Con las Mañanitas, fieles de Culiacán agradecen y celebran a la Virgen de Guadalupe
Con las Mañanitas, mandas, trajes típicos, flores y veladoras, sinaloenses agradecen la intercesión de la Santísima Virgen María de Guadalupe en favor de católicos y devotos, en La Lomita.
La noche del 11 de diciembre, miles de fieles y creyentes, provenientes de diversas partes de la región, se dieron cita en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, en Culiacán, uno de los templos más emblemáticos que veneran a la Virgen en Sinaloa, para festejar su día.
A modo de conmemorar otro aniversario desde la aparición de la Virgen María en el cerro del Tepeyac el 12 de diciembre de 1531, de acuerdo a la creencia católica, inició una de las fiestas más grandes de Culiacán.
A las 23:00, los sacerdotes Joel Chaira López Córdova y Yovani Gómez Cruz oficiaron una ceremonia para agradecer los favores que ha concedido a sus hijos y los que concederá.
“Virgen María de Guadalupe cubre con tu manto, llévame a tu regazo y dame esa fuerza de ese consuelo y esa paz que estoy necesitando, gracias madre por tomarme de la mano, por hacer mis alegrías más plenas y mis momentos difíciles más llevaderos. Gracias por todo esto y mucho más. Amén”, expresó el Padre Joel antes de dar la bendición para terminar la misa.
Posteriormente, dentro y fuera del templo, los feligreses, como peregrinos, entonaron las tradicionales Mañanitas cerca de la medianoche.
Desde temprano, miles de ellos recorrieron el templo para ofrendar ramos de flores, veladoras, oraciones y agradecimientos a la madre de los católicos.
Otros colocaron cientos de velas en el acceso a las escalinatas por la avenida Álvaro Obregón, alumbrando la lona con la imagen de María de Guadalupe que cuelga en la reja.
La iglesia ubicada en el centro de la ciudad tiene 144 escalones, que algunos suben de rodillas o descalzos para pagar alguna manda.
Pequeños como grandes, vistieron prendas de manta que representan al indígena Juan Diego, el mensajero de la Virgen; algunas niñas lucían trajes de color rosa con manto verde, alusivo al característico traje de La Guadalupana.
La feria con juegos mecánicos que se ubica a un costado del templo es el centro de diversión de los infantes, donde José Molina Amador, un joven proveniente de La Paz, Baja California Sur, observaba con una brillante sonrisa a los que disfrutaban de la feria.
“Es mi segunda vez que vengo a La Lomita aquí en Culiacán y la verdad me sorprende muchísimo, a pesar de que donde yo vengo también son muy devotos a la Virgen, pero aquí lo llevan a otro nivel, es como una feria pequeña aquí y la verdad me gusta mucho venir”, manifestó José.
El muchacho católico mencionó que es un católico devoto de la Virgen de Guadalupe gracias a la educación que me dio difunta su madre, a quien conmemora al tiempo que celebra el 12 de diciembre.
“Significa mucho porque mi madre me la inculcó, ella ya no está aquí entre nosotros, y seguir viniendo es para mí cómo recordarla o venir con ella”.
Luciendo una falda floreada, blusas blancas y rebozo, Artemiza Sainz Urquiza, por darle salud para vivir plenamente con lupus, una enfermedad crónica sin cura que ataca el sistema inmunológico.
“Yo le pedí a la Virgen hace como 26 años que me detectaron el lupus y gracias a ella aquí ando, esa enfermedad no se quita, es controlada, así como diabetes, la presión, desde entonces me ha ayudado”, explicó Artemiza.
“Le doy gracias porque todavía estoy aquí”.
Acompañada de 12 personas, Viridiana Villegas Cardenas, caminó desde Aguaruto por más de cuatro horas para agradecer la salud de su familia, pues su padre está saliendo del cáncer.
“Tengo un papá que tiene cáncer y ahorita ahí la lleva gracias a Dios, esa es una de las peticiones, y ya me dijeron que va de salida y que más agradecida con nuestra Virgen”, comentó.