Cerro de las Siete Gotas, la reserva natural de Culiacán
PROPUESTA 1: Decreto Área Natural Protegida Cerro de las Siete Gotas
La Sierra de las Siete Gotas se ubica al oriente de la ciudad de Culiacán. Está compuesta por un conjunto de cerros que dan vida a una gran cantidad de especies y conforma una de las principales zonas verdes para la ciudad. Es una rica reserva ambiental contigua a la zona urbana de la capital sinaloense.
El Cerro de las Siete Gotas debe su nombre a uno de los variados escenarios naturales que contiene, donde se forma una cueva natural que filtra constantemente agua que cae en gotas (se presume que siete) sobre una pequeña poza de piedra que se ha formado a lo largo de miles de años. Es un lugar con valor geológico, antropológico e incluso paleontológico.
Existen vestigios de asentamientos prehispánicos (petroglifos) en algunos sitios del lugar, que sostienen la teoría de que fue uno de los sitios habitados por grupos indígenas antes de la fundación de la Villa de San Miguel de Culiacán, en 1531.
El Cerro contiene diversos escenarios naturales de gran atractivo ecológico ambiental. En los meses de lluvia, las dos principales corrientes de agua que ahí existen forman diversos grupos de cascadas de singular belleza de las que destacan las que se conocen como Cascadas de San Antonio y Cascada La Escondida.
Estos paisajes se complementan con la diversidad de flora y fauna que existe en el lugar, los cuales conforman un rico ecosistema prácticamente contiguo a la ciudad. Sin embargo, estos escenarios están seriamente amenazados por la dinámica de crecimiento urbano que se desarrolla al pie del Cerro de las Siete Gotas.
El desarrollo de las sociedades depende principalmente del cuidado y aprovechamiento sustentable de sus recursos. naturales.
El Cerro de las Siete Gotas es una oferta ambiental, recreativa y cultural para la población de Culiacán y puede convertirse en una referencia ecológica muy importante para el desarrollo de la ciudad; particularmente para el sector oriente y los poblados que la rodean.
Consideramos vital la integración de este lugar al desarrollo urbano y particularmente al imaginario cultural y paisajístico de la población.
Se propone poner especial atención a la gestión del suelo para definir los límites definitivos del crecimiento de la ciudad y hacer del Cerro un Área Natural Protegida como se plantea en el Programa de Desarrollo Urbano de Culiacán (PRODEU, 2020).
Asimismo, para que pueda funcionar como un atractivo lugar de recreación donde la ciudadanía se reencuentre con la naturaleza de la región a partir de actividades como el senderismo, la observación de flora y fauna, las prácticas de rapel, escalada deportiva, cañonismo, ciclismo o campismo.
Todo ello a partir de protocolos de seguridad para beneficio de quien lo utiliza y de quienes ofrezcan su acompañamiento.
Es importante reconocer que el Cerro de las Siete Gotas (como toda reserva natural contigua a la ciudad) tiene grandes potenciales, pero también enormes fragilidades.
El sector oriente de la ciudad es una zona rezagada, con grandes carencias de servicios e infraestructura; concentra serios índices de pobreza, marginación y rezago escolar.
La integración de este sector de la ciudad con el Cerro de las Siete Gotas significaría el mejoramiento de las condiciones de vida de sus habitantes y la incorporación a la ciudad de un territorio de alto valor ambiental y ecológico, con gran significado cultural para su ciudadanía.
Es una extraordinaria oportunidad para mejorar las condiciones del sector a la vez que se potencia la recreación y la conservación ambiental del territorio.
PROPUESTA 2: Parque Natural Siete Gotas
La propuesta que se sugiere es hacer de este lugar un parque recreativo natural, que reúna los beneficios de un área natural protegida para que siga aportando los servicios ambientales de gran importancia que ofrece en la actualidad (agua, oxigeno, viento, salud, etc.), que sea además un lugar visitable por el turismo local y externo y que a su vez sea aprovechable por sus propietarios generando empleo a la población vecina.
El Parque Natural Siete Gotas puede ser administrado por sus propietarios que podrían gozar del beneficio si el parque fuese decretado Área Natural Protegida.
El potencial parque incluye 6 mil 900 hectáreas del Cerro de las Siete Gotas al oriente de la ciudad de Culiacán que pueden convertirse en uno de los parques naturales urbanos más atractivos del país.
Actualmente, en el Cerro de las Siete Gotas se desarrollan actividades como senderismo, bicicleta de montaña, cañonismo, rapel, campamentos y visitas libres a los arroyos y cascadas.
Muchas de estas actividades se hacen sin control de seguridad. Se tiene constantemente la situación de personas extraviadas, accidentes e incluso decesos por falta de precaución e información.
La propuesta implica formalizar estas actividades para el goce de la ciudadanía, pero a su vez que esto signifique una economía alterna para la población del sector suroriente de la ciudad.
La propuesta implica la mejora de las condiciones que hoy existen (caminos y senderos) e instalar todo tipo de señalización y mobiliario que garantice la seguridad y comodidad de los visitantes, así como formalizar el pago de cuotas para su utilización, toda vez que el territorio es propiedad privada. El lugar podría ofrecer los siguientes servicios:
Senderismo/alpinismo
Esta propuesta consiste en la adaptación de un sistema de rutas específicas para el desplazamiento peatonal al interior del cerro, creando una serie de circuitos en los que se especifiquen las zonas donde el recorrido es de menor dificultad, como aquellas donde la dificultad aumenta. La propuesta inicial incluye 66.39 kilómetros de diversidad paisajística para caminar en área natural.
Ciclo-rutas
El circuito para el desplazamiento en bicicleta está propuesto de forma que se puedan recorrer los alrededores de todo el cerro con posibilidad de incorporarse hacia dentro solo en zonas específicas, con el fin de no generar un impacto ambiental ni de interferir con otras actividades como el senderismo. EL circuito incluye 50.57 kilómetros de senderos de terracería que estarían adaptados al uso de la bicicleta.
Campamentos
Existen muchas posibilidades de hacer campamentos al interior del Cerro. Para este fin, se propone tener cuatro zonas controladas para mayor seguridad de quienes lo practican. Dos ubicadas en zonas cercanas a la ciudad para tener mayor posibilidad de atender emergencias. Estas zonas se proponen que cuenten con infraestructura básica como plataformas o zonas adecuadas para instalar tiendas de campaña e instalaciones de baños secos y algunas formas de iluminación de muy baja densidad.
Las zonas de campamento nivel 2 serían zonas sin ninguna instalación, simplemente recomendadas para la actividad, debidamente localizadas para tener el control del número de personas, con posibilidad de utilizarla en un mismo momento; esto por cuestiones de respeto a la vida silvestre que ahí se desarrolla y que en las noches es cuando más actividad presenta.
Canopy
Con fines recreativos se propone el canopy o dosel, que es la modalidad de tirolesa entre árboles. Se caracteriza por crear deslizamientos suspendidos en el aire mediante cables que están entrelazados en las ramas, con el objetivo de observar la naturaleza desde las alturas. Estos recorridos se alternan con otras formas recreativas de desplazamiento como muros para escalar y puentes colgantes. Existen empresas que desarrollan estos proyectos en los lugares más adecuados y son las encargadas de ofrecer el servicio con todas las garantías de seguridad que se requieren.
Rappel
El rappel es una práctica recreativa de descenso que ya se realiza en algunas partes del cerro, ya que se hicieron las instalaciones para ello. Se propone extender los lugares donde se pueda practicar, pues las condiciones de las paredes son propicias para ello. Las cascadas de San Antonio, La Escondida y El Caracol son las principales zonas para las que se propone esta actividad. Para llevar a cabo esta actividad será importante la capacitación, que tiene el propósito de dar la mayor información a los usuarios, además de ser necesario el uso apropiado del equipo de seguridad y el apoyo de guías profesionales.
Paradero 7 Gotas
El Paradero de las Siete Gotas puede convertirse en un lugar ícono de todo el cerro. Es el punto donde se origina el nombre de todo el parque y puede ser un lugar de concentración de personas, donde se puedan desarrollar actividades de información/formación con diferentes instalaciones básicas, y sumado a la estación educativa donde se daría acceso a algunos de los recorridos al lugar. Sería un lugar de atracción, donde se puede apreciar la milenaria pileta en la que caen las gotas de siete en siete de forma constante.
Convertir el Cerro de las Siete Gotas en el Parque Natural de Culiacán no solo es un mecanismo para generar empleo directo a la población vecina, sino que también serviría para mejorar las condiciones sociales y económicas del sector suroriente de la ciudad al ganar plusvalía por la colindancia de tan importante lugar. El sector puede convertirse en un detonante de buenas prácticas ecológicas y ambientales que beneficien a la ciudad y ante todo a la población residente del lugar.
PROPUESTA 3: Línea Verde
(Vía recreativa para delimitar el crecimiento de la ciudad sector oriente y proteger el cerro de las siete gotas)
El proyecto Línea Verde consiste en un andador delimitador de uso exclusivo para peatones y bicicletas con 7.1 km de longitud sobre los límites del Cerro de las Siete Gotas que colinda con el suelo urbanizado. Se propone como una estrategia de ordenamiento territorial aplicada en el Cerro de las Siete Gotas para controlar la expansión urbana y proteger la potencial área natural protegida.
Además, tiene el objetivo de concientizar a la comunidad para comprender y asumir la importancia de controlar el crecimiento urbanístico en las periferias que colindan con el área natural del cerro, donde hoy se presentan condiciones de riesgo e inequidad.
La Línea Verde es un elemento multifuncional del paisaje, con una enorme capacidad de proveer múltiples y variados servicios ambientales, sociales y de ordenamiento territorial. Esta línea puede mejorar la sinergia urbana entre naturaleza y sociedad.
El andador se propone con un promedio de siete metros de ancho con paraderos o miradores. La reforestación sería a base de vegetación regional, que ofrecería un atractivo paisaje en su florecimiento. La propuesta incluye la colocación de mobiliario urbano rústico como bancas y botes de basura para promover un espacio más seguro y limpio; y señalización y paneles informativos sobre el sector y las rutas que se pueden tomar para acceder a otras áreas del cerro, las características históricas, y naturales del entorno, así como de la flora y la fauna regional existente.