"Debate por el PAN en Sinaloa: Juan Carlos Estrada ataca y Adolfo Rojo Montoya calla"
Tras 26 días de campaña rumbo a la renovación del Comité Directivo Estatal del PAN hoy los candidatos se vieron las caras en un debate que más bien se tornó en señalamientos por parte de Juan Carlos Estrada Vega, y lectura de discurso de Adolfo Rojo Montoya.
La cita fue en el Casino de la Cultura en Culiacán en punto de las 11:00 horas. En el lugar se aglomeraron principalmente simpatizantes de los candidatos y no espectadores para escuchar las propuestas.
Fue Juan Carlos Estrada el primero en llegar, acompañado por Ivanovich Gastélum y Luis Roberto Loaiza, quienes forman parte de su planilla.
El candidato se mostró seguro y llegó saludando a los asistentes.
Después de él arribó al lugar Adolfo Rojo Montoya acompañado por Alejandro Higuera Osuna “El Diablo”, quien anteriormente compitió contra Sebastián Zamudio por la dirigencia estatal.
La mecánica del debate estaba marcada, eran tres minutos de participación para cada candidato, un minuto de réplica y un minuto más de contrarréplica, el moderador informó a los asistentes que era un evento de aproximadamente una hora y 20 minutos, pero en la práctica no cumplió con esa expectativa.
En sus discursos iniciales ambos se comprometieron con la transparencia del partido, encausarlo a ser oposición nuevamente y generaron compromisos con la militancia.
Los primeros minutos transcurrieron sin pena ni gloria para ninguno de los dos candidatos. Dieron lectura a sus discursos pero la imagen de ambos era distinta. Por un lado Estrada Vega se notaba feliz, seguro, misma seguridad de su contrincante, pero Rojo Montoya tenía un semblante más serio, aunque se le escapó alguna sonrisa para quienes lo acompañaban.
Sin embargo, Estrada Vega no desaprovechó el momento para hacer señalamientos contra Rojo Montoya y presuntas irregularidades durante su administración al frente del partido.
“La dirigencia provisional que el CEN mandó a Sinaloa en 2016 denunció pagos irregulares y cheques extraviados y señaló directamente a Adolfo Rojo y a Sebastián Zamudio. Muchos quisieran que esto no se ventile”, dijo.
“Es necesario que se marque la diferencia, y yo creo que es necesario porque se manejan con una banderita de que 'somos muy buenos y esto' pero en la práctica es otra cosa”, criticó.
El aspirante señaló que hay una carpeta de investigación en la Fiscalía pero no ha avanzado mucho.
“No sé se haya contubernio, no sé si haya algunos acuerdos en lo oscurito”, subrayó.
Ante estas acusaciones Rojo Montoya sí utilizó su tiempo para replicar, el único turno en el que lo haría ya que tras otras críticas y señalamientos de su contrincante guardaría silencio.
“Cuando llego yo a la dirigencia de manera sustituta, Briseida Paredes, Gilberto Lugo y Adolfo Rojo firmábamos cinco cheques denunciados por iniciativa de Briseida Paredes, en nuestro caso cuando firmó Everardo Gaxiola como tesorero y Adolfo Rojo fueron otros cuatro cheques, por un total de 102 mil 516 pesos”, detalló Rojo Montoya.
Detalló que también hubo señalamientos por otros cinco cheques firmados y en total tenían un valor de 115 mil pesos.
El debate prosiguió con Juan Carlos Estrada lanzándole más “buscapiés” a Rojo Montoya, pero este último no se inmutaba y continuaba rechazando réplicas, limitándose a la lectura de propuestas entre las que destacó la intolerancia al gasto discrecional dentro del partido y la vigilancia externa de los recursos para mayor transparencia.
Estrada Vega una vez más lanzó críticas contra la forma en cómo se ha dirigido el Comité Estatal.
“Pareciera que hay conflicto de interés o que los tienen cooptados. No vemos al PAN haciendo crítica al Gobierno ni señalando los errores porque simplemente decidieron entregar la voz la oposición que tuvimos en tantos y tantos años de lucha”, dijo.
“Ni nuestros diputados locales han sido capaces de posicionar un solo tema en la agenda mediática estatal, ¿y saben por qué? Porque no tienen voz, la vendieron o la entregaron y eso es más que evidente”, señaló.
Estrada Vega se creció durante el debate en el que no hubo discusión, posó para las fotos y sonrió la mayor parte del tiempo. Rojo Montoya estuvo seguro, firme, preparado pero más sobrio.
Al concluir el evento, el recinto explotó en júbilo de gritos a favor de Estrada Vega, quien no dudó en pararse al filo de la tarima alzando el brazo y dejándose querer por quienes corearon su nombre.