"Ciclistas deben apoderarse de las calles de Culiacán para crear cultura vial, dice experto"

"El urbanista Juan Carlos Rojo Carrascal considera que en lugar de esperar a que la ciudad sea un paraíso para ciclistas, éstos deben hacerse notar en las calles y desde ahí cambiar la cultura y las políticas públicas"

Heriberto Giusti Angulo

A pesar de que en Culiacán no se tiene una amplia infraestructura ciclista, y de que en la ciudad hay un grave deterioro de cultura vial, los ciclistas debieran exigir su derecho a transportarse libremente por la ciudad, consideró el arquitecto y urbanista Juan Carlos Rojo Carrascal. 

Opinó que le parecen desatinadas las posturas que recomiendan sólo salir en bicicleta hasta que la ciudad cuente con ciclovías por doquier. 

“La posición mía es que no falta infraestructura: sobran carros... y hay un mal uso de este y otros medios motorizados, que afecta al uso de la bicicleta en la ciudad. O sea, la bicicleta tiene espacio para circular, lo tiene, lo que hace falta es mejorar las condiciones”, dijo. 

“Quiero dejar muy en claro que en una ciudad no podemos esperar a que se diga, 'Ahora sí hay condiciones para que la bicicleta empiece a circular'... Siempre han habido e incluso había más antes: hay que tener en claro que la bicicleta tiene mucho más tiempo en las ciudades que el mismo automóvil”, reflexionó. 

“A mí me parece bien que se piense en la infraestructura para el ciclista, pero hay que partir de una realidad: quienes usamos la bicicleta para movernos en la ciudad, tenemos permiso para utilizar cualquier calle. La Ley lo permite”, añadió. 

En la nueva Ley de Movilidad Sustentable, publicada el 10 de octubre de 2018 y la cual está a la espera de que se elabore la reglamentación correspondiente para empezar a operar, se señala que los ciclistas y peatones son agentes viales con una prioridad mayor a la de vehículos motorizados. 

“Se otorgará prioridad en la utilización de la vía pública y se valorará la distribución preferente de recursos presupuestales de acuerdo al siguiente orden y jerarquía de movilidad: I. Personas con movilidad limitada; II. Peatones; III. Usuarios de transporte no motorizado; IV. Usuarios del servicio de transporte público de pasajeros; V. Prestadores del servicio de transporte público de pasajeros; VI. Prestadores del servicio del transporte de carga; VII. Motociclistas; y VIII. Usuarios de transporte particulares motorizados”, se lee. 

“El tema de la pirámide de movilidad a veces uno lo malinterpreta, pensando que porque el peatón es primero, se puede sentar en la calle o pasar por donde sea. No, lo que hace falta aquí es entender que tenemos que pensar siempre en una prioridad cómoda para cada uno de estos participantes en la jerarquía”, complementó el especialista. 

“Por ejemplo, toda, toda, toda calle de la ciudad debe tener banquetas; es un principio que no se tiene y ya se está pasando al peatón al último término, en lugar de ponerlo primero. Cuando hacemos una calle, si pensamos en la prioridad del peatón, esa calle debe de tener banquetas muy cómodas, arboladas, en condiciones para el peatón. Y si ya resolvimos el tema del peatón, resolvamos en segundo término el espacio del ciclista”, dijo. 

Dicha Ley también establece algunas obligaciones para los ciclistas, tales como “Circular en el centro del carril de extrema derecha de las vías sobre las que transiten y en el sentido de la vialidad, cuando no cuenten con infraestructura ciclista ... No podrán usar radio o reproductores de sonido y demás mecanismos que propicien distracción al conducir ... No podrán circular sobre las banquetas o las zonas de seguridad, excepto los menores de 12 años ... Respetar el derecho de paso de los peatones ... Deberán usar los implementos recomendados para su protección y para ser distinguidos en situaciones de poca visibilidad”. 

En cuanto a la deficiente cultura vial de Culiacán, Rojo Carrascal aseguró que eso es algo que se tiene que atacar desde la calle misma y no desde el salón de clases. 

“Se habla mucho de que hace falta una cultura para el uso de la bicicleta. Y estoy de acuerdo, hace falta esa cultura. Pero para esa cultura, a ver, no se dicta un ABC en la escuela para que todos aprendamos y entonces decir, 'Ahora sí, ya pueden salir todos en la bicicleta'... No, esa cultura se construye mediante el uso, cada vez mayor, de la bicicleta en la ciudad”, consideró. 

“Trae sus riesgos, he de decirlo, pero ese proceso se debe de construir mediante el permiso o, por lo menos, la aceptación de la bicicleta como un vehículo en TODAS las calles de la ciudad, no en algunas. Porque luego se dice, 'Ay, es que esta calle está muy peligrosa para las bicicletas'... Mmmm, pues no debería ser así”, ironizó. 

“Algo muy importante es no ver el uso de la bicicleta como un asunto recreativo o deportivo. Esa es otra cosa. Desgraciadamente, se confunde mucho esto y piensan que cuando hablamos de ciclismo urbano se dice, 'Ah, es que necesitan algún lugar dónde pasearse'... No, no, es que es un medio de transporte. Y un medio de transporte que tiene que utilizar todas las calles y todas las rutas”. 

Añadió que otra forma de generar esta cultura vial en Culiacán es implementando campañas públicas que fomenten el transporte no motorizado. 

“Creo que algo que se debe de hacer, y que creo que el Gobierno tanto municipal como estatal deberían hacerlo, es promover campañas para incentivar el uso de la bicicleta. Lo mejor que le puede suceder a la ciudad es que cada vez haya más ciclistas y más peatones. Esa es la mejor fórmula para pacificar el tráfico”, expresó. 

“Cuando se llena de bicicletas la ciudad, el automovilista también le baja también. Ahorita el automovilista se siente dueño del espacio porque no hay quién le estorbe, digámoslo así, pero el promover el uso para que cada vez haya más gente usando bicicleta y más peatones en la ciudad, genera una mayor seguridad”, expuso. 

El especialista recalcó que no es recomendable esperar a que la ciudad sea un “oasis” para el ciclista, sino que se debe ir empujando este Derecho desde la calle... y de pasada crear una cultura que, poco a poco, desplace el uso desmedido del automóvil. 

“No podemos decir que la ciudad no está preparada. Ninguna ciudad del mundo, que ha promovido el uso de la bicicleta, estuvo preparada para hacerlo. La Ciudad de México creo que es la ciudad más adelantada en el país, y cuando se implementó y se generaron políticas para el uso de la bicicleta, pues cualquiera hubiera pensado que era la última ciudad que podía hacerlo, por la velocidad y las demás condiciones”, reflexionó. 

“En Culiacán nos falta conectar a la ciudad de forma ciclista y peatonal. Yo siempre he hablado, por ejemplo, que de un lado al otro del Río Tamazula hay tramos muy cercanos que pueden ser peatonales. Pero por no haber puentes, por no haber condiciones para cruzar los malecones, se terminan provocando viajes innecesarios en automóvil”, criticó. 

“Y eso va generando la idea, y hay una idea muy metida en la gente, de que para moverte de aquí a 10 cuadras tienes que ir en carro. Y como que no asumen la posibilidad de hacer un viaje caminando”, expresó.