Carretera a Sanalona, un corredor en el que se adora a la Santa Muerte
La carretera hacia la sindicatura de Sanalona representa para muchos creyentes de la Santa Muerte, un corredor que les permite rendirle culto, pues desde el tramo de la comunidad de Carboneras hasta la entrada al poblado de Alcoyonqui, pueden observarse hasta cinco altares, todos decorados con diferentes tipos de ofrendas.
Tanto habitantes como vendedores de la comunidad de Carboneras afirmaron que es común ver que los automovilistas disminuyen la velocidad o terminan orillándose, ya sea para mirar los altares por curiosidad o para dejar todo tipo de ofrendas.
Señalan que la capilla que más llama la atención de quienes transitan por la carretera, es el que se encuentra en el entronque con la carretera que va hacia Alcoyonquí, pues ésta se encuentra decorada por muchos colores y cuenta con tres figuras que custodian una capilla en la que también se encuentra una “niña blanca” de menor tamaño.
Aunado a esto, las dimensiones del lugar permiten contar con bancas, ya que los visitantes no solo se acercan a dejar su ofrenda o a observar por curiosidad, sino que también toman el lugar como un punto de encuentro o descanso; incluso ahí se han llegado a realizar diferentes tipos de celebraciones.
Las ofrendas que se suelen dejar
El cuidador de una de las capillas, quien decidió mantenerse en el anonimato, precisó que algunos de los recintos suelen recibir en un solo día hasta 60 personas, principalmente, durante los fines de semana, quienes dejan todo tipo de ofrendas en espera de que la Santa Muerte les conceda peticiones de cualquier índole.
“Vienen a dejar veladoras, flores, diferentes cosas, una vez dejaron ahí una botella de vino, una copita, pepitorias y así cositas que dejan”, detalló.
De acuerdo con el velador, es tanta la fe de las personas que adoran a la “flaquita”, que algunas se dirigen hincadas hacia el altar y con lágrimas en los ojos.
Autoridades también le rinden culto a la Santa Muerte
El velador aseguró que elementos de diferentes corporaciones que realizan rondines por la carretera también suelen detenerse a dejar sus ofrendas en el altar.
“Hasta esos vienen a poner velas, los soldados, la Guardia Nacional, los policías, los estatales, los tránsitos también andan por aquí, no crea que vienen seguido, pero sí vienen a lo largo”, reveló.
La capilla en la que se celebra el Día de Muertos
Durante las festividades del Día de Muertos, arriban a la comunidad creyentes de diferentes partes de Sinaloa para trasladar todas las figuras hacia la capilla del camino a Alcoyonqui para festejarlas con una fiesta amenizada por bandas y grupos norteños.
Uno de los jóvenes que ha presenciado estas celebraciones dijo a Noroeste que el traslado de las figuras es muy similar a las peregrinaciones que se hacen el Día de la Virgen de Guadalupe; además, cuenta que una vez que inician los festejos en la capilla se han visto hasta tres grupos musicales.
“Es como una plazuela, hasta hacen fiestas, hay veces que hasta las mismas bandas se pelean por tocar ahí”, comentó.
“El Día de Muertos hacen una peregrinación como en el Día de la Virgen, se llevan a todas para allá y les llevan hasta tres bandas”.
La Santa Muerte decidió acompañarla
Una habitante de Carboneras, de nombre Luz María, compartió a Noroeste que decidió traer consigo a la Santa Muerte, ya que esta le manifestó que quería acompañarla.
Comentó que en su domicilio se encontraba una figura de aproximadamente 16 centímetros, de la cual intentó deshacerse en varias ocasiones, sin embargo, ésta siempre aparecía en el mismo lugar.
“Yo la agarraba y la tiraba para arriba de la casa, era de plástico, y apareció otra vez, la volví a agarrar y la volví a tirar y así estaba”, dijo.
Ante la negativa de querer conservarla, un joven se ofreció a quemarla pero tiempo después, Luz María se tropezó con un objeto que traía consigo un colgante con la imagen de la Santa Muerte en color dorado y con ojos rojos.
“La puso en una piedra y se quemó toda, a los días, iba yo para la tienda y me tropecé yo con algo y me apareció más chiquita, ya esa era de cadena, está muy bonita”, expresó.
A pesar de que le agradó el decorado del colgante, se lo regaló a un familiar, pero la figura seguía apareciendo en su domicilio, por lo que decidió traerla consigo en su bolsa.
“Y ahí la cargo ya en la bolsa le dije: ‘tú no quieres irte ya de aquí conmigo’, pues te voy a cargar en mi bolsa, no la he tirado ni nada, a lo mejor quiere andar conmigo, miedo no le tengo”, finalizó.
Luz María añadió que comparte su fe con la Virgen de Guadalupe y con la Santa Muerte, ya que al traer consigo ambas figuras, dice sentirse más protegida.