Corridos tumbados, narrativas que surgen de la violencia que habitan muchos jóvenes: Investigador
CULIACÁN._ Las narrativas de los corridos tumbados reflejan la realidad de precariedad y violencia en la que viven muchos jóvenes y cómo el sistema capitalista neoliberal limita sus opciones, empujándolos hacia la ilegalidad como un medio para acceder al consumo y la riqueza opinó José Manuel Valenzuela Arce, investigador en el Departamento de Estudios Culturales del Colegio de la Frontera Norte.
En su libro ‘Corridos tumbados, bélicos ya somos, bélico morimos’, Valenzuela Arce desglosa las características estéticas, musicales, e históricas del nacimiento de este género musical entre jóvenes.
“Los corridos tumbados emergen en un marco de pandemia donde lo que vamos a tener es esta contrastación entre las narrativas lúdicas, la exaltación del gozo del disfrute del pan y la fiesta, el hedonismo, la sexualidad vinculada con las bellas mujeres y que están evocadas en estos cantos en estas en estas producciones visuales”.
Señaló que para cambiar estas narrativas, es esencial transformar primero las condiciones de vida de estos jóvenes.
“La única manera desde la cual estas narrativas que emerjan de esa realidad que viven la mayoría de los muchachos solo se logrará construir a partir de la transformación de esa realidad. Los entramados de violencia, de muerte de miedo, de dolor de precariedad en la que viven en la gran mayoría de los jóvenes en el mundo, pues obviamente habrá muchas canciones que se van a regodear en ese tipo de códigos”.
“Dentro de los pocos dispositivos que ellos tienen para acceder a este acceso que publicita el capitalismo neoliberal del consumo del exceso de los yates del dinero del exceso de las mujeres disponibles todo esto que para muchos el único camino de acceder para la mayoría de los jóvenes no es el trabajo, trabajar no los va a sacar de la pobreza para ellos la única opción disponible para acceder a ese mundo de consumo está por estos entramados de la paralegal y la ilegalidad”.
En ese sentido destacó que el consumo mundial de los corridos tumbados, incluso en lugares donde no se habla español así como los escuchas transnacionales donde incluso Barack Obama tiene a Peso Pluma como uno de sus cantantes favoritos cuestiona la idea de que es un producto para el consumo de los sectores más bajos.
“Entonces, esto también nos habla y nos lleva a cuestionar esta idea de que era solo una a un producto para el consumo de los sectores de muy bajo, nivel escolar o educativo o cultural, como les gusta decir algunas mentalidades clasistas y racistas”.
Tras el nacimiento de este género mencionó que existe una hipocresía de atribuir problemas como la misoginia y el consumo de drogas, usuales en las letras de estas canciones como exclusivas a los sectores pobres, puntualizando que en realidad estos problemas son globales y afectan a todas las clases sociales.
En contraparte a esta idea, señaló que las principales ganancias del negocio de las drogas van a los más poderosos, no a los sectores pobres. Destacando el papel de las industrias culturales y los dispositivos electrónicos en la difusión de estas narrativas, y cómo el sistema capitalista neoliberal utiliza estos problemas para mantener control social y generar beneficios económicos.
“Lo que pasa es que hemos vivido en un marco muy claro de impostura, de hipocresía de simulación, y lo que lo que tenemos es muy claro, que la misoginia, el tema del consumo de drogas, el tema del negocio de las drogas nuestros asunto de los sectores populares que está en todos los sectores sociales y que los principales beneficiados son de los que tienen más dinero. Entonces esta idea hipócrita de hacer aparecer como si estos fueran temas que de los sectores bajos”.
“Recordemos que estos temas están en todas las expresiones juveniles, a través del rock muchos cantaron también a las drogas esto no significa que todos estén consumiendo drogan y que les gusten las drogas lo que implica es que es un tema que tiene una fuerte presencia social en todos los niveles sociales”.
“Porque esto no tiene no está no está vinculado con el punto de falta de cultura como decía una aberración pero que les gusta mucho decirlo algunas personas porque esto también en las lógicas del consumo y del hedonismo están presentes sectores de muy alto capital cultural”.
“Aquí el asunto es que ha habido esta suerte de conciencia incómoda donde se trata de estigmatizar a ciertos sectores pobres y a cierto tipo de forma culturales como si fueran exclusivo de esos de esos sectores precarios de la sociedad”.
“Pero las drogas y su consumo la violencia, el tema mismo de lo que tiene que ver con la misoginia, el tema de la exaltación y la exaltación no solo tiene que ver con esta lógica, tiene que ver con esta vida intensa de los consumos tiene que ver con los suicidios que observamos, con la vida al límite, con la vida en exceso y eso está en todos los sectores sociales, por eso pueden perfectamente encajar con estas narrativas independientemente de donde provengan”, concluyó.