De acuerdo con la publicación de Seguridad Alimentaria del Banco Mundial, la inflación de los alimentos sigue siendo alta en muchos países. En términos reales, la inflación de los precios de los alimentos superó la inflación general en el 46 por ciento de los 167 países donde hay datos disponibles.
A pesar de que, desde la última actualización del 30 de mayo de 2024, los índices de precios agrícolas, de cereales y de exportación cerraron con caídas del 8 por ciento, 10 por ciento y 9 por ciento, respectivamente. Los precios del maíz y el trigo cerraron con una caída del 8 por ciento y 23 por ciento, respectivamente, y el arroz cerró en el mismo nivel. Si se compara con los precios a la misma fecha del año pasado, para el maíz son un 28 por ciento más bajos, los precios del trigo un 8 por ciento más altos y los precios del arroz un 18 por ciento.
En el último informe sobre los puntos críticos de hambre que cubre el período comprendido entre junio y octubre de 2024, la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) han emitido una advertencia conjunta sobre la escalada de la crisis de inseguridad alimentaria en 18 puntos críticos que comprenden 17 países o territorios. y un grupo regional. Malí, los Territorios Palestinos, Sudán del Sur y Sudán son los que más preocupan, y Haití se suma recientemente debido a la escalada de violencia por parte de grupos armados no estatales.
La intervención temprana es crucial para mitigar las brechas alimentarias y evitar un mayor deterioro que derive en condiciones de hambruna. Se insta a la comunidad internacional a invertir en soluciones integradas que aborden las causas multifacéticas de la inseguridad alimentaria, garantizando un apoyo sostenible más allá de las respuestas de emergencia para generar resiliencia y estabilidad en las regiones afectadas.
El monitor de mercados AMIS destaca las previsiones iniciales para la producción mundial de cereales publicadas en mayo, lo que subraya una incertidumbre significativa porque la siembra de muchos cultivos está pendiente en el hemisferio norte, entre ellos los de EU. El informe examina la validez de las proyecciones iniciales para la producción de trigo en 2024/25, ahora desafiada por condiciones climáticas adversas como la sequía y las heladas prolongadas en regiones clave de Rusia que afectan las expectativas de rendimiento. En consecuencia, los precios mundiales de exportación del trigo aumentaron en mayo, impulsados por la creciente preocupación por las limitaciones de la producción, particularmente en la región del Mar Negro. Dado el papel fundamental del trigo como alimento básico con sustitutos limitados, los países importadores están siguiendo de cerca los acontecimientos para detectar posibles impactos en la seguridad alimentaria.
En 2024, se estima que la producción será menor que en 2023, y se esperan posibles caídas en la Unión Europea, Turquía, Ucrania y el Reino Unido compensadas por aumentos en Australia, Canadá, India y Estados Unidos. Se pronostica que la producción de maíz será un 1.3 por ciento menor que en 2023, impulsada por reducciones en Brasil, Sudáfrica, Ucrania y los Estados Unidos, aunque Argentina y la Unión Europea anticipan cosechas mayores. Se prevé provisionalmente que la producción de arroz para 2024/25 crezca un 0.9 por ciento interanual hasta alcanzar un nuevo máximo, impulsada por unas plantaciones sólidas y un mayor rendimiento. Además, se prevé que la producción de soya en 2024/25 alcance un nivel récord, impulsado por la expansión de las áreas de cultivo en Argentina, Brasil y Estados Unidos, suponiendo que persistan las condiciones climáticas favorables.
Ucrania lideró las ganancias, con una escasez de suministros de cosechas antiguas en medio de un aumento en los envíos, y Argentina registró precios más altos porque las presiones de las enfermedades están afectando el excedente exportable.
Ante este panorama mundial, en mayo de 2022, el Grupo del Banco Mundial y la presidencia del G7 convocaron conjuntamente la Alianza Global para la Seguridad Alimentaria, cuyo objetivo es catalizar una respuesta inmediata y concertada a la crisis de hambre mundial que se está desarrollando. La Alianza ha desarrollado el Panel Mundial de Seguridad Alimentaria y Nutricional, de acceso público, que proporciona información oportuna a los tomadores de decisiones globales y locales para ayudar a mejorar la coordinación de la respuesta política y financiera a la crisis alimentaria.
Los jefes de la FAO, el FMI, el Grupo del Banco Mundial, el PMA y la OMC emitieron una tercera declaración conjunta el 8 de febrero de 2023. La declaración pide evitar un empeoramiento de la crisis de seguridad alimentaria y nutricional, se requieren más acciones urgentes para 1) rescatar los puntos críticos del hambre, 2) facilitar el comercio, mejorar el funcionamiento de los mercados y potenciar el papel del sector privado, y 3) reformar y reutilizar los subsidios dañinos con una focalización cuidadosa y eficiencia. Los países deben equilibrar las intervenciones urgentes a corto plazo con esfuerzos de resiliencia a más largo plazo mientras responden a la crisis.
Fuente: https://www.worldbank.org/en/topic/agriculture/brief/food-security-update
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