Consultorios de farmacia: el lucro de la necesidad del paciente, del médico y la falta de regulación
En las calles sobre las que se ubican hospitales públicos o privados, así como en las aledañas, se puede acceder a todo tipo de consultorios, los que pertenecen a los nosocomios, o los que están a un lado de las farmacias, los cuales ofrecen atención gratuita a bajo costo, prácticamente sin hacer fila.
Cada vez es más común ver que las cadenas de farmacias tienen consultorio adyacente, ya sea de las grandes cadenas, e incluso los establecimientos locales. Esto se ha convertido en una de las principales opciones para que las y los sinaloenses atiendan sus problemas de salud.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2023 realizada en Sinaloa reveló que el 23 por ciento de la población acude a recibir atención médica a consultorios adyacentes a farmacias, siendo la segunda opción sólo por debajo de los hospitales y unidades de medicina familiar del IMSS.
Los llamados consultorios de farmacia incluso están por encima de los hospitales y clínicas del ISSSTE y los centros de salud y nosocomios de la Secretaría de Salud, ahora operados por el IMSS-Bienestar, que tienen el 13 y 7 por ciento de atención, respectivamente.
Aunque estos espacios de atención médica tienen tanta demanda entre la ciudadanía, no están regulados en la Ley de Salud del Estado de Sinaloa, ni en la Ley General de Salud; y fueron catalogados por la Ensanut como consultorios con posible conflicto de interés.
En una búsqueda realizada por Noroeste fue detectada una iniciativa aprobada en la Comisión de Salud del Senado de la República que propone la regulación de dichos consultorios, pero fue votada apenas el 8 de marzo del 2024 a pesar de que existen antecedentes de las autoridades sanitarias de posibles intentos de organización desde 2014.
La iniciativa presentada por la Senadora de Morena, Lilia Margarita Valdez Martínez, propone modificar la Ley General de Salud para establecer que los consultorios adyacentes a farmacias, boticas y droguerías no condicionen la atención médica a la compra de los fármacos en los establecimientos; que cumplan con las normas oficiales mexicanas que emita la Secretaría de Salud; y el personal médico contratado deberá contar con lo establecido en los artículos 14 y 15 de la Ley Federal del Trabajo.
LA NECESIDAD DEL PACIENTE
Para poder obtener una cita en una unidad de medicina familiar del IMSS los derechohabientes pueden acceder a las opciones de solicitarla por la página web, la aplicación del Instituto o la llamada “unifila”, pero para la asignación de turnos algunos pacientes, muchos de ellos adultos mayores y con alguna discapacidad o enfermedad crónica, acuden desde tempranas horas de la madrugada a hacer fila para recibir atención en su consultorio familiar, y de no alcanzar turno, son enviados a otros.
Pero esto apenas para una consulta en medicina familiar, que aunque la mayoría de las UMF del IMSS son de horario completo, es decir, atienden en turnos matutinos, vespertinos, fines de semana e incluso días feriados, obtener una cita en alguna especialidad es más tardado aún.
Luego de obtener la cita en medicina familiar, ahí debe pedirse el pase a especialidad, y le será otorgada al paciente en cuestión de semanas o meses, dependiendo de la demanda que tenga el especialista que necesite.
Por la tardanza en las instituciones públicas los pacientes acuden a los consultorios adyacentes a las farmacias, opinó Oswaldo Lagunas Uriarte, presidente del Colegio Médico de Sinaloa.
“El usuario ante, vaya, necesidad de una atención pronta y expedita y obviamente lo más cercano a su domicilio, hace uno en un 60-70 por ciento de los servicios médicos, digamos, no públicos, en este caso no se pueden llamar privados porque realmente no es consultorio del médico, sino es una empresa”, comentó.
“Es una necesidad real en nuestra sociedad, sí, y esta red de consultorios a nivel nacional, que cada vez es mucho más amplia”.
El médico Lagunas Uriarte comentó que este tipo de servicios serán cada vez más utilizados, sobre todo porque hay mayor competencia, por ello el área de la salud debe tratar de regularlos.
Añadió que el espectro de consultas está variando en las farmacias, pues no nada más existen estos consultorios adyacentes, sino también los centros que ofrecen atención médica a bajo costo, aunque se trate de alguna especialidad.
“Ha habido muchas cadenas de farmacias que ya no solamente ofertan los servicios de medicina general, sino también ya están ofertando y abriendo clínicas de especialidad, también vamos a englobar en estas unidades aparte de farmacias”, dijo.
“Estas unidades médicas que le llaman ‘unidades de bajo costo’ porque desafortunadamente ese bajo costo lo hacen a través del ingreso que percibe el médico, ellos no dejan de ganar, de tener una ganancia, pero sacrifican al trabajador de la salud, lo cual nos parece injusto”.
Explicó que los médicos que empezaron a trabajar en este tipo de cadenas fueron los que se jubilaron de alguna institución y no tenían un consultorio privado, por lo que acuden a las farmacias para tener un ingreso adicional a su pensión.
Pero también nuevas generaciones de especialistas que no tienen oferta laboral en las instituciones públicas en Sinaloa, y por eso consultan en las unidades de bajo costo o farmacias.
Señaló que las redes de consultorios de farmacia son tan grandes que podrían compararse ya con un sistema de salud, por ello tienen que regularse.
Además de la falta de ordenamiento, la Secretaría de Salud estatal, en el área de epidemiología, ha detectado que los médicos en consultorios de farmacia no reportan casos de enfermedades sujetas a vigilancia, por ejemplo el dengue, Covid 19 o influenza, generando un subregistro de datos, señaló Gerardo Kenny Inzunza Leyva, Director de Prevención y Promoción de la Salud.
“Si ellos nos apoyaran notificando a tiempo estas enfermedades, nosotros pudiéramos identificar por ejemplo un brote o nos ayudarían a lo mejor a tener otras estrategias para evitar ciertas enfermedades”, expuso.
“Pudiera haber ciertas enfermedades infectocontagiosas que si no se notifican a las autoridades, pues no nos ayudan a tener un buen conocimiento de que se están presentando, de ahí la importancia que siempre estén notificando ellos todas las enfermedades sujetas a vigilancia epidemiológica”.
Los casos que no son reportados a las jurisdicciones sanitarias puede deberse a desconocimiento o para evitar un trámite burocrático.
Explicó que por norma, los consultorios deben estar separados de las farmacias, por eso les llaman adyacentes o anexos, no pertenecen a la farmacia en sí. Los consultorios son regulados por la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios de Sinaloa, institución que verifica que cuenten con mesa de exploración, lavamanos, área para desvestir al paciente, entre otros lineamientos. Además, los médicos deben tener un permiso para poder registrarse.
“Nadie debe estar condicionado a recetar un medicamento, primero por la ética médica, y segundo porque infringirá la ley, es muy importante recordar que todos los padecimientos son diferentes y los antibióticos, que es lo principal, no se pueden usar de forma indiscriminada”, añadió el funcionario.
A nivel nacional hay una alerta antimicrobiana por el uso excesivo de antibióticos en ciertas áreas y eso provoca que las bacterias sean resistentes, generando la necesidad de estar creando nuevos antibióticos o usando antibióticos de mayor espectro, llegando a causar mayores complicaciones.
Recalcó Inzunza Leyva que es común que la población acuda a los consultorios de farmacia como opción para que les otorguen medicamentos como los antibióticos, aunque su enfermedad no lo requiera; esto último también fue detectado desde el Colegio Médico de Sinaloa.
“El médico debe tener libre prescripción, que tenga autonomía para poder decidir el mejor medicamento, el mejor tratamiento con la ética de acuerdo con los lineamientos científicos y éticos para que dé la mejor atención posible”, comentó Oswaldo Lagunas, titular del Colegio.
“Porque a veces en las farmacias el médico se ve bajo una demanda tanto el usuario que a veces, digamos por ponerte un ejemplo, a veces la gente quiere que le recete, ya llega ‘recéteme antibiótico, recéteme esto’ para una diarrea o para una gripa, o enfermedades que son de origen viral y que no requieran eso”.
Aunado a que las personas acuden a los consultorios adyacentes a las farmacias, también buscan opciones en instituciones con más reconocimiento social y de mayor establecimiento, como la Cruz Roja.
A la sala de urgencias de las unidades de Cruz Roja llegan pacientes buscando atención a sus dolencias, aunque no representen una emergencia, según datos de la institución proporcionados a Noroeste, de enero a marzo dieron 84 mil 696 consultas, la mayoría por urgencias, pero también para otorgar certificados médicos, constancias médicas, cirugías mayores y menores, curaciones, rayos X, servicios de laboratorio, servicios dentales, ultrasonidos, inyecciones, toma de glucosa, cambios de sonda, aplicación de oxígeno, entre otros.
Cabe destacar que en Culiacán también cuentan con una unidad de especialidades donde pacientes pueden acudir a consulta de otorrinolaringología, traumatología, ginecología y cirugía general.
FALTAS DETECTADAS POR COEPRISS
Entre 2023 y 2024 la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Sinaloa visitó 106 consultorios adyacentes a farmacias, 88 el año pasado y 18 en lo que va del actual; pero en ninguna han implementado medidas aunque detectaron irregularidades.
Las faltas más comunes, según una base de datos de Coepriss entregada a Noroeste, son los expedientes clínicos parciales, botiquines incompletos; irregularidades en el aviso de funcionamiento y responsable sanitario, en el mantenimiento y limpieza de la cisterna, además del contrato de residuos peligrosos biológico-infecciosos.
LOS MÉDICOS: LAS OTRAS NECESIDADES
La necesidad de atención de inmediata de los pacientes para acudir a los consultorios adyacentes a las farmacias, no es la única que existe respecto a estos establecimientos, pues los médicos que ahí ejercen también fueron empujados, en su mayoría, por urgencia, expresó Oswaldo Lagunas Uriarte, presidente del Colegio Médico de Sinaloa
Añadió que muchos de los médicos que laboran en farmacias ha sido por necesidad porque no alcanzan a integrarse en los sistemas de salud nacionales; también los médicos generales, es decir, que no tienen una especialidad; pero también ocurre que especialistas están acudiendo a farmacias que ofrecen servicios más específicos.
Desde la perspectiva laboral, en muchas ocasiones los médicos que laboran en farmacias están contratados por honorarios y por ello son víctimas de injusticias laborales como que no tengan descansos adecuados, horarios extendidos, salarios indignos, no tienen derecho a sindicato, ni crédito de vivienda.
Comentó que necesitan apoyo para manterse actualizados en cuanto a medicaciones, y no todos pueden acceder a las capacitaciones si no tienen apoyo de colegios o el sector salud, por lo que el gremio tiene que buscar que todo este personal que labora en farmacia se mantengan lo más vigentes posibles.