’Con la cruz, Jesús se une al silencio de jóvenes indefensos y de las víctimas del narcotráfico’: Obispo de Culiacán
Con el arresto de Jesús dentro de la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, la Catedral de Culiacán, dio inicio la escenificación de la Pasión, muerte y resurrección de Cristo.
El acto religioso inició a las 10 de la mañana, donde decenas de observadores esperaban la salida y encarnación de las 14 estaciones que llevaron a Jesús a su crucifixión.
Aventado hacia el pavimento y juzgado por el pueblo judío, frente al Palacio Municipal, Jesús es arrestado y condenado a muerte por Poncio Pilato y obligado a cargar la cruz.
Con celulares y bocinas, fieles creyentes acompañaron la procesión mientras observaban la primera caída de Cristo durante su paso por el parque Revolución.
Durante su camino hacia la cruz, el grupo de jóvenes intérpretes materializaron el encuentro de Jesús con su madre, María; la ayuda que recibió por Simón Cirineo al cargar la cruz; la segunda caída de Jesús y cuando este consuela a las mujeres de Jerusalén.
A tres cuadras del templo de la Lomita, Jesús cae por tercera vez y no para hasta llegar a los escalones.
Una vez ahí, hombres y mujeres espectadores tomaron la cruz, que hacía una hora cargaba quién caracterizó a Jesús de Nazaret, y juntos subieron los 144 escalones de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe.
Al llegar a la cima Jesús es despojado de sus vestiduras, crucificado y muerto en la Cruz. Para luego ser abrazado por su madre María.
De la escena comienzan los cantos litúrgicos de María hacía el cuerpo inerte de su hijo. Mientras el Obispo observa la escena y los creyentes escuchan con atención.
Posteriormente, el Obispo de la Diócesis de Culiacán, Jesús José Herrera Quiñónez, dedica sus palabras a las víctimas del narcotráfico, y a jóvenes y adolescentes víctimas de abuso.
”Con la cruz Jesús se une al silencio de tantas víctimas de violencias causadas por el narcotráfico, causadas por la privación de la vida”, expresó.
”Hoy hay mucha tristeza porque hay muchos adolescentes y jóvenes condenados a ser esclavos, el poder y el abuso dominan, condenan muchas veces a los más débiles que no pueden saborear la libertad, es un sin vivir”.
El acto terminó a mediodía, y los jóvenes prosiguieron a dar aviso sobre las celebraciones que acaban el domingo con la resurreción de Cristo.
