Comerciantes de Altata siguen esperando llegada de turismo que el miedo y la violencia paralizó
Es mediodía y una cocinera parte almejas en un puesto vacío de mariscos en la explanada del Malecón de Altata, la cara común en Navolato desde hace más de dos meses por los brotes de violencia en la entidad.
Gabriela García dirige su propio local en el que prepara y vende ostiones, patas, chocolatas, ceviche, aguachile, callo preparado, almeja talibana, y almeja amarilla.
Alrededor de ella, hay cerca de cinco locales de comida con dos o tres comensales, otras más cerrados y al fondo del malecón un puñado de comerciantes haciendo señas a los pocos conductores que transitan por la zona y otros más que desde el sábado, llevaron a cabo una iniciativa para reactivar la economía.
“Si hubo un poquito de venta, se vio diferente a otros días, y estamos esperando a este día a ver cómo nos va”, comentó Gabriela.
Desde el arco de bienvenida del municipio, agentes policiacos resguardan la zona. Ocho camionetas de la Marina en una gasolinera, un punto de la Policía Estatal Preventiva y otro más del Ejército Mexicano en la entrada al malecón.
“Vengan, aquí a Altata está tranquilo, hay mucha autoridad, que está muy tranquilo, que se dejen venir aquí Altata, aquí los estamos esperando para que vengan y coman aquí de nuestros mariscos”, pide Gabriela a los turistas.
La situación no es diferente para Rafael que desde hace años tiene su local donde vende salvavidas, ropa y recuerdos y que ahora, ha padecido el declive de ventas tras la ausencia de turismo en el puerto.
Al ser un negocio casi insostenible sus hijos lo apoyan económicamente, pero como hace años abre cada día su local y cierra cuando el sitio se encuentra vacío.
“Muy mal, no ha habido nada, no hay gente, no se mira movimiento. Ayer en la caravana sí hubo movimiento pero de venta aquí muy poco, no se ve nada casi, ese es el detalle”.
“Es bueno porque devuelven el turismo más que nada, le echan ganas a que se active otra vez aquí, pero de igual manera no está muy, o sea, no hay mucha venta; más que nada se mira, hasta ahorita todavía estamos en crítica, no hay movimiento de venta”, expresó.
En su invitación destaca la garantía de seguridad que la vigilancia militar y policial otorga al puerto altateño desde hace varias semanas.
“Que vengan a Altata que aquí está bien, no hay ningún problema, tenemos mucha vigilancia gracias a Dios y eso hace que se vengan que no pasa nada, aquí está perfecto”, pidió.
Por el Malecón se extiende el sol, la música individual de algún negocio, el sonido del mar, la llegada de motociclistas y más tarde, arribaría una banda musical y tras de sí un recorrido de vigilancia de la Policía Municipal de Navolato.