Convenios laborales ilegales y violatorios de la Ley Federal del Trabajo en las Universidades del Bienestar
La profesora Sibely Cañedo Cázarez comenzó a dar clases en la sede de Cosalá de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García cinco meses después de que fue publicado el decreto de creación del Organismo Coordinador al frente de dichos planteles.
La convocatoria se la compartió una amiga, sin embargo, desde que se dio a conocer la creación de las UBBJG estaba interesada en participar, confesó.
“Porque me gustaba mucho el concepto que tenían, pues los objetivos que perseguía explícitamente y pues era un concepto muy diferente a una universidad que es una universidad que está ligada a las comunidades. Es una orientación muy distinta, digamos, a la universidad convencional”, recordó.
“Entonces digamos que pues de alguna manera a varios nos enganchó con ese discurso y simpatizábamos con el proyecto”, agregó.
Para ingresar como docente en el programa de las UBBJG viajó a Pátzcuaro, Michoacán, al curso de capacitación después que aplicó en la convocatoria de inicios del 2019, el cual fue muy rápido. Ahí fue entrevistada y le explicaron de qué se trataba el proyecto, pero también cuestionó sobre las condiciones de trabajo en las que laboraría en caso de resultar seleccionada ya que con el avance del proceso, no era un tema que tocaran las autoridades.
“‘Ay pues’ como que vacilaban un poco pero siempre dijeron que después se iban a dar las contrataciones y que nos iban a pagar, creo que en aquel tiempo nos dijeron 20 mil pesos, y así, entonces no hablaban nada seguro en cuanto a lo de las prestaciones, pero decían que se iba a regularizar con el tiempo”, comentó.
Cuando le tocó el turno, individualmente insistió en el tema de la contratación y las prestaciones, las cuales le dijeron que eso se daría con el tiempo.
“Y uno con el afán de empezar y con el entusiasmo que tenía y pues también por la confianza, muchos tenían mucha confianza por ser un proyecto del Presidente Andrés Manuel pues la gente confiaba porque pensaba ‘bueno si es proyecto del Presidente, pues no creo que vayan a hacer las cosas mal, es un proyecto de Gobierno Federal’, o sea, teníamos esa expectativa que a lo mejor nosotros mismos nos hicimos esa expectativa de alguna forma”, dijo.
Aunque al principio el trámite fue rápido, después de la convocatoria a la maestra Sibely no le llamaron inmediatamente para presentarse a trabajar. Y una vez que ingresó a las UBBJG fue como asistente académica donde cumplía con funciones escolares y administrativas. En un principio auxilió a los estudiantes a inscribirse, en el entendido que dependiendo de cuántos estudiantes inscribía iba a depender si la pasaban a ser maestra o no.
“Entré de esa manera y en ningún momento me dieron ninguna prestación, o sea, nos pagaban a nosotros como un subsidio. Nosotros nos dábamos cuenta porque al momento que nos depositaban pues ahí aparecía en el depósito como subsidio pero eso a nosotros jamás, nunca de cuando fue la capacitación y en el transcurso de los primeros meses que estuvimos ahí nunca nos dijeron que éramos beneficiarios sociales, el trato era de docente y nuestra carga laboral éramos trabajadores de tiempo completo”, lamentó la profesora.
La carencia de prestaciones y las irregularidades en los pagos se extendió durante los dos años que laboró como docente en la sede de Cosalá.
“Los primeros meses eran como de ‘ay yo creo que pues va iniciando, es un proyecto que va iniciando tiene que tener un tiempo para regularizarse’ porque el decreto de creación salió hasta julio de 2019”, expuso.
“Conforme fueron pasando los meses veíamos que no se regularizaba”, comentó.
La cuenta bancaria en la que le depositaban sus pagos era una que ya tenía con anterioridad, es decir la UBBJG no le tramitó una tarjeta de nómina como ocurre con los patrones. Recordó la profesora que ganaba 28 mil pesos mensuales pero no contaba con ningún tipo de prestación, además tenía que poner de sus recursos para comprar material de trabajo para impartir las clases, los cuales debe ser el Organismo Coordinador de las UBBJG el encargado de proveerlos.
Durante su periodo como maestra de las UBBJG, la profe Sibely firmaba cada ciclo escolar un convenio para laborar ahí, y al igual que los recibos de pago, estos eran firmados al finalizar cada semestre aunque contenían fechas anteriores. En él incluía cláusulas de confidencialidad y la renuncia de derechos laborales.
“Ya después con el paso del tiempo igual ya consultando con los abogados y después con todo esto, ya nos dimos cuenta que los convenios eran ilegales, que tenían cláusulas que violentaban la Ley Federal del Trabajo”, señaló.
Sin embargo, algunos trabajadores pensaban que la situación laboral por la que estaban pasando de irregularidades en los pagos y falta de prestaciones se debía a Raquel de la Luz Sosa Elízaga, Directora General, ya que incluso algunos fueron despedidos cuando intentaron contactar al Presidente Andrés Manuel López Obrador por medio de cartas.
“Nosotros ilusamente al principio decíamos, pensábamos que todo era culpa de la Directora, que era un asunto de ella la manera en cómo nos trataban y que López Obrador no sabía, pero bueno eso ya ahora que salió todo a la luz y que hicimos las denuncias públicas pues ya nos hemos dado cuenta que el Presidente está perfectamente enterado”.
“Y que esas instrucciones vengan del Presidente, porque se me hace muy difícil que un funcionario de medio nivel se atreva a hacer cosas que el Presidente no esté de acuerdo”.
Sin embargo, con el paso del tiempo y una vez que los docentes se conocieron entre sí tras el despido masivo de aproximadamente 119 trabajadores en al menos 32 sedes, según el sondeo realizado por los mismos maestros y actualizado al mes de noviembre del 2021, se dieron cuenta que no eran los únicos en dicha situación.
“Con el tiempo pues ya nos fuimos, cómo se dice, se nos fue cayendo como esa venda de los ojos, de que vemos la realidad y ya vemos también como no somos los únicos sino que hay otros trabajadores de Gobierno Federal que están igual”.
“Muchos, por ejemplo, casos de ahí mismo de la universidad que corrían trabajadores y metían becarios, es como una figura que manejan para ahorrarse, pero a final de cuentas abona a la precariedad laboral de las personas”.
DESPIDO CON SEÑALES PERO SIN AVISO
Meses antes de que la profe Sibely fuera despedida, empezó a ver las señales en su ambiente de trabajo, el cual describió como de acoso para quienes laboraban en el área de ciencias sociales en la sede donde impartía clases y que tiene una carrera de ingeniería, ya que les decían que su perfil no coincidía.
La situación empeoró hasta que el 15 de julio del 2021 su pago ya no llegó, lo que le llevó a cuestionarse qué estaba ocurriendo. Fue hasta cinco días después que la coordinadora de la sede exigió una respuesta sobre la ausencia de los recursos de la docente, que le notificaron que ya no laboraría en las UBBJG.
“Entonces ya nos mandaron esa famosa carta donde nos dan las gracias y nos dicen que tenemos que firmar en un convenio para que nos paguen la quincena que ya trabajamos, nos condicionaron nuestro sueldo que ya habíamos trabajado a cambio de firmar el convenio que todos los abogados nos dijeron no lo firmen”, recordó.
Sin embargo, todavía estaba en labores con el curso propedéutico a los estudiantes y aunque sabía que ya estaba despedida lo concluyó para no dejar en descuido a los alumnos.
La profesora Sibely es una de las trabajadoras afectadas que presentó una denuncia contra las UBBJG para esclarecer su situación laboral, ya que le fue negado el pago de las últimas dos quincenas que laboró, además de que no le dieron el finiquito correspondiente.
“Hubo casos extremos de gente que tenía sus trabajos formales y dejaron su trabajo, y tú sabes que también había mucha gente con la efervescencia de López Obrador y apoyar a la cuarta transformación y todo esto como lavado de cerebro que traen”.
“Hubo gente decepcionadísima de que ‘yo había confiado en este proyecto’ no nada más el proyecto universidad sino el proyecto de transformación del País, creo que hubo docentes muy afectados”.
Después del despido masivo de trabajadores, los maestros se organizaron a través de redes sociales para realizar sondeos y compartir información sobre cómo fueron dados de baja, y han realizado diversas denuncias sociales a través de conferencias de prensa en las que informaron de su situación laboral.
Además de la difusión sobre la situación que viven las universidades, los profesores y trabajadores despedidos interpusieron denuncias en diversas instancias, algunos exigen incluso ser restituidos. Las demandas siguen en pie en las sedes donde fueron interpuestas.
En el mes de marzo del 2022, la Asamblea de Trabajadores de las UBBJG por los derechos laborales denunció a Raquel Sosa ante la Secretaría de la Función Pública por lo ocurrido en las sedes de las alcaldías Azcapotzalco y Xochimilco en la Ciudad de México, Jopala en Puebla; y Cosalá, Sinaloa.
LAS UNIVERSIDADES PARA EL BIENESTAR BENITO JUÁREZ GARCÍA
Después de las entrevistas realizadas a los docentes afectados, Noroeste realizó recorridos por las sedes de Cosalá y Badiraguato en Sinaloa para comprobar que los planteles sigan en operación.
Se constató que en ambas universidades siguen impartiendo clases, sin embargo, no fue posible hablar con los coordinadores encargados ya que, según argumentó una trabajadora de la sede Badiraguato, desde las oficinas centrales negaron otorgar entrevistas o cualquier información sobre la escuela; el mismo argumento se recibió en Cosalá.
El pasado 5 de mayo Noroeste también envió un correo electrónico a la dirección que aparece en la página de internet de las Universidades para el Bienestar “Benito Juárez García” registrada como centro de atención para solicitar una entrevista con la Directora General del Organismo Coordinador de las UBBJG Raquel Sosa por el tema de los despidos de trabajadores, pero al cierre de esta edición no obtuvo respuesta.
