiovasculares, diabetes y ciertos tipos de cáncer. No se trata solamente de problemas individuales, sino que son de índole nacional, dado que las enfermedades aumentan la presión en los sistemas de salud pública y las personas son menos capaces de contribuir con su aporte a la sociedad.
La FAO comenta que la solución para las dietas no saludables parece sencilla: haz que todo el mundo en todas partes coma de manera más sana. La realidad, por supuesto, es mucho más compleja. Los gobiernos necesitan incentivar la producción y venta de alimentos más nutritivos, y proporcionar a los consumidores información precisa y consistente sobre los productos alimenticios y las opciones saludables. Y deben apoyar el derecho de todo el mundo a una dieta saludable, especialmente aquellos que carecen de los medios financieros para conseguirla. Esto requiere políticas e inversiones, de manera ideal en forma de planes nacionales que reúnan todos estos aspectos.
Por eso la FAO recomienda que las dietas saludables deben incluir una variedad de alimentos inocuos, que proporcionan nutrientes adecuados que son importantes para la salud, una ingesta equilibrada de energía y macronutrientes.
De acuerdo con la FAO, estos problemas también están relacionados con los sistemas agroalimentarios, puesto que los alimentos diversos y nutritivos necesarios para una dieta saludable no están disponibles ni son asequibles. Debido a que el sistema agroalimentario cubre el trayecto de los alimentos de la granja a la mesa. Eso quiere decir desde el momento que son cultivados hasta que son recolectados, elaborados, empaquetados, transportados, distribuidos, comercializados, comprados, preparados, consumidos y finalmente cuando nos deshacemos de ellos.
También incluye a todas las personas que están involucradas en estos procesos, así como las actividades, inversiones, herramientas y opciones que nos ayudan a conseguir estos alimentos y productos agrícolas. Para garantizar que nuestros alimentos sean no solo abundantes y asequibles, sino también diversos y nutritivos, necesitamos transformar esos sistemas agroalimentarios de manera que sean más eficientes, inclusivos, resilientes y sostenibles. Esto significa transformar la forma de producir, distribuir y consumir nuestros alimentos.
Finalmente, el reporte que para hacer realidad el derecho a la alimentación requiere una acción colectiva.
presentan algunas formas de conectarse
• Practicar una agricultura sostenible que mejore la biodiversidad y gestione los recursos naturales de manera responsable.
• Producir alimentos más variados.
• Abogar por políticas que empoderen a los pequeños productores, los agricultores familiares y las mujeres.
• Reducir la pérdida de alimentos.
• Respetar las regulaciones y buenas prácticas para garantizar que los alimentos producidos sean inocuos.
• Poner a disposición del público alimentos más nutritivos y variados a precios asequibles.
• Apoyar a los pequeños productores de alimentos y a los agricultores familiares.
• Promover la responsabilidad social empresarial mediante modelos de producción éticos y sostenibles, e inclusivos.
• Aplicar todas las normas y buenas prácticas para garantizar que los alimentos producidos sean inocuos.
• Comercializar los alimentos de manera responsable y evitar promocionar alimentos no saludables para los niños.
académicas y de
la sociedad civil
• Hacer responsables a los gobiernos mediante la recopilación de datos, la identificación de áreas de mejora y la medición del progreso hacia metas y objetivos.
• Colaborar con los responsables de la formulación de políticas para que las políticas y estrategias se basen en datos y evidencias.
• Promover las dietas saludables y sistemas agroalimentarios sostenibles.
• Transferir los últimos conocimientos y tecnologías a los agricultores y a los encargados de tomar decisiones a través de asociaciones y capacitaciones.
• Alzar la voz para influir en la toma de decisiones.
• Elegir alimentos locales y de temporada para apoyar la biodiversidad.
• Adoptar dietas y estilos de vida saludables.
• Comprender las etiquetas de los alimentos para elegir alimentos saludables.
• Aprender maneras de identificar problemas de inocuidad alimentaria y de mantener los alimentos inocuos.
Por todo lo anterior, es importante resaltar la importancia de la producción de alimentos y de las políticas púbicas necesarias para fomentar alimentaciones suficientes y saludables, así como informar a los consumidores para que entre todos podamos tomar las mejores decisiones con respecto a nuestra alimentación y que nos permita desarrollar un sistema alimentario sostenible para todos los involucrados, desde el productor hasta el consumidor.
Encuentra más acciones en https://www.fao.org/world-food-day/home/es
Fuente: https://openknowledge.fao.org/server/api/core/bitstreams/975ffb5b-a185-4162-8f01-7cd897a75c8d/content